"Tu familia también te necesita." Lo corté de un tajo. Tensó la mandíbula, asintiendo. 

"Lo sé, no tienes idea de cómo las extraño. A cada hora veo la foto que tengo en mi escritorio, esa en la playa, cuando tú y Sofi me enterraron en la arena. Tu madre le pidió a una señora que nos la tomara para poder salir en el fondo haciendo caras, ¿recuerdas?" Sonrió mirándome, con esperanza visible en sus ojos. Las bolsas por debajo de los mismos me decían que era cierto, que solamente lo hacía por nosotras, y por supuesto, porque amaba su trabajo, pero en fin siempre era por las tres que él seguía adelante. Éramos una familia después de todo, cada pilar era necesario para sostenernos. Me hundí en mi lugar, apretando la mochila contra mi pecho. "Yo las amo, Karla. Jamás haría algo para lastimarlas y Sinu lo sabe, por eso es que no nos escuchas discutir. Ella sabe que es mi deber y no son sólo excusas." Dobló en una esquina y se detuvo justo al frente del edificio. Agaché la vista, dándome cuenta de mi error. "¿Podrías perdonarme?" Era mi padre, y por más que a veces me sacara de quicio, lo amaba con todo mi corazón. Mordí mi labio.

"Yo..." Miré por fuera de mi ventanilla y vi cómo las últimas personas ingresaban por las puertas principales. El aire salió pesadamente de mi nariz. "Tienes razón." Giré mi cuello en su dirección. "No tengo nada que perdonarte, es tu trabajo y aunque te echemos de menos, no puedo enfadarme contigo pá. También te amo." Se estiró hacia mí y nos abrazamos. Hacía casi un mes que no sentía este cariño de su parte, por eso no pude evitar sonreír de oreja a oreja. Esperaba que se repitiera pronto. 

Me despedí dejando un beso en su mejilla y bajé del auto, echando a correr hacia la entrada y luego por los pasillos hasta llegar a mi clase de Arte. Ally y Dinah me hicieron señas agitando sus manos para que me sentase junto a ellas en la ronda de caballetes de madera. La profesora ya me conocía y sabía que esa era una de mis clases favoritas, así que sin problema me dejó pasar, regalándome una amable sonrisa e invitándome a colocar un lienzo nuevo en el único caballete vacío. Retiré unos cuantos pinceles del armario de los materiales, todos de un tamaño distinto, y eligiendo algunos colores que pegaran bien con lo que tenía en mente, no muy brillantes ni muy muertos, me dispuse a trazar las primeras pinceladas en la tela de algodón.

Una hora después, el timbre sonó y la profesora dio un saltito alegre de su asiento. "Bien, espero sus trabajos para la próxima clase sin falta. Recuerden que son in-di-vi-dua-les." Dijo la última parte en una vocesita cantarina, recogiendo unas carpetas con folios de su escritorio. 

Junté los materiales que había utilizado y los lavé para luego llevar mi lienzo a la parte de atrás del salón y apoyarlo contra la pared. Estaría totalmente seco dentro de unas horas.

"Mila, ¿vienes?" Preguntó Dinah desde el marco de la puerta. 

"Uhm, creo que yo iré por unos libros a la biblioteca, ustedes adelántense y nos vemos en el siguiente receso." Guardé mi libreta de bocetos en mi mochila y saqué mi bálsamo labial sabor fresa de uno de los bolsillos laterales. 

"Más te vale que así sea, tenemos cosas que hablar tú y yo." Regresé el bálsamo a su lugar. Les daba un pequeño destello natural a mis labios, realzando su color original, que probablemente era ahora el mismo rosado que el de mis mejillas. Reí nerviosa y asentí. Ally jaló de la blusa a la polinesia y ésta antes de salir señaló primero a sus ojos con dos dedos y luego a mí. 

Aguardé un minuto, suspirando.

¿Dónde estará Lauren?

Con esa pregunta en mente, pasé previamente a dejar mi mochila en mi casillero para no tener que llevarla a todas partes conmigo y marché directo a la biblioteca. Las ventanas ahora estaban cerradas y no había casi nadie, excepto por dos personas leyendo, una en un sofá y otra en una en la zona de mesas, aparentemente anotando algunos apuntes. Caminé hacia el escritorio de la bibliotecaria, pero por lo visto no se encontraba ahí, así que entré yo misma por el primer pasillo de estanterías, todos los libros seguían ordenados por color y tamaño. 

Mates (Camren G!P)Where stories live. Discover now