Irresistible Boy; j.k

12

Ahn BoKyung.

—¿Porque no te detienes entonces?

—Ya me detuve, lo hice hace un tiempo —me levanté de mi silla— lo amo, Annie.

—¿Que esperas? dicelo a él.

—Lo haré —tomé mi bolso y salí corriendo de mi oficina.

No me costó mucho llegar a su casa, esta vez no había tanto tráfico como otras veces.

—¿Estas bien? —pregunté de inmediato al ver su rostro con pequeñas heridas— ¿Que sucedió? —intenté tomar su mejilla, pero él de inmediato me alejó para luego darme una mirada fría— Jungkook... —murmuré.

—¿A que vienes? A romper conmigo supongo.

—¿Porque querría eso?

—Ya deja de fingir. Sabías que esto pasaría —lo miré confundida— Debías lograr que me enamorara de ti y luego dejarme ¿no? pues todo ha salido perfecto, caí enamorado completamente de ti, te amo como nunca amé a nadie y lloré, también lloré como nunca ¿Era eso lo que querías?

—Dejame explicarte.

—No BoKyung, por si no lo ves... —señaló dentro de su casa y junto a las escaleras había una chica de cabello castaño solo con una camiseta de Jungkook cubriéndose— estoy algo ocupado —cerró la puerta en mi cara.

Golpeé su puerta varias veces, grité pero no abrió. Me apegue a la puerta y me deslice hasta llegar al suelo sin parar de llorar.

Jungkook.

La escuché. Escuche sus gritos, golpes y llanto, pero eso ya no valía nada para mi, por más que quisiera abrirle la puerta y sostenerla en mis brazos, no podía, mi orgullo no me dejaba.

A la mañana siguiente me levanté temprano y fui a la empresa por mis cosas.

—Hola Annie.

—Hola... —me miró extrañada.

—Vine por mis cosas.

—¿Porque?

—Ya no es necesario que lo ocultes, lo se todo.

—Pero BoKyung, ella...

—No quiero hablar de ella. Iré por mis cosas.

—Kook...

No la escuché y solo fui a mi oficina.

Comencé a recoger todo tratando de no tardar tanto para que los recuerdos no me destruyeran.
Cuando ya tuve todo lo mio, de mi bolsillo saqué la pequeña caja que traía conmigo ayer y la puse sobre la mesa junto a la nota.

Salí rápidamente de la oficina sin despedirme de Annie, pues no quería que me viera llorando. Si, lo estaba. Lloro porque realmente me dolió todo, porque la amo con todo mi ser y pensé que ella también me amaba.

Ahn BoKyung.

A la mañana siguiente quise ir temprano a la empresa para poder hablar con él, pero al llegar no había nadie en su oficina aún. Esperé un poco más y no hubo señal de él, así que volví a mi oficina para tomar mi teléfono y marcarle, pero sonaba fuera de línea.

Nuevamente fui a la oficina de Kook y al llegar allí no había nada y su perfume vagaba por la ahora vacía oficina. Quise ir a buscarlo de inmediato, pero la caja sobre él escritorio llamó mi completa atención.

"¡Felicitaciones!, has hecho un buen trabajo. De verdad eres buena actuando Ahn BoKyung, tan buena que de verdad creí que me amabas y que aceptarías este anillo para luego formar una familia, pero apresuré mucho las cosas, esperé muchas cosas de ti y lo único que recibí fue decepción. Ya no eres aquella niña inocente de quién me enamoré, ¿Que le has hecho a Mi BoKyung? pero bueno esta bien que hayas querido hacer esto, a ti te tocó una vez y ahora era yo quién debía ser él juguete"

—Jungkook... —hablé.

—Acaba de irse —me miró preocupada— ¿Que sucedió BoKyung?

—Luego te explico.

Corrí hasta él elevador y subí en este.
Miré mi reflejo en las paredes del elevador y bajé mi vista y manos a mi estómago. Pronto comenzará a crecer y no quiero que lo haga sin un padre.

Él sonido del elevador me sacó de mis pensamientos y las puertas frente a mi se abrieron. Salí buscando a Jungkook con la mirada y lo vi a punto de salir del edificio. No me importó que la gente a mi alrededor estuviera mirando, sólo corrí hacia él y envolví mis brazos alrededor de su cintura.

—Alejate —murmuró.

—Si quiero Jungkook. Quiero casarme contigo —murmuré contra su espalda. De su parte solo recibí una pequeña risa amargada.

—Deja tus mentiras BoKyung—se alejó de mi y se giró para mirarme.

—Por favor... Escucha.

—Ya se toda la historia, no te molestes en crear más mentiras.

—Quiero casarme contigo —sonrió de lado— te amo Jungkook, a ti y a Jeongsan. Dime ¿ realmente serías capaz de abandonar a tu hijo?

—No cambies el tema ¡Dios! —dijo con fastidio— eso no tiene nada que ver.

—Tiene que ver, porque si me abandonas a mi, entonces también estas abandonando a tu hijo.

—Jamás abandonaría a Jeongsan por ti.

—¿Quien dijo que hablaba de Jeongsan?

—¿Quien más podría ser? —sonreí, baje mi mano a mi barriga y luego lo miré— BoKyung... —murmuró sorprendido— No lo haces para que me quede ¿verdad?

—¿Como podría ocultar un embarazo? —ya comenzaba a sentir mis lágrimas correr por mis mejillas. Esta es la última oportunidad, si él no me quiere ver entonces no puedo hacer nada más— Estás dolido y decepcionado, lo sé —miré al suelo rápidamente y volví mi vista a él— El plan de venganza comenzó días después de tu llegada, la idea era hacerte pagar por todo, pero no pude y no podré porque no he dejado de amarte. Por mucho que haya dolido no pude odiarte. Verte a ti cuidar de Jeongsan me enamoró aún más, eres tan atento con el, tan responsable y me encantas así —limpié una lágrima— Aquel día en que llegué del viaje no fui a la empresa, fui a mi departamento para hablar con Yoongi. Rompimos porque yo te amo y el ama a alguien más. También hablé con Annie, gracias a ella fui a tu casa ayer para contarte todo, pero... Estabas ocupado —mis lágrimas comenzaron a caer seguido luego de recordar a aquella chica en su casa.

—Debí haberte escuchado —lo miré y estaba igual que yo, con todas sus mejillas empapadas— No debí haberte hecho llorar... Eso le afecta al bebé —se acercó a mi— ¿Estas bien? —acomodó mi cabello detrás de mi oreja— ¿Nuestro bebé esta bien?  —rompí en llanto. Escucharlo decir eso me alegraba y emocionaba demasiado— Preciosa... —lo miré— lo lamento.

—Gracias —enrollé mis brazos alrededor de su cuello y escondí mi rostro en su cuello.

—Estaba asustado —susurró en mi oído— de verdad no quería perderte, pero mi orgullo no me dejaba correr hacia ti.

—Te amo.

—Yo a ti preciosa.

[...]

Ambos estábamos en él sofá de su casa, en un tranquilo silencio. Su cabeza se posaba sobre mi barriga y yo con mis manos jugaba con su cabello.

—Esa chica y yo....

—No quiero saberlo, eso ya pasó.

—Preciosa, no hubo más que besos.

—Jungkook...

—Esta bien —suspiró— Hoy le daremos la noticia a mis padres ¿verdad?

—Por supuesto. Yo creo que ya deberíamos ir para traer a Jeongsan también.

—Tienes razón —se levantó— él estará feliz cuando lo sepa —me abrazó— No sabes lo feliz que me haces, BoKyung. Prometo que cuidaré de ustedes —besó mi frente.