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Jungkook.

-Gracias

-Solo hago mi trabajo, ahora con su permiso me retiro -salí de alli.

-¿Que sucedió? -me pregunta Annie.

-Nada, solo entregué él informe

-¿La ignoraste?

-No. Solo la traté como se debe. De empleado a jefa.

-Apostaría a que te mueres por estar allí con ella -dijo medio riendo.

-¿Se nota mucho? -susurré causando su risa.

-No sabía que se llevaban tan bien -apareció BoKyung

-Bueno Annie, suerte en tu trabajo -las deje solas.

(...)

Mentiría si digo que he estado calmado, porque no lo estoy, y claro como estarlo si BoKyung se a paseado mas de 20 veces por mi oficina y tenerla frente a mi sin poder hacer nada era una tortura.

-¿Me escuchas? -su voz me saco de mis pensamientos.

-Si -mire mi reloj. Debía salir luego de allí, quería parecer duro frente a ella y él tiempo estaba de mi lado, ya debía haberme ido hace 15 minutos.- mi turno término -me levante de la silla y tomé mi bolso.- adiós -caminé hacia la puerta.

-Lo siento -me gire para verla tras de mi con su cabeza baja. Aquí estaba ahora la misma chica que conocí en la escuela, la tierna e inocente BoKyung — siento lo de ayer, yo... yo no quería que... -le interrumpí.

-Hey, no tienes por que disculparte, eso soy yo, yo me disculpo por haberte hablado así, tienes razón no tengo derecho a molestarme, ahora me retiro, buenas noches.

-Espera, yo de verdad... este.. Agh... Yo -había pasado mucho tiempo desde que la vi así de nerviosa. Me acerque a ella, deje mi bolso en él suelo y tome mi su rostro entre mis manos para luego callarla con un beso— Puede venir alguien -susurró a centímetros de mis labios.

-Solo estamos tu y yo, los demás ya deben estar en sus casas -dije en un susurro también.

-¿Por qué sigues con esto? ¿Por qué no solo te rindes?

-Porque se que hay una pequeña parte de ti que me desea, al igual que yo a ti.

-Idiota -susurró.

-Calla -la besé. Apegue su cuerpo al mío y camine hasta dejarla sobre él escritorio.

-Eres... un... idiota -habló entre besos.

-Lo soy -besé su cuello y levanté mi rostro para verla a la cara.- pero aún así no te resistes frente a mi -sonrió.

-Ya basta -se bajo del escritorio y arreglo su ropa para luego pasar por mi lado y llegar a la puerta, pero antes de que abriera esta fui tras de ella y la abrace por la cintura posando mi mentón en su hombro. Deje pequeños besos en su cuello.

-Vamos -tomé su mano. Y si ya lo había dicho antes ahora podre explicarlo mejor, la sensación de sostener su mano me vuelve loco, tan pequeñas y suaves igual que siempre.

-¿Donde? -preguntó confundida.

-A mi casa.

Irresistible Boy; j.kWhere stories live. Discover now