Irresistible Boy; j.k

4

Ahn BoKyung.

Después de dejar a Jungkook llegue a mi casa y me sentí completamente sola, Min Yoon no estaba, no tenia muchos amigos, así que cambie mi ropa y decidí salir sola.

Él clima era agradable, las calles no estaban muy llenas, todo parecía estar tranquilo.

Compre una malteada y comencé a caminar, me detuve inmediatamente al ver a un pequeño llorando, él estaba en medio de un parque.

—Hola pequeño, ¿Donde esta tu mamá?

—Vine con papá y lo perdí —dijo llorando.

—No llores, te ayudaré a encontrarlo —le sonreí y limpie sus lágrimas—Dime, ¿Donde lo viste por ultima vez?

—Fuimos a comprar a una tienda que esta cerca de aquí, pero no recuerdo cual —volvió a llorar.

—Ven conmigo —tomé su mano— Vamos a buscarlo —Hubiésemos seguido caminando si no hubiese sido por que alguien grito y él niño se soltó de mi y comenzó a correr, me lleve una gran sorpresa al ver a quien corrió. Él ya había encontrado a su padre y yo ya no tenia nada que hacer, así que di media vuelta y comencé a caminar.

—¡BoKyung! —me giré y lo vi aproximarse con él niño en sus brazos—Gracias, muchas gracias.

—No hay de que —le sonreí— nunca mas te sueltes de tu padre pequeño -dije limpiando sus mejillas— ¿Entendido?

—Entendido —afirmó él pequeño.

—Espero verte otra vez, por ahora me tengo que ir —miré a Jungkook— Nos vemos mañana.

—BoKyung—me giré— ¿Quieres comer con nosotros?

—No, muchas gracias.

—Por favor come con mi papá, él siempre esta solo.

—¿Que dices? —preguntó Jungkook avergonzado.

—Solo sera un momento —él sonrió-

Nos fuimos a una cafetería y él niño se fue a jugar dejándonos solos.

—¿Como se llama? —pregunté mientras lo veíamos Jugar.

—Jeongsan.

—Lindo nombre —Sonreí mientras miraba mi café.

—Cambiando él tema... cuentame de ti, ¿Que tal?

—Bien.

—¿Solo eso?

—¿Que quieres saber?

—¿Que has hecho? ¿Como te ha ido?

—Terminé mis estudios y ahora estoy aquí, esperando que llegue él momento para tomar la empresa en mis manos.

—¿Que tal tu relación con Yoongi?

—¿Porque preguntas eso? ¿Quieres que te hable de mi vida personal? —él me miraba directamente— Él es estupendo, ambos estamos bien y en la cama es...

—No es necesario que hables de eso —rascó su nuca.
—Entonces no preguntes —me giré a ver al niño— ¿Y la madre?

—Se fue.

—¿Él la extraña?

—No hablamos de ella.

—Ya veo ¿Que madre deja a su hijo? de verdad, disculpa que diga esto, pero esa mujer es una idiota.

—Es Yang Mi —reí falsamente.

—Ahora entiendo, esa mujer no tiene corazón, pero algún día se dará cuenta de él daño que ha causado —lo miré.