Ya había pasado una hora de eso y Jin fue a tomar agua para despejar su mente. Él, al contrario de Namjoon, no podía dormir debido a que se sentía culpable. ¿Que diría si los habían escuchado? ¿Y si preguntaban?

No podría responder a algo así, y estaba seguro de que Namjoon reiría para luego decir que estaban jugando. Casi pudo escuchar a su novio diciendo eso, mirándolo después con una sonrisa preciosa susurrando a su oído "jugando con tu culo bonito". 

Terminó de beber el agua y suspiró, tenía que calmarse. Los niños estaban dormidos, en sus cuartos y no habían oído nada, tenía que convencerse de eso. 

La cabaña estaba completamente a obscuras, no encontró motivo para encender alguna luz al solo ir a por un vaso de agua, por lo que sin problema alguno se dirigió de vuelta al cuarto. Y hubiese entrado de no escuchar como una de las puertas era abierta.

Se quedó como estatua de piedra en su lugar, ubicando en seguida el ruido proveniente de la parte de arriba. Escuchó vocecitas, seguidas de risas y luego suaves pisadas. Pudo entrar al cuarto, o ir a enfrentarles directamente, pero en vez de eso se ocultó en el baño para ver que hacían, y quienes eran.

Vio dos luces en el suelo, y supo enseguida que eran las linternas que Namjoon les había comprado a Hoseok y a Jimin hacia tiempo cuando se quedaron a dormir en su casa y jugaron a crear sombras con sus manos. 

--¿Sabes donde los guardó?-- se sorprendió al oír la voz de Taehyung, y asomó un poco la cabeza por el marco de la puerta seguro de que no le vería.

Reconoció a las dos pequeñas figuras que entraban a la cocina a hurtadillas, con las linternas alumbrando todo. Eran Tae y Jimin, pero no comprendía que buscaban.

--Sí, vi que appa Namjoon los dejó por aquí luego de tomar uno.-- le contestó el dueño de la linterna, Jimin.

Cuando vio que se agachaban para sacar una pequeña caja comprendió que era lo que querían, y estuvo a nada de salir para decirles que no tenían que comer galletas en la madrugada, y también para regañarlos por quedarse despiertos hasta tarde. Estuvo a nada de salir de su escondite.

Pero luego recordó que era lo que estaba haciendo hace una hora con su novio, tal vez ellos les habían despertado. Se sintió aun más culpable, así que se conformó con ver que más hacían.

Vio como Jimin se sentaba en el suelo y abría la caja, sacando un puñado de galletas 》Para Hoseok hyung, Yoongi hyung, Kookie, para ti y para mí ¿Son suficientes?

Tae se acercó y tomó más con su mano libre --Listo, ya vámonos.

--Y rápido, que tengo miedo a la obscuridad.-- susurró Jimin, los dos habían hablado todo el rato en voz baja seguramente para no ser descubiertos.

Guardaron de vuelta la caja en su lugar y Jin escuchó sus pies descalzos correr por el suelo, subir las escaleras y luego encerrarse en uno de los cuartos. Le tomó poco tiempo salir del baño y, con todo el cuidado del mundo, subir al segundo piso solo para acercarse a la puerta de la cual salía luz por debajo indicando que la luz estaba encendida.

Como imaginó, escuchó las voces de todos menos la de Jungkook, supuso que ya estaría comiendo sus amadas galletas. Seokjin consideró la idea de entrar para regañarlos, pero al escucharlos hablar como si jamás hubiese existido un conflicto entre ellos decidió que dejaría aquello para la mañana siguiente. Estaba seguro de que despertarían con dolor de panza, y eso también les serviría de escarmiento para que jamás volvieran a hacerlo.

Cuando entró a su cuarto se tiró sobre Namjoon, riendo lo más bajo que podía y moviéndolo para que despertara --Namie, escucha.

El de cabello tintado soltó un quejido, abriendo sus ojos para adaptar su vista a la obscuridad. Le costó un poco, pero pronto vio a su novio sentado sobre él y con su rostro cercano al suyo --¿Qué pasa? ¿En serio quieres otra ronda?-- bromeó, bostezando después y estirando sus brazos a los lados para luego apoyar sus manos en las piernas de Jin, sonriendo al sentir su piel gracias a que solo vestía sus bóxer y una camisa, al igual que él.

--Estás loco, los niños están despiertos-- le susurró --, están haciendo una pijamada.

Namjoon frunció su ceño, no parecía ser una hora apropiada para que los niños estuvieran sin dormir.

--¿Seguro? ¿Cómo lo sabes?

--Fui a tomar agua y los vi, están en el cuarto de Yoongi y Tae, comiéndose mis galletas.

Poco a poco Namjoon se sentó, provocando que sus rostros estuvieran más cerca y que Jin pasara sus brazos por los hombros de su novio --Vaya, pues vamos a hacer que se duerman.

Seokjin negó, dejando un besó en la nariz de su amado --Solo por hoy que dejarlos, están conviviendo muy bien y no quiero arruinarlo-- Namjoon volvió a sonreír al escucharle decir eso, y de forma inconsciente acarició su piel --, mañana los regañaremos juntos ¿Sí?

--¿Por desvelarse o por comer tus galletas?

Los dos rieron un poco, para luego besarse. Sin darse cuenta el besó comenzó a subir de nivel, y las manos de Namjoon no detenían su paseo por las piernas del mayor --No-- jadeó Jin, apoyando su frente con la de su novio mientras trataba de recuperar la respiración --, ¿Crees que hayan escuchado antes? 

En un intento de calmarlo, Nam negó --Son curiosos, y estoy seguro que de haber oído hubiesen venido y abierto la puerta, está vez nos contuvimos bastante con los gemidos.

--No sé como lo hice.

Namjoon besó de vuelta a Seokjin, sin privarse de acariciar el cuerpo del castaño --Pues espero que puedas hacerlo de nuevo.

Jin pensó que su novio estaba realmente loco para decirle eso, pero él estaba peor al empujarle para que volviera a recostarse en la cama, donde continuaron besándose y dejando que las cosas fluyeran como los dos querían. Para suerte de todos bajo esa misma cabaña, los niños ni enterados estaban de que los adultos estaban despiertos, y tampoco los escucharían.

Cosas De Padres - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora