La vida es tan impredecible que de un momento a otro todo puede pasar y llegar hasta al punto de poner tu vida patas arriba.
En un minuto puedes estar divirtiéndote con tus amigo y seres querido. Y al otro puedes estar llorando por uno de ellos.
No...
-Nuestro destino se vuelve a repetir, por lo tanto enloqueceré dejando una sonrisa resbalando entre tus labios para que al final repitas mi nombre una y otra vez-
Neji
Al caminar al campo de entrenamiento me encontré con una persona la cual por el momento solo daba algunas vueltas de calentamiento, decidí que era mejor esconderme y ver cómo estrenaba.
Vi como miraba para los lados buscando algo o alguien así que decidí esconderme mejor en el arbusto en el que estaba. TenTen siempre lograba encontrar donde me escondía, astuta.
—Sal de ahí Hyuga se que estás escondiéndote así que sal —Dudo mucho que pueda quedarme aquí si ya ella sabe, como siempre Tenten 1 Neji 0
—¿Como puedes saber que estoy? se supone que yo soy quien tiene el Byakugan no tú—Le pregunto.
—Instinto anti-Hyugas —dice simple, parece que alguien quiere estar a metros de un Hyuga.
—¿Que tienes en contra de mi familia? —me hago el ofendido para ver que responde ella.
—No, simplemente quiero saber si alguien no me va a ver en ropas menores sin mi consentimiento, es todo —ahora no me lo creo, ella cree que yo sería capaz de eso, que ocurrencias tiene esta chica.
—¿Co-como siquiera se te ocurre que yo...—no termino de decir la oración cuando Veo como La castaña que tengo por amiga se ríe a carcajadas.
—Por supuesto que no creo eso de ti, hablo de otros desconocidos —se encoge de hombros para luego señalarse a si misma a mi al decir lo siguiente —Uno nunca sabe en quién confiar —me termina sonriendo tan dulce y siempre, puede que solo se aún gesto pero a mi me comienza a llenar por completo.
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Narrador Omnisciente
Mientras que ellos hablaban no se daban cuenta de las nubes oscuras que se asomaban en el cielo, se la pasaban tan bien, corrían como niños entre el prado, saltaban, reían. Neji trataba de Coger a Tenten, sin embargo ella buscaba escapar y esconderse del castaño.
—No te escaparás de mi Ama, ¿O te tengo que recordar que el Byakugan es el ojo que ve todo? —sonreía como solo ella le hacía sonreír, tan malicioso, una delicada sonrisa, sus labios tan refinados y los dientes de blancos como una nube.
Miraba a todas partes con su poder ocular activado, esperaba encontrársela en algunos arbustos o detrás de un árbol, se concentró en donde no debía. Sintió como se le abalanzaban en la espalda, no le cabía dudas de saber quién era, por la fuerza con la cual la castaña se montó en el del Hyuga este perdió el equilibrio y callo directo al la tierra.
