Capitulo 28 (editado)

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-Buenos días su excelencia! ¿desea que le preparen algo especial para el desayuno?- preguntaba su ayuda de cámara mientras abría las cortinas, obligando a Edmond a cubrirse los ojos por el resplandor de la luz.

-Buen día, dile a la cocinera que me prepare uno de los remedios para las dolencias y que sea muy fuerte, me duele todo- se frotaba los brazos y las piernas, la resaca aun no se le pasaba del todo y su cuerpo le dolía por la caída de ayer.

-¿Quiere que le preparemos un baño de agua caliente? le quitara lo entumido mi lord.

-Eso suena estupendo, ¡excelente idea Louis!- decía muy animado- sabes, dile a Mary que me preparen un enorme desayuno y esos pastelillos que hace para el te, te lo agradecería mucho.

Louis desencajo la mandíbula por la sorpresa, su señor jamas desayunaba pesado, ni comía dulces y mucho menos daba las gracias... pero su lord había amanecido de buen humor y muy amable, así que no importa cuanto le durara el gusto,  aprovecharía la ocasión para pedirle lo que tanto le había temido decir.....

-Enseguida excelencia... ¿mi lord?- el joven empezó a sudar de los nervios- me disculpo por molestarlo... bueno... vera... es que yo...

-Habla de una buenas vez Louis, que me estas mareando- No le había pasado desapercibido el miedo en los ojos de su ayuda de cámara, sabia que su personal le tenia pavor y que rara vez le dirigían la palabra, salvo para responder a sus ordenes; pero este joven algo quería pedirle y no se animaba a hacerlo- No muerdo, así que di lo que tengas que decir.

-Bueno... es que- Louis respiro profundo, total de todos modos tenia que hacerlo- mi lord es que la próxima semana me caso y me preguntaba si usted podía darme un día para poder pasarlo con mi esposa.

Edmond se quedo pensativo, jamas imagino que el muchacho que siempre le ayudaba tuviera novia, ni siquiera que pudiera casarse, era aun muy joven; además era muy responsable y trabajador, había pensado en convertirlo en su asistente, se lo había ganado a pulso, pero un matrimonio lo único que haría seria distraerlo de sus deberes.....

-No sabia que fueras a casarte, ¿por que no me lo informaste?

-Bueno... es que no quería verme entrometido, usted siempre esta ocupado y yo bueno...- Edmond levanto una mano para que guardara silencio.

-Así es, tengo muchos deberes que hacer... desde que eras un crió haz trabajado para mi y como me has servido bien, he tenido en consideración en convertirte en mi asistente personal- los ojos de joven se abrieron de par en par y una enorme sonrisa se apodero de sus labios.

-Mi lord no sabe cuanto le agradezco, no le voy a fallar- Una vez mas Edmond lo hizo callar.

-No he dicho que ya sea un hecho, dije que "he tenido en consideración"- el joven borro la sonrisa de su rostro y dejo un semblante triste- pero con esto que me dices, no se si puedas con ello, un matrimonio seria muy absorbente y yo te quiero las 24 horas disponible ... así que te propongo algo; te aumentare el sueldo y te convertiré en mi asistente personal,si no te casas aun.

La cara del joven paso de la tristeza al enojo seguido de la consternación... como se atrevía el duque en pedirle tal cosa si siempre había deseado encontrar una buena mujer con quien tener una enorme familia; pero hay estaba su señor, recostado y con los brazos recargados en la cabecera de la cama, con una cara de burla mirándolo fijamente.

-Yo no podría hacerle eso a Rosy.

-¿Rosy? ¿la moza? ... ¡vaya! ya veo que se saben entretenerse en mi casa, ¿así que es con ella con la que retozas cuando no te necesito?- Edmond vio la cara enrojecida de enojo de su ayuda de cámara, sabia que lo estaba fastidiando pero quería ver hasta donde llegaba su limite de tolerancia.

El Duque de Hielo  (1° Saga corazones traicionados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora