¿El Chico Ideal?

Capítulo 9

-¿Qué haces?- su tono de voz es brusco.

James ríe, le causa gracia su reacción, más sus cachetes que toman un color rosado. La hacen ver aún más tierna.

-No logré verlo en persona y los muchachos me han hecho el favor de enviar el video- bloquea la pantalla de su teléfono y lo guarda en el bolsillo. Su mirada vuelve a ser la misma de siempre con su sonrisa endemoniadamente sexy.- Lindos movimientos, Mckenzie-su tono es seductor.

Aly intenta ignorar cómo la hace sentir y se sienta en su sitio. Pasan varios minutos en silencio. James la mira con detenimiento. «¿Qué es lo que pasa por tu cabeza, Mckenzie?», piensa.

-¿Por qué lo haces sonar tan vulgar?- Aly lo suelta al fin.

Su manera de decirlo la hace sentir como si hubiese hecho otro tipo de bailes, seductores. El Belly Dance es algo bonito y delicado, seductor puede ser, pero no es el punto. En la fiesta mezcló otros tipos de movimientos, pero su intención nunca fue darle a entender, a otros, que quería verse sensual.

Escucha la risa de James a su lado.

-Pareces ofendida, Aly- su tono es burlón.

Aly voltea con el ceño fruncido, lo mira directo a los ojos.

-No sé ni por qué me inmuto- sacude la cabeza y comienza a sacar sus cosas.

-Bueno, esa no era mi intención.- Aly lo mira y éste le guiña el ojo, no descifra si sus palabras son sinceras o sarcásticas. Aly entrecierra los ojos, su sonrisa ahora se vuelve tierna, nada seductora o burlona. Un cambio drástico en sus facciones, la pelinegra se desconcierta. «Este tipo es raro.»- ¿Cuándo quedamos para las tutorías? En serio quiero pasar la materia y se me está haciendo difícil entender la parte teórica de la clase y uno que otras fórmulas.- Aly percibe la sinceridad en sus palabras.

-¿Cuáles son tus horas libres?- Aly le pregunta, él se encoge de hombros.

-Salgo a las seis del entrenamiento.- le dice.- Puedo ir a tu casa...- su comisura derecha sube.- O puedes venir a la mía.- su tono es seductor.

La boca de Aly se abre en sorpresa, su rostro se vuelve rojo de vergüenza.

-¡No puedo creer que siquiera te insinúes de esa manera!- dirige sus ojos a la pizarra, segundos después el profesor llega con el resto de los estudiantes.

Aly percibe el acercamiento de James, siente su respiración cerca de su oído.

-No estoy sugiriendo nada- dice inocente, claramente finge. Su voz es ronca y le causa escalofríos. «¡Cálmate, Aly!»-Solo digo que en mi casa también se puede- se aleja, su sonrisa socarrona formada en su rostro.

Nada en él emana inocencia, eso Aly lo sabe. No se imagina estando en la casa de James. «Por ningún motivo iré a su casa», se dice. Los padres de Aly no tendrían problemas con que lleve a alguien a la casa, pero solo si ellos han escuchado hablar de la persona anteriormente. Además todo el estatus de James refleja problemas. No es el tipo de persona que sus padres aceptarían. Aunque solo fuese a darle tutorías, duda en decirle. Es mejor esperar un poco más para invitarlo. También está su hermana, quien a veces se vuelve muy cotilla. Le basta con que le recuerde a Dimitri cada vez que la ve. Si ve que James, un chico atlético, de buen cuerpo y porte de chico malo, aparece en su casa para verla hará su vida toda una novela.

-¿Qué tal en la biblioteca del centro?- Aly pregunta, para él como también para ella misma.

-No lo sé, nunca he ido- se encoge de hombros.- Tú dirás.