Historias de Kun-dushkall [TERMINADA]

El ascenso del licántropo

El palacio esmeralda se había llenado de gente para celebrar la victoria de los antiguos aventureros sobre el dragon sombrío. Ahora el consejo esmeralda deberá dar comienzo al torneo que decidirá el puesto del guardián inmortal verde.

-Os hemos congregado a todos aquí para dar una gran noticia. El dragón demonio ha muerto y podemos dar comienzo al torneo de Campeones gracias a nuestro heroes que pasaran a la eternidad como parte de la historia... Todos aquellos elfos silvanos o semi-elfos de procedencia real tienen derecho a participar así como todos los eldar ya difuntos hoy aquí reunidos.... ¿Algún valiente?- dijo Claviroth con una voz que retumbaba por todo palacio.

Enke miraba expectante, no quería participar pero le resultaba emocionante ver una competición así. Ithil se acercó a Slyx y le preguntó -¿Quién crees que merece el puesto de inmortal? ¿Algun favorito?-

-Lorendall considera su misión terminada, en cuanto esto se resuelva volverá al descanso eterno junto con todos los eldar. Además dudo que quiera enfrentarse a Claviroth, el cual debe luchar. Apuesto por Lukadel, si se presenta claro- dijo el arcano.

Mientras, Lukadel estaba durmiendo en un rincón de la sala, sentado en el suelo y con la espalda apoyada en la pared, pero al escuchar su nombre abrió sus ojos -¿Eh? ¿Qué?- miró a su alrededor, desorientado.

-Ahora despidamos a los triunfadores que deben irse.- Un aplauso resonó por todo el castillo. entre alabanzas se desvanecieron como el humo, los que seguían vivos se quedaron a ver el torneo. -Ha llegado el momento. Aquellos que quieran participar que se pronuncien ahora.-

-Se presenta, Elion Taradyr, del clan Frynn...

-Cerit Alanastor, del clan Neof...

-Birynn Danator, clan Tyrr...- Poco a poco se fueron presentando aspirantes, todos lucían unas bellas armaduras y parecían estar curtidos en mil batallas. Su determinación y confianza era abrumadora

Lukadel bostezó y levantó las manos para estirarse. Estaba a punto de ponerse en pie cuando vio un pequeño ratón pasar por delante suyo. Sus instintos depredadores se activaron y empezó a perseguirlo, a cuatro patas en su forma humana. Mucha gente se asustó, otra planteaba lo que hacía por el suelo. Sin darse cuenta, pasó por debajo de la falda de una mujer y ésta chilló. Sin saber como llegó al centro de la sala, donde estaba ese tal Claviroth y perdió de vista al ratón. Se puso de pie y miró a toda la gente que le miraba atentamente -Oh.- dijo sorprendido, aunque por su expresión tan pacífica que tenía no se notaba.

-¿Cómo te llamas muchacho?- Preguntó Claviroth. Un susurro se propagó por el salón.

-Oh, no...- dijo Enke sin creerse lo que estaba pasando. -¿Por qué, Lukadel? ¿Por qué?-

-Lo hizo, se presentó a su manera, pero se presentó...- dijo Slyx.

- ¿Yo? Lukadel.- dijo rascándose por detrás de la oreja.

-¿Tienes apellido Lukadel?- Negó con la cabeza, sin enterarse del todo de la situación en la que estaba 

-Sólo Lukadel.-

-Slyx, tss, eh, ¿no piensas hacer nada? ¿Vas a dejar que se presente?- le habló Enke en susurros.

-No hace falta susurros, te leo la mente... Si, puede ganar, no, no voy a hacer nada y me da igual que pienses que soy un idiota...-

-Ay, Dios mío...- se dejó caer en su asiento, preocupado.

-Todo saldrá bien, ya verás.

-No tienes rasgos elfos, ¿Qué te emparenta con nosotros?- dijo Claviroth.