oct, 7.

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Caminé hasta mi salón con la cabeza baja, choqué mi hombro con un par de personas, supuse que me insultaron pero la música en mis oídos era demasiado alta como para permitirme escuchar otra cosa. Divisé a las primeras personas, siempre las mismas personas. Karen, era una chica de estatura media, no hablaba demasiado pero la conocía desde que éramos niños. Andrew, repetía el tercer año de secundaria por segundo año consecutivo, no lo conocía pero sabía lo suficiente, no era una buena persona. Y después estaba Tyler, tan callado como yo, miraba a todos con atención y no podía disimular su curiosidad. Vestía de colores opacos, peinaba su cabello hacia arriba, me asombraba la forma en la que parecía no intentarlo, como si no le importara su apariencia. Muy diferente a mí, pero había cosas en las que no podíamos evitar acertar, caer en la misma red. Sus ojos siguieron todo mi trayecto hacia mi lugar, y aunque no lo hice notar, yo también puse toda mi atención en él. Me parecía absurdo saber tantas cosas sobre él, nunca habíamos hablado.

Pero no voy a negar que me moría de ganas de hacerlo.

Cuando tocó la campana cerca de la una de la tarde, todos caminaron animados hacia el comedor, yo me quedé ahí hasta que todos se fueron y el salón quedó vacío, en silencio. Noté a Tyler sentado en su lugar, escribía sin parar, arrugaba la hoja y la lanzaba lejos soltando algún que otro quejido. Subí el volumen de mi música provocando que esta se escuchara aún cuando portaba auriculares. Solté un suspiro, junté mis cosas y salí de ahí dejando solo al castaño.

Caminé aburrido, arrastrando los pies, por los pasillos relucientes. Escuché la puerta del salón de antes ser cerrada, me di la vuelta y vi a tyler caminando hacia el baño, tan torpe como siempre no notó que dejó caer su cuaderno. Corrí para recogerlo, intenté llamar su atención pero no me escuchó. Levanté el objeto, lo miré por un par de segundos y me encaminé hacia la misma habitación. Quise entrar, pero la puerta estaba cerrada. Toqué dos veces, pero recibí un grito del otro lado pidiendo que me marchara.

Entonces lo hice, caminé lejos, seguí paseando por el edificio que conocía de memoria. Minutos después pude ver la delgada contextura de Tyler caminar en dirección contraria a la mía, no me atreví a mirarlo, me limité a bajar la cabeza y retirarme del lugar. No podía soportar estar ahí. no podía soportar el sentimiento que me provocaba el chico de ojos café, no podía soportar el miedo de no ser suficiente para él. Me fui a casa, olvidé por completo el cuaderno de Tyler dentro de mi mochila.

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n/a: hola, hola. escribí una nueva historia en innnome y me harías un gran favor si la leyeras :((

taxi cabWhere stories live. Discover now