.:|Seis|:.

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La castaña guardó sus útiles en su mochila y se dio la vuelta dispuesta a retirarse del lugar, pero algo o más bien alguien se lo impidió, chocó con un muchacho no muy alto de ojos turquesas que (Tn) conocía muy bien, una boba sonrisa se formó en su rostro, misma que se desvaneció casi de manera inmediata al ver la expresión de seriedad que tenía su amigo.

—¿Pasa algo? —inquirió confundida, no recibió respuesta. Sin entender el comportamiento del otro la joven observó el rostro de su compañero tratando de descifrar que lo hacía actuar así.

—(Tn) —dijo sin alejarse de ella—. Quiero... Decirte algo —afirmó casi en un susurro, estaba nervioso.

—Pues adelante —Aceptó la muchacha ingenuamente.

—Bueno... Eh... La verdad es que no encuentro las palabras para decírtelo —mencionó con un sonrojo en su rostro-

—Nath, a veces las palabras no son necesarias —añadió (Tn) con una dulce sonrisa.

—Cierto —Le dio la razón Nathaniel correspondiéndole la sonrisa.

Ambos se quedaron en silencio esperando el otro hablara, (Tn) empezaba a sentirse nerviosa por la cercanía entre ambos intento alejarse echándose para atrás, justo en ese momento escuchó algo que la dejó sin habla.

—Me gustas...

(Tn) anonadada miró a Nathaniel quien dio un paso al frente eliminando la distancia que existía entre sus cuerpos y la tomó de las mejillas para luego acercarla a él y fundir sus labios en un tierno beso con algo de torpeza incluida.


(Tn) dio un brinco incorporándose a su vez y miro a su alrededor, apenas unos rayos de sol empezaban a colarse por su habitación anunciando que casi amanecía. (Tn) estaba nerviosa, con el corazón acelerado.

—Un sueño... Sólo fue un sueño —Se dijo a si misma—. Estúpido Nathaniel... Estúpida obra... —refunfuñó volviendo a apoyar su cabeza en la almohada.

Se cubrió con las cobijas y trató de volver a dormir, pero algo se lo impidió, como si de Internet Explorer se tratara tardó en recordar que acontecimiento importante inquietaba su conciencia.

—Hoy es la obra —murmuró. Sin mucho ánimo salió de la cama dispuesta a arreglarse para "el gran día".


El telón cubría el escenario, y mientras el público empezaba a llegar detrás del escenario ciertos miembros del elenco estaban nerviosos por distintas razones, hablamos de los actores que encarnarán a los protagonistas.

(Tn) no dejaba de pensar en su sueño y maldecir el hecho de no fuera real, trataba de sacar eso de su mente, entonces el pánico escénico empezaba a apoderarse de ella. En otras palabras, los pensamientos y emociones de la muchacha eran un gran lío.

Por otro lado, Nathaniel estaba en una situación similar, tenía dos inquietudes. La primera era su temor a hacer el ridículo frente a tanta gente y la segunda era pasar vergüenza frente a la chica que le atraía. No, atraer es algo físico incluso sexual, lo que siente por ella es algo distinto, algo más sentimental, incluso más grande que "gustar"... ¿Quizás Amor?

—¡Kurtzberg! —Un gritó masculino lo sacó de su mundo.

—¿Eh? ¿Qué pasa Adrien? —cuestionó Nathaniel aturdido.

—Llevo hablándote cinco minutos. Hombre, no te podemos perder. ¡Eres el protagonista! —exclamó el de ojos verdes con una sonrisa divertida.

—¿No quieres tomar mi lugar? —preguntó Nathaniel sin expresión alguna.

El Lobo Que Se Enamoró De Caperucita Roja #PGP2017Where stories live. Discover now