28.

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Harry abrió los ojos al sentir unos fuertes golpes en su puerta, entonces chasqueó la lengua con fastidio, ya que no quería ver a nadie, ni siquiera que supiesen que estaba allí.

...—Harry, abreme, soy Louis

Este se incorporó del sofá muy despacio, con tan mala suerte que su pie golpeó las botellas vacías de cerveza que se había bebido la noche anterior y estas cayeron, empezando a rodar por el suelo del salón, alertando de su presencia.

-¡Harry, ábreme joder!, ¡sé que estás ahí dentro!...¡Mierda, te estoy escuchando!, ¡no seas necio!- gritó Louis molesto.

-¡LÁRGATE!— gritó el ojiverde—...¡VETE, NO QUIERO HABLAR CONTIGO!.

El ojiazul acarició la puerta y decidió pasar a los ruegos.

-Por favor Harry, ábreme...tengo algo  muy importante que decirte, después de eso me iré, te lo prometo...por favor...por favor...por favorrrr...

El ojiverde dudó por un instante pero finalmente caminó tambaleante hasta la puerta y finalmente la abrió.

-¿Qué quieres?...Sé breve, no tengo todo el día- dijo volviendo hacia el sofá sin levantar su rostro del suelo.

El informático lo miró con horror pues... ¿Dónde estaba el hermoso chico que era, el ojiverde?, ante él estaba aquel hombre con pijama desaliñado, con un pelo y una barba muy descuidados y unas enormes y oscuras ojeras.

Por todo el suelo, el castaño vio botellas vacías, también envases de comida, además de un desagradable olor a cerveza rancia.

-Oh cielos, Harry... ¿Cómo es posible que te dejes vencer así?.

-¿Y tú me lo preguntas?...tú me has convertido en esto—le reprochó este con recelo.

El ojiazul se acercó y tras verlo sentarse en el sofá, se sentó a su lado.

-¿Yo?...A mi no me eches la culpa de tu debilidad... Te expliqué porqué hice lo que hice y aún así me juzgaste mal, tú solito te has metido en este pozo.

El rizado resopló molesto y rápidamente se levantó y empezó a deambular de un lado a otro.

-Ha-Harry no seas necio- habló Louis intentando hacerle razonar.

El rizado caminó entonces hacia él y lo sujetó de un brazo con fuerza, entonces el informático sintió miedo pues este era mucho más alto y corpulento y si no medía su fuerza, podía hacerle mucho daño.

—¿A qué hasta venido?, ¿Acaso quieres volverme loco?

De repente y sin previo aviso, el ojiverde lo rodeó por la cintura apretándolo fuerte contra su cuerpo.

—Tú me tienes así Louis, sólo tú—le dijo apoyando su frente en la de este—...tú, con tu precioso cuerpo, tu hermosa cara... No quiero que otro te toque, no quiero que otro te mire...Tú eres mío ¿entiendes?.

El ojiazul sentía el aliento a alcohol en su mejilla, era desagradable pero aún así, las piernas le fallaban y sentía que el corazón se le iba a salir del pecho.

La mano de Harry entonces descendió por su espalda hasta su redondo trasero, mientras le rozaba con sus labios el cuello, mandándole una oleada de corrientes por todo el cuerpo.

-Siii... Harry, soy tuy...- eso fue lo que alcanzó a decir pues los sedientos labios del ojiverde atraparon su boca, en un desesperado intento de poseerlo entero y en un sólo beso.

Louis jadeó en la boca de Harry, el cual lo sentía temblar entre sus brazos como una fina hoja de papel, haciendo que se sintiese poderoso pues se creía dueño de su pequeño de nuevo y aunque aún estaba enfadado, sus ganas de poseerlo eran mucho mayores.

Rápidamente, lo subió a su cadera, lo llevó a la habitación y le arrancó la ropa casi sin que al ojiazul se diese tiempo a decir nada, acto seguido lo lanzó bruscamente en la cama y luego se quitó su ropa para abalanzarse encima.

-Te voy a comer entero pequeño... nunca otro te follará mejor que yo, óyeme bien, nunca—le advirtió furioso de deseo—... tú eres mío, ¿me entiendes?, sólo mío.

Harry apretó sus dientes contra la suave y deliciosa piel de Louis mientras lo llenaba de marcas.

Entre la furia, los celos y el deseo que sentía, el ojiverde se comportó rudamente pero al informático lejos de importarle, sonrió y gimió sin control, ya que eso también le gustaba.

El hambre voraz que Harry tenía hacia su cuerpo, le demostraba claramente que este sentía cosas muy fuertes por él.

-¡Sii amor... soy tuyo!, ¡fóllame duro!—gritó excitado—...¡fóllame para que no se me olvide jamás!.

Al escucharlo, el rizado enloqueció aún más, ya que quería estar dentro de su pequeño cuanto antes y llenarlo de él, quería que nunca se le ocurriese abrirse de piernas para otro, así que tras colocarse un condón que cogió de su bolsillo del pantalón, se colocó entre sus muslos, agarró su más que dura polla y la introdujo en la palpitante y rosada entrada de este.

Louis gritó por el dolor e incluso  derramó unas lágrimas, mientras el rizado empujó fuertemente, introduciendo y sacando su polla una y otra vez de su interior.

Luego de unas estocadas, este dejó de gritar y comenzó a jadear casi sin aliento, ambos sumidos en la gran excitación que sentían pues el placer los invadía.

Harry estaba tan rabioso, celoso y excitado que le daba igual si Louis lo disfrutaba o no, su mente nublada tan solo podía pensar en desquitarse y castigar a su pequeño, descargando toda su frustración en ese momento.

Poco después, incrementó la velocidad y Louis aunque adolorido, lo disfrutó, ya que su amor por el ojiverde le impedía pensar.

-Ha-rry tranquilo, por fa-vor aah...—se quejó tras sentir un calambre en su trasero.

-Eres mío oooh... eres mío joder... so-lo mío aaah- eso era todo lo que el rizado dijo, entre estocada y estocada.

Después de varias bruscas y duras embestidas más, el ojiverde por fin se corrió en el anterior de Louis, llenándolo con su caliente y espeso semen, mientras soltaba un gran gruñido.

Acto seguido, se desplomó exhausto encima del informático, él cual lejos de correrse pues el dolor era más fuerte, suspiró aliviado.

Luego de moverse, la polla de Louis aún estaba dura y suplicaba por atención, así que con su propia mano empezó a bombearla para liberar la presión que sentía, entonces Harry sintió su movimiento y acto seguido le detuvo la mano.

-¿Qué se supone que estás haciendo pequeño?...de eso nada, sólo yo, ¿recuerdas?

-Pero Ha-rry, necesito libe-liberarme, por fa-vor—suplicó.

El rizado se incorporó de nuevo y una gran sonrisa cínica se formó en su cara.

-No pequeño...tú eres mío y te correrás cuando yo lo diga.

Este clavó sus penetrantes ojos en el ojiazul y volvió a subirse de nuevo, ya que nuevamente estaba duro, así que una vez más se introdujo en él y volviendo a penetrar una y otra vez.

-Prepárate pequeño... este va ha ser un día que nunca olvidarás.

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3. Placer en las venas~Larry Stylinson💋 (Terminada).Where stories live. Discover now