Nadie Nos Manda #1

27.Rubia Feliz y Broma.

Volví a verla asombrada por la oferta.

"Supo jugar bien."

― ¿Dos botes de Nutella? Yo digo que cuatro ― murmuré con una sonrisa traviesa.

—Tres y es mi última oferta.

La oferta no estaba mal si lo analizaba.

"Sí, pero eso significa pasar tiempo con James."

Tu decías que tenía que salir con él.

"¡¿Qué!? ¡Yo nunca dije eso!"

Sí, si lo dijiste.

"No, no lo dije, esas son puras calumnias."

Ignoré las quejas de Sultanita para centrar toda mi atención en mi hermana que me miraba como si tuviera la respuesta a todas sus incógnitas.

—Acepto, —la rubia empezó a decir un montón de "gracias"— pero si se pasa no responderé por mis actos.

—Sí, sí, como digas. Vamos ― comenzó a chillar mientras me empujaba para acercarnos a los chicos.

"Esta chica sí que tiene fuerza."

Con razones les ganaba en las vencidas a los chicos.

Matt y James estaban sentados en donde nosotras estábamos hace unos minutos esperando por nosotras.

—Hola Matt.

Matt dejó de buscar haciendo que James diera gracias a Dios provocándome una pequeña sonrisa. Pequeña, no se vayan a confundir.

Matt olvidó completamente la existencia de su hermano para centrarla en mi hermana logrando que ambos se ruborizaran.

—Violet, que bueno verte. Estas bellísima, cada día tu belleza incrementa.

Vi que el rubor se apodero de las mejillas de mi hermana, pero logró disimularlo a tiempo, la rubia estaba usando un vestido floreado en amarillo y un sutil maquillaje que resaltaba sus ojos azules.

—Gracias.

James tosió y yo aclaré mi garganta para llamar la atención de los tortolos para que notaran nuestra bella presencia.

"¿Cuál bella?"

La nuestra y de quién más.

"La de una silla es mejor."

Que dulce.

—Hola Alex.

—Hola Matt.

― ¿Qué tal James?

―Buenas noches Violet.

—James nos acompañará esta noche para tener más diversión.

—Alex.

—James.

El ambiente se puso más tenso de lo que estaba y gracias a nosotros dos que tratábamos de no cruzar miradas.

― ¿Qué tal si vamos a jugar bolos? — sugirió Matt un tanto nervioso después de dar un gran aplauso para llamar nuestra atención.

—Sería lo mejor ― murmuré haciendo que el rubio sonriera aliviado.

Ambos hermanos comenzaron a caminar adelantándose mientras que Violet me tomó del brazo acercándome más a ella.

—Alex por favor comportarte ― susurró.

—Te lo dije, nada está como en un mundo de caramelo, pero insististe. No es mi culpa.

"Si, si es tú culpa."