17

286 14 3
                                    

Cuando me desperté, el tío Liam aún dormía. Me senté en la cama y delineé mis piernas en silencio. Extrañaba poder usarlas. Extrañaba mucho caminar y no preocupar tanto a todos con mi incapacidad.
Las bajé de la cama y apoyé ambas manos en la cómoda junto a esta. Lo intenté y logré mantenerme. Estaba de pie, pero no sentía nada de la cintura para abajo. Si aflojaba un poco la fuerza de mis brazos, caería, dejaría de flotar. Pero no quería aflojar, no quería volver a sentarme. Ya no.
-Shh.-susurró papá a la vez que cerraba el brazo en torno a mi cintura y aparecía junto a mí.-Podrías lastimarte, hijita.
-Es como si flotara.-musité.-Como si nada existiera debajo de mi cintura.
-Vamos a a hacer algo al respecto.-dijo y dejé que me alce.-Pero dejemos dormir a tu tío.
-Papá, Freddie les mintió.
-Lo sé.-dijo él.-Ayer me llamó tu tío Harry. Me dijo que no fuiste a ningún médico. Me gustaría saber a dónde fuiste.
-Al jardín.-murmuré.-Al que íbamos cuando éramos chiquitos.
-Está bien.-suspiró y me sentó en una silla antes de dejar el desayuno frente a mí.-Desayunemos, creo que ya tengo una idea al respecto de lo que vamos a hacer hoy.
-No quiero salir.-murmuré.
-¿Quién habló de salir?-dijo él y tomó mi mano.-Tus tíos van a irse a trabajar y nosotros dos vamos a tratar de solucionar un par de cosas.
-Papá...
-Quiero que volvamos a sólo nosotros dos. Puedo dividirme entre los dos. No voy a perderlos. No voy a perderte, Darcy. Sos mi nena, eso no va a cambiar.
-Papá...
-Nunca tendría que haber planeado esas vacaciones y lo sé...-se sentó junto a mí y acarició una y otra vez mi brazo.-No quería arruinarlo todo. No quería... Hija, ¿por qué no podemos empezar todo desde cero? ¿Por qué no puedo hacer las cosas bien?
-Porque las cosas nunca son fáciles.-dije y apoyé la cabeza en su hombro.-¿Qué vamos a hacer hoy?
-Hoy vamos a ser como antes, Darcy.-dijo.-Sólo nosotros. Vamos a hacer las cosas como antes.
-¿Te dijo el tío que...?
-¿Que hablaron con vos? Sí. Me dijo que la situación es completamente contraria a la de Freddie.
-Él va a seguir empeorando, pero yo no. Yo puedo curarme.
-Lo sé.-dijo y me juntó a su pecho.
-Deberías estar con él. Quiero que tenga a la familia que desea. No quiero que se vaya triste como está ahora.
-No vas a alejarme.-murmuró besando mi frente.-Porque no quiero que sientas que, cuando él se vaya, voy a volver. Soy tu papá, Darcy. Puedo no ser el mejor, pero tampoco soy alguien que vaya a usar a su hija de reemplazo y no quiero que te sientas así.
-No quiero que Freddie se muera.-musité y aparté la taza vacía.-Voy a morirme cuando lo haga.
-Vos más que nadie sabes cuánto está sufriendo.
-Yo le conté la verdad. Él quería entrar a mi cabeza y yo quería que tuviera miedo. No tendría que haberlo hecho.
-Eso no hubiese cambiado nada.
-Freddie me odia.
Él me rodeó con ambos brazos y luego se apartó, debía lavar todo. Sabía que no se había opuesto a lo que dije porque era evidente que Freddie me odiaba y que eso era lo que tenía que aprender a aceptar de ahí hasta que uno de los dos muriese.
-Hoy va a venir alguien que va a ayudarnos. Hoy voy a hacer que aprendas a querer a tus piernas.
-¿Qué?
-Vamos a tatuarlas.
-Dijiste que nunca iba a poder tatuarme.-murmuré.
-No. Dije que tenías que esperar a que fueras mayor de edad. Tenes dieciocho, mi amor. Es hora.
-¿Y si duele?-pregunté y después me sentí estúpida.-No va a doler.-mascullé y aparté la mirada.
-Hey, vamos a lograrlo.-dijo con suavidad y sonó el timbre, pero no era a quien él esperaba.- Connor.
Quise esconderme. Quise meterme lo más posible en esa silla y desaparecer.
- Hey. No. No podes pasar.-dijo, pero este apareció a los pocos segundos y se recostó en el marco de la puerta con suavidad.-Connor, necesito que te vayas.
-Hey, ¿algún día vas a dejar de sorprenderme? Estás hermosa.-aparté la mirada y se sentó junto a mí.-Me llamó mi tío. Me dijo que pasaste a verlo y que era necesario que yo viniera acá. Pensé que nunca más ibas a querer verme y me alegro que no sea así.
Miré a papá, no lucía tranquilo. Nadie lo estaba si Connor aparecía, si sabía dónde vivíamos y me buscaba.
-¿Cómo estás?-preguntó tomándome la mano.
-Como nueva.-reí sin ganas y su mirada se tornó preocupada.-Estoy bien, salvo porque mi hermano se está muriendo y es mi culpa.
-Darcy...-murmuró y puso su frente contra la mía.
-¿Fuiste a ver a Zayn?-preguntó el tío Harry entrando en la cocina.
-No fui a ver a Zayn. Digamos que tuve un percance y él me encontró.-dije.
-¿Le llamas percance a estar volando de fiebre, perdida?-se molestó Connor.-Estabas mal, Darcy.
-Me llevó a su casa.-murmuré y el tío se paró junto a mí y me alzó.-Nada malo pasó.
-Él te dejó cerca de casa.-dijo papá entonces y asentí.-Te tendió una trampa. No querías volver.
-Sí quería volver, pero Freddie...
-Basta.-me retó el tío y me llevó hasta la sala, sentándome ahí.
-¿Darcy?-preguntó Connor confundido mirando la silla junto a la ventana y suspiré.
-No puedo caminar.-mascullé y me dejé caer de lado.-Soy un jodido carrito de compras.
- Connor, tenes que irte.-dijo papá a la vez que bajaba el tío Liam.
-No. Darcy, ¿qué pasó? No...
-No tenía que golpearme, pero me golpeé y ahora no puedo caminar y no voy a poder hacerlo.-el tío me dio las pastillas y las tomé antes de suspirar y volver a mirar al hombre que estaba parado frente a mí.-Ah, y también tomo antidepresivos. Creo que te sacaste una carga de encima y...
Sin dejarme continuar, me tomó el rostro entre ambas manos y me besó. Y creo que volví a ser un poco yo en ese beso, o puede que fueran las pastillas.

El secreto (2da temporada de Escondida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora