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Comimos en silencio. Tomé la mano del tío y él me sentó en sus piernas, dejando que me esconda en su pecho. Los golpes en la puerta empezaron a sonar. Timbre. Timbre, timbre. Golpe. Timbre. Golpe, golpe. Timbre, timbre, timbre, timbre.
- Vamos, Darcy.-musitó levantándome.-Mejor subamos.
-¡Darcy!-gritó papá fuera.-¡Dar...!
-Shh.-dijo Freddie y me tomé el pecho con fuerza.-Le duele.
El tío me tomó mejor y subimos las escaleras, dejando de oirlos por completo. Sus manos recorrían mi rostro una y otra vez mientras yo comenzaba a calmarme. Nos acostamos en su cama y me hice pequeña a su lado dejando que me acapare.
-¿Estás bien?-preguntó y asentí en su pecho. Escuchamos golpes más fuertes en la puerta y él comenzó a cantar Through the dark.
Cuando desperté, él seguía ahí, acariciando mi cabello una y otra vez. Hacía mucho tiempo que no dormía sin pesadillas y tranquila.
-¿Estás despierta?-preguntó y me estiré antes de abrazarlo y reír.
-Sí.
Sonrió como llevaba mucho esperando que lo haga y besó mi frente. Extrañaba al tío, eso, el despertarme con él o con Liam y que todo estuviera bien.
-¿Vamos abajo? Tu tío debe estar por llegar.
-Dejamos abajo la silla.
-Yo te llevo. Mi bebita hermosa. Voy a llevarte. Siempre.
-Me gusta que me alzen.-murmuré.-Tío, mañana van a venir mis gemelos.
-Adiós a la paz.-dijo y negó riendo.-Ya los extraño. Espero que estén tratándote bien.
-Muy bien.-dije y le rodeé el cuello con ambos brazos.- Freddie enloqueció en la escuela y ellos me cuidaron.
-¿Qué hizo?-preguntó con suavidad mientras nos acomodabamos en el sillón.
-Nada. Revoleó un par de mesas y amenazaron con expulsarlo.
-Me imagino que ninguna en tu dirección.
-No. Eran unas que estaban para arreglar. Las tiró en donde no había nadie. Las pateó y se cayeron todas y, bueno. Fue sólo eso.
-No sé si...
-Quiero ir igual.-murmuré y encendí el equipo de música.-Me gusta esa escuela. Además Jack y Mark están ahí.
-Lo sé.-suspiró.- Vamos a hablar con tu tío para que te vaya a buscar. Tenemos que evitar los problemas. Ahora, ¿vos no tenes tarea?
-Me da flojera.-murmuré dejándome caer hacia atrás y él apagó la música.-Tío.
-Ya voy a buscar tu mochila.
Gruñí a modo de respuesta y me cubrí el rostro con uno de los almohadones. Freddie estaba furioso y me esforcé por tranquilizarlo, aunque pareció no servir de nada.
-Ya.-dijo el tío y se sentó junto a mí con mi mochila.-Dulce, vamos.-me quitó el almohadón y me dejó en sus piernas mientras ponía mi mochila sobre el sofá.
-Tío, no puedo hacer eso. Sabes que hace mucho que no entiendo.
-Intentalo.-pidió y me recosté en su pecho mientras sacaba el cuaderno.-Dulce, sé que...
- Freddie dijo que yo era una estúpida por no entenderlo. Dijo que iba a ver como todos pasaban de año menos yo. Todos van a terminar. Yo llegué acá porque él hacía mis tareas. Después las hizo papá.
-Pero ahora quiero que las hagas vos.
-Pero es que llegué con mentiras. Sólo fui yo estos últimos meses de clase. Lo único que vale ahora son los exámenes que no puedo resolver. Creo que me tienen pena.
-Amor, no te tienen pena. Sólo... Quiero que termines la escuela. Yo se que los Jekins pueden ayudarte y que van a hacerlo. Todos vamos a ayudarte.
-Vos no vas a ayudar a mi hija en nada.-resonó la voz de papá detrás nuestro.-No te quiero cerca de ella.
Tomé la mano del tío y él me aproximó a su cuerpo antes de volver su rostro inescrutable. Papá quiso apartarme, pero me tomé con más fuerza y negué una y otra vez.
-Vamos a irnos ahora, Darcy.-dijo con enojo en la voz, con las venas del cuello marcadas y los puños apretados.
-¿Dulce?-preguntó el tío palpando mi rostro y tomándome mejor.
-¡Dejá de decirle así! ¡Dejá de hablarle!-gritó papá y cerré mi mente para Freddie, lo expulsé con rapidez.-¡Es mi hija! ¡Darcy es mi hija!
Pensé que iba a golpearlo, realmente pensé que lo golpearía en ese momento, pero se limitó a arrancarme de sus brazos y mantenerme entre los suyos. No pude hablar. No pude hacer nada. Quería volver con el tío.
-Dejame entrar.-dijo Freddie al otro lado del living.-Darcy, déjame entrar.
Pero yo no quería. No iba a dejarlo. Ya no iba a dejar que nadie lo hiciera. Papá aflojó el agarre y me solté con rapidez, cayendo en el suelo. Me dolía el pecho. Me dolía demasiado el pecho. Llegué donde estaba el tío y él me alzó sin perder un segundo.
-Tranquila.-dijo.-Tranquila, Darcy. Tenes que tranquilizarte. Estoy acá.-el dolor disminuyó y se me escaparon las lágrimas. No quería irme de ahí.
-¡Dejame entrar!-gritó Freddie y yo negué.
-Es mi cabeza.-murmuré.
-No podes negarme eso. Somos hermanos.-los ojos se le llenaron de lágrimas y me junté más al pecho del tío. Papá quería volver a tomarme.-Darcy, somos hermanos.
-Creo que no lo somos hace mucho.-musité y el tío Harry acarició ni cabello mientras seguía pidiendo que me calmara.-Sólo quiero quedarme con mis tíos.
-Eso no va a pasar, Darcy Hillary Tomlinson.-dijo mi padre, más bien casi rugió mi padre como si fuese un animal a punto de atacar.-Vas a venir a casa ahora mismo.
-Esta es mi casa.
-¡No!-gritó.
-Tengo dieciocho años y es mi decisión. Decido quedarme.
-Vos no decidís nada, Darcy. Vas a venir a casa quieras o no.
Me arrancó de los brazos que me sostenían y salió de la casa conmigo. Todo era silencio. Cerró la puerta y miré al tío. Papá le gritaba. Ambos peleaban en la sala.
Un auto se detuvo y volteé hacia el tío Liam.
-¿Darcy?-preguntó y le tendí mis brazos para que me alzara.-No voy a dejar que te lleven, linda. Tranquila.
-Tío, no me siento bien.-murmuré.
Papá se volteó hacia mí con rapidez y miró a Freddie.
-Vamos.-pidió este y me miró con odio.-Dejala acá. Dejala sola.
Sentí su rechazo al instante y aparté la mirada. Freddie y yo habíamos dejado de ser hermanos.

El secreto (2da temporada de Escondida)Where stories live. Discover now