Capítulo 59.

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El café con Ashton me había servido para calmar mis nervios y relajarme por una vez. Siempre que estaba así era por preocupación. Me preocupaba que a Justin le pasara algo o no lo sé. Simplemente me asustaba despertar y que todo se haya acabado. Ashton había estado dándome ánimos para creer que Justin llegaría a tiempo para el baile. Pero por más ánimos que me dieran, conocía a Justin y si había algo que no era, era ser puntual.

Ashton me trajo en su coche hasta casa y compramos una pizza para que tuviera algo que cenar más tarde. No quería cenar, si comía algo no entraría en el vestido y eso, si sería un problema.

Luego de despedirme, subí por las escaleras hasta mi cuarto. Llamé a Caroline para confirmar todo sobre el baile. Si Justin no pasaba por mí, al menos debía tener un segundo plan por las dudas.

—Scott pasará por mí y si el oscuro de tu novio se le pasa por alto ir a buscarte, entonces puedes contar con mi cita—"oscuro". Justin no era oscuro. Es un tanto... reservado pero no es la reencarnación del anti-cristo ni el hermano de Hitler.

—Vale, necesito que mañana vengas a casa—dije recordando que estaría sola.

—Cuenta conmigo—chilló entusiasmada.

—Hoy salí con Ashton—cambié de tema. Estaba segura que ahora trataría de llamar a Ashton para que pasara por mí, o alguna otra cosa que solo a ella se le ocurre.

— ¡Sabía que vosotros teníais algo bajo la manga!—hizo una pausa—cuéntamelo todo.

—Fuimos por un café—Caroline se quedó esperando a que continuara pero supo que no lo haría.

—Fuimos por un café—me imitó pero para el diablo—que tu novio sea el hijo de Voldermont no significa que tú tampoco debes hablar—Carly era realmente fastidiosa cuando hablaba de él.

—Solo eso. Luego me trajo a cada y nos despedimos—hice una pausa—pero lo extraño de todo esto es que... Ashton sabía que Justin no vendría al instituto.

—No seas boba. Le dejó el mensaje porque supo que iría atrás de ti para contártelo—bufó.

—Me voy. Debo ir a la comisaria por si hay noticias de mi madre—colgué la llamada.

*     *      *      *

Me senté en frío sofá de la sala esperando a que el policia tuviera ganas de atenderme. Jugaba con mi cabello, hacía trenzas. Lo enrredaba, lo desenerredaba. Mordía mis uñas, les quitaba el esmalte. Hacía cualquier cosa porque estaba muerta del aburrimiento y las ganas de dormir eran cada vez más grandes y peor aún, mañana debía ir al baile y todavía no tenía una jodida máscara. La puerta se abrió y un hombre de gran barriga -no comprendo como hace para atarse los cordones- apareció e hizo un gesto con su mano para que entrara.

Era casi tan arrogante como Justin. Si los dos compitieran en quién es más arrogante seguro el comisario Smith ganaría. Entré a la habitación oscura e incómoda que tanto conocía y me desplomé en la silla ga desesperada porque me diera las noticias. Si es que había.

— ¿Cómo está, jovencita?—preguntó colmando mi paciencia. Estaba cansada de su teatrito que hacía siempre.

—Solo hable—suspiré.

—Vale. Con respecto a tu madre, ya tenemos la ubicación de donde está atrapada. El único inconveniente es que... Nev ha desaparecido y él es la mayor amenaza—mi rostró se iluminó al oír sus palabras.

—Pues vayan y búsquenla. Nev no me interesa—dije desesperada.

—La escuela nos pagó para vigilar en el baile de graduación por lo tanto, mañana no podrá ser lamentablemente—¡coño que siempre tenía un excusa!

Change me {Justin Bieber y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora