Tomate

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 Capítulo Cuatro

 Hoy era un buen motivo para despertarme de buen humor y hacer las cosas con ganas, hoy era mi cumpleaños.

Así que me preparé para ir al colegio, quizás arrogándome más de la cuenta.

Bajaba al comedor y encontré a mi vieja con una Chocotorta a punto de prender un par de velas. Cuando me vio sonrió y comenzó a cantarme la canción de feliz cumpleaños, haciendo que al final sople las velas pidiendo tres deseos.

Desayunamos juntas compartiendo un lindo momento y comiendo mi torta favorita. Pero lamentablemente tenía que ir al colegio, así que cuando habíamos terminado, me levanto de la mesa, la saludo y salgo de casa con una gran sonrisa en la cara.

Estaba en la parada del bondi, y como de costumbre, conecté mis auriculares al celular, dejando que la música hiciera lo suyo. Cuando vino, subí y me senté en la parte de atrás de todo. Si, esa parte donde hay cinco asientos juntos.

Pensando en aquel chico lindo que me sonreía y que hizo que me caiga, lo invoqué. Subió al colectivo viéndose atractivo como cada vez que lo veía. Es morocho, sus ojos son verdes y siempre estaba con su celular en la mano, siempre y cuando no haya algún movimiento sospechoso. Ya saben a lo que me refiero.

Venía para donde estaba, en los asientos del fondo, y se sentó a mi lado.

— Hola— Me dije sonriendo.

Tiene una hermosa sonrisa.

— Hola— Le contesté sonrojada.

— Perdón por lo del otro día, hice que te caigas— Se rascó la nuca nervioso.

Si bien antes estaba sonrojada, cuando soltó esas palabras fui lo más parecido a un tomate.

— No hay drama, yo me tropecé— Le dije tímida.

Y así empezamos una conversación sin fin. Bueno, si tuvo un fin ya que me pasé de parada y tuve que caminar doce cuadras para llegar al colegio.

Aunque recordando ese día, nunca dijimos nuestros nombres.

Pero, para mí, iba a ser siempre el chico del bondi.

El chico que me gusta. 

El chico del bondi.Where stories live. Discover now