El chico del bondi.

Carta

 Capítulo Diez

Narra el chico del bondi.

 Empecé mi día como todos. Me levanté con todas las pilas, ya que me tomé una taza de café.

Mentira.

Me tomé cinco porque no podía dormir a causa de que le hice una re carta a la chica del bondi.

Si, la inspiración llegó a mí como mis sentimientos inexplicables hacia ella. Si, inexplicables porque hablamos en solo un par de ocasiones. Eso sin contar que nos cruzábamos solo hace dos meses.

Ya listo, salí de casa corriendo. La quería ver.

Así que llegué a la parada y esperé, nervioso, a que el bondi se digne a aparecer.

Cuando vino (después de diez minutos), me subí y buscándola, la vi, estaba sentada en uno de los asientos del fondo. Y como cada vez que la veía, estaba mas linda.

Me acerqué y senté a su lado. La miré varias veces, pensando cómo y en qué momento le iba a dar la carta. Pero el tiempo pasaba muy rápido.

Se levantó y tocó el timbre.

Y me puse nervioso.

El colectivo al doblar, hizo que se moviera la mochila hacia mi lado. Entonces, se me prendió la lamparita y aproveché.

Teniendo a mi favor el momento, tiré la mochila al piso y le metí la carta en el bolsillo mas accesible.

Cuando el bondi paró, ella agarró su mochila y se bajó.

Esperaba que mi plan funcionara, ya que la extrañaba, tenía muchas ganas de seguir conociéndola, y quizás salir juntos.

Si no me quería escuchar, por lo menos iba a leer la carta.

O por lo menos eso esperaba.