El chico del bondi.

 Capítulo Uno

 Era un día normal, como todos los días de semana.

Miré la hora en mi celular, 06:50 de la mañana, con suerte dormí cuatro horas y pico. Soy de esas personas a las que les cuesta un huevo poder dormir, y por eso ando fiacuda, pero me gusta ser responsable, así que me la banco.

Hice mi rutina diaria después de despertarme. Me metí al baño a pegarme una ducha para despertarme del todo, me sequé el pelo y me puse el uniforme del colegio. Bajé al comedor, saludé a mi mamá, quien me preparó un café con leche y tostadas con dulce de leche, así que me senté en la mesa junto a ella que estaba tomando mate y desayuné rápido para llegar a tiempo, casi atragantándome. Saludé a mi querida vieja y me fui a la parada del bondi.

Mientras caminaba a la parada, agarré mi celular y mis auriculares, entré a Spotify y puse mi playlist favorita de rock nacional. Llegué y esperé un par de minutos escuchando "Una piba con la remera de Greenpeace", hasta que llegó el colectivo. Me subí a éste y como estaba vacío, me fui hasta los últimos asientos.

Fueron reproduciéndose distintas canciones, pero mientas sonaba "Génesis" de Soda Stereo, una hermosa canción y mi favorita, olí un perfume varonil, el cual me encantó, así que miré a la derecha y ví como se sentó un chico al lado mío.

Pasaron como unos veinte minutos en los cuales lo miraba de reojo, y a veces lo pescaba mirándome, causándome un leve sonrojo por la vergüenza. Es lindo.

Al bajar, me quedé en la vereda guardando los auriculares en mi mochila y, también, mirando cómo el chico me regaló una sonrisa.

Esperaba volver a verlo.