Casada con el enemigo (Segunda Parte De Enemigos Con Derechos)

Sin secretos, ni pasado

El tiempo se hizo enterno desde que hable con Matt para que vieniera a casa, recién eran las siete y faltaba una hora y media para vernos. En todo ese tiempo me bañe y arregle un poco la casa, encargué pizza aunque que se que lo que menos vamos hacer es comer.

El tiempo pasaba y yo cada vez  más ansiosa estaba, parecía una adolescente que iba a tener su primera vez, Matt siempre hacia que me olvidará de mi alrededor y justo en este momento necesito eso, quiero olvidarme de Ian, de el estúpido casamiento y poder aclarar las ideas de mi cabeza. Tenía que decirle la verdad a los dos, tanto a Matt como Ian ellos no se merecían esto.

Luego de esperar unos veinte minutos más por fin sono el tiembre de casa, salí corriedo para abrir la puerta pero llevandome la desagradable sorpresa de encontrarme con lousia. Ella, a la persona que más confianza le tenía. Mi mejor amiga. Fue y se costó con Ian cuando sabía el odio que le tenía en ese momento.

-Hola. -dice con un sonrisa tímida.

-Lousia que haces aquí, no te esperaba.

-Quiero que hablemos.

-En este momento no puede.

-Samantha por favor, necesito contarte algo muy importante.

-Ahora no puedo, vuelve mañana y hablamos más tranquilas. -no es momento para hablar del pasado justo ahora, sólo quiero ver a Matt.

-Prometeme que hablaremos. -dice sería mirándome directamente a los ojos.

-Lo promero lousia, nos vemos. -ella se da la vuelta y se va, cierro la puerta atrás de mi y vuelvo hacia el comedor pero no puedo dar ni dos pasos que vuelven a tocar el tiembre. -Voy. -grito antes de abrir.

Mi sorpresa es mucho mayor cuando mis ojos se encuentran con un ramo de rosas que cubren la cara de alguien, pero no faltaron quitarlas para darme cuenta que era Matt.

-Hola nena. -dice con una sonrisa de lado mientras me da las flores.

-Matt son hermosas, me encantan. Gracias.

-No hay de que. -dejó que entre y vuelvo a cerrar la puerta. -Ahora quiero mi beso. -dice dansose vuelta, clavando sus grises ojos en mi.

Me acerco hasta donde el esta y junto nuestras bocas en una dulce danza con nuestras lenguas. El me toma de la cintura y me acerca a el, y por impulso suelto en ramo de rosas para poder tomar con mis manos su cabello, me levanta en el aire y me sube a él.

-No sabes lo que te extrañe nena. -dice cortando el beso y mirándome a los ojos.

-Y yo a ti nene. -digo jugando con su pelo. -me acerco a el y plantó un pequeño beso es sus labios y lo abrazó. -Matt necesito hablar contigo.

-Dime que paso. -dice haciendo que lo mire devuelta.

-Vamos a sentarnos mejor. -me bajo de el y lo tomó de la mano llevándolo al sillón del livin, nos sentamos uno enfrente del otro mientras un silencio incómodo va apareciendo. -Nose ni como empezar.

-Por donde quieras. -me toma de la mano y hace que lo mire a los ojos. -Nena tranquila si, los dos cometimos errores. Es hora que los arreglemos.

-Bueno. - quería buscar las palabras correctas para decirle la verdad pero no sabía como, todo mi cuerpo comenzó a temblar sin saber que decir. Levante mi mirada y lo vi sonriendome para tratar de relajarme, y de a poco me tranquilice. -Viste mi hijo Nicolás, que tiene dos años. Bueno ahora dentro de poco va a cumplir tres años.

-Si el hijo de ustedes, que sucede?  -dice con un poco de enojo.

-No es el hijo de Ian. -digo sin pensarlo mucho y el se me queda mirando. -Matt el es........

No puedo terminar la frases porque ya lo tengo abrazado a mi, me abraza con fuerza pero se separa un poco y me mira.

-El es mi........ -dice temblando y lo miro sonriendo.

-El es tu hijo. -terminó su frase y veo como caen algunas lágrimas de sus ojos. Se queda quieto mirándome y, yo nose si esta contento o triste por la noticia.
-¿Matt estas bien? -Digo algo procupada por su reacción.

-Estoy mejor que nunca. -dice sonriendome todavía con lágrimas en los ojos. -No lo puedo creer, es mi hijo, es mi hijo, nuestro hijo.

-Siiiiii. -digo llorando ahora yo, se acerca a mi y me levanta en el aire dándome vueltas por toda la sala.

-Nuestro hijo nena. -me toma la cara entre sus manos y me besa. Demostrando lo feliz que estamos y lo que nos amamos en ese beso. -Nada ni nadie va a poder sacarme la felicidad que tengo que este momento.

-No sabes lo feliz que estoy de poder haberte contado la verdad.

-Y yo de tener un hijo con la mujer a la que más amo en el mundo.

Yo tomo su rostro y lo acerco al mío, lo besó sin miramiento y dejó que la pasión que nos quema dentro nuestro nos vaya consumiendo. El sin perder el tiempo va retirando mi ropa de mi cuerpo como yo lo hago con la suya, y vamos dejando un sendero de ropa por todo el livin hasta llegar a la habitación.

Todo en ese momento se pierde se van los miedos, se va el pasado, los fantasmas, y sombras que nos acompañan. Todo queda en un segundo plano, lo único importante somos nosotros. El mundo exterior desaparece y lo único que importa son nuestros cuerpos juntos y pegados, que bailan al mismo tiempo de una música que no se oye. Sólo nosotros podemos saber lo que pasa cuando nuestras bocas se unen y nuestras lenguas pelean dentro de ellas. Y sólo nosotros podemos saber el amor eterno que nos mantiene juntos aún estando separados por varias razones.

Y así una noche oscura de recuerdos grises, se convierte en un amanecer que alumbra a  dos cuerpos que se mueven para buscar su mutuo placer y para decierse cuanto se aman sin tener que habrir sus bocas.

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Se que prometi subir capítulos,  pero realmente no estaba inspirada pero hoy decidí exprimir mis ideas y subir este capítulo.

Espero que lo disfruten y gracias por leerme.

Anagrey♡