Casada con el enemigo (Segunda Parte De Enemigos Con Derechos)

Ideas claras

El tránsito en la ciudad era insoportable, tuve la suerte de poder haber llegado técnicamente temprano a la empresa luego de llevar a Nicolás al jardín.
Luego de la fogosa noche que tuve con Ian mi cuerpo me estaba pasando factura, esta mañana me hizo jurar que no volvería a pasar nada con Matt por eso hoy cuando lo vea voy a aclarar todo lo que pasó para no volver a pensar en el, la vida me da otra oportunidad para por fin lograr ser feliz y no lo voy a desperdiciar.

Ni bien entre a la empresa una reunión con el los contadores me estaba esperando, habre estado unas dos horas metida en la oficina con ellos para organizar los meses que vienen. En el almuerzo tomé un descanso y comí algo que me trajo mi secretaria mientras esperaba que llegarán las tres para poder arreglar el desorden de mi cabeza.
Ian tuvo que irse a una empresa socia para unas reuniones así que llegará en un rato aproximadamente, yo termine de firmar algunos documentos y separar las fichas de reintegro de los empleados.

-Señorita Smith, el señor connor vino a verla. -dice mi secretaria por el teléfono.

-Que pase, y que nadie interrumpa por favor.

-Como diga señorita.

Me levantó de mi asiento y guerdo los papeles en las carpetas, arreglo mi atuendo para luego levantar la vista y verlo a Matt parado en el marco de la puerta.

-Pasa Matt. -digo algo sería, quiero que esto termine aquí y para siempre. El entra cerrando la puerta y se siente en uno de los asientos frente mi escritorio, yo me colocó en el sillo de enfrente bajo la atenta mirada de el.

-Necesito que hablemos. -digo rompiendo el fastidioso silencio.

-Aquí me tienes, que sucede? -se acomada en su asiento y clava sus increíbles ojos grises en mi.

-Quiero que te alejes de mi. -digo sin pensarlo mucho asiendo que la cara de Matt se transforme totalmente.

-Sabes que no haré eso, Samantha yo te sigo Amando.

-Yo no Matt, esto que teníamos ya se terminó para mi. Tu tienes uno hijo que cuidar y una mujer que amar, yo de igual manera.

-No tengo hijos Samantha. -dice serio y yo me quedo muda al escuchar eso. -Katrina perdió el bebé y tampoco estoy con ella, nunca lo estuve. Se consiguió un amante ya que yo no la tocaba ni con un dedo.

-No sabía lo de tu hijo. -digo algo apenada.

-Y yo lo del tuyo. -dice retrucando. -Samantha yo siempre te ame a ti, aunque no lo sabía siempre fuiste tu la que estaba en mi cabeza.

-Se que te va acostar mucho pero quiero que te alejes de mi, ahora soy una mujer comprometida y se perfectamente quien es el hombre con el que quiero estar y es Ian. -sus ojos se vuelven algo oscuros y de un salto se pone de pie para dirigirse hasta la puerta.

-Tu quieres que me aleje lo haré, pero cuando te des cuenta que estas equivocada va ser demasiado tarde para reparar todo. Yo siempre estaré para ti, yo siempre te voy amar. -sin más sale de la oficina dejándome con la palabra en la boca.

Mi cuerpo pedía a gritos que corra y lo alcance pero logre determe, quiero una vez en la vida hacer las cosas bien pero dentro de todo esto esta Nicolás que no conoce a su verdadero padre. Es lo que más me duele sólo puedo pensar que el es feliz con Ian y nunca le va a faltar algo.
Mis ánimos estaban por el piso así que desido dar una vuelta por el centro de Italia y así poder distraerme, tomó mis cosas y al pasar con el escritorio de mi secretaria le informó que no volveré.

Al salir a la calle me abrigo un poco ya que esta empezando a resfrescar ya que se acerca el invierno, me adentro a un mercado donde hay varias tiendas y como los viejos tiempos resolver los problemas comprando ropa.

(......)

-¿Mi amor donde estas? -pregunta Ian del otro lado del teléfono.

-Llegando a casa, tu? -luego de haber gastado toda la plata que tenía en ropa para mi, para Ian y varios juguetes para Nicolás volví a casa llena de bolsas.

-En casa acabó de llegar, te espero abajo. -corta la llamada, conduzco las dos cuadros que me faltan y lo veo parado en la calle. Estaciono el auto y rodeó este para bajar todas las bolsas.

Al darme vuelta tengo a Ian atrás mío con una sonrisa, toma por mi las bolsas y me tiende el brazo para que lo acompañe.

-Y todo esto? -dice el cuando entramos al hall del edificio.

-Algunos regalos para mis hombres. -entramos al ascensor subiendo a nuestro piso. -Tenía pensado ir al parque con Nicolás, que dices?

-Te iba a decir eso, ahora me cambió y vamos.

Entramos al piso y los gritos de alegría de mi hijo al vernos se hacen presentes. Corre a mis abrazos llenadome de besos el rostro, de sólo verlo se me va todo el extres dejando los problemas para otro momento.

-PAPII !!!!. -dice mi niño lanzándose a los brazos de Ian. El lo resibe con los brazos abiertos y en ese momento me doy cuenta que todo lo que hice estuvo bien, un par de lágrimas salen de mis ojos al ver el amor que le tiene Nicolás a Ian y se que aunque no sea su padre el lo querar siempre.

-Mira lo que te trajo mami. -Ian le da los regalos y el se vuelve loco al ver una patineta con la cara de iron-Man.

-Gratias mami. -dice sonriente mirando su regalo.

-De nada mi vida.

-Bueno ahora a cambiarse que nos vamos al parque. -interumpe Ian.

-Sssiiii.

-Lorena cambia a Nicolás así lo podemos ir.

-Si señora, vamos nico. -su niñera se lo lleva y me quedo sola con Ian.

-Estas bien amor?

-Si, sólo me emociona verlo tan feliz contigo. Nunca voy a tener el tiempo necesario para pagarte todo lo que hiciste con el.

-Samantha esto no lo hago por obligación, amo estar con ustedes. Esta pequeña familia que formamos juntos y aunque no sea mi hijo lo quiero de iagul forma.

Me saca una sonrisa con sus palabras, me acerco a el y lo besó profundamente. Abrazo su cuerpo al mío y el hace lo mismo.

-Vayamos a cambiarnos mejor, lo único que falta es que me tenga que encerrar en el cuarto contigo. -dice riendo.

Luego de que los tres estemos listos nos dirimos a un bellísimo parque cerca de casa, estuvimos hasta la noche donde Nicolás jugaba con otros niños y luego Ian le enseñó a andar en patineta que estuvo bastante bien. Terminamos comiendo en un McDonald ya que Nicolás quería, pero luego de tanto juego se quedo dormido en los brazos de Ian así que tuvimos que volver a casa.
Para decir verdad no comencé el día de la mejor forma, que lo termine de maravilla. Mi hijo esta feliz y yo mucho más, todos los dudas se evaporaron por completo haciendo que entienda que mi vida es perfecta como esta.

Ya son la dos de la mañana y recién me acuesto, después de acostar a Nicolás en su cama pusimos una peli de terror que para mi gusto fue malisima. Ian se quedo sumamente dormido a la mitad de esta y yo me recuesto a su lado luego de depositar un beso en sus labios.

(.......)

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Estos días que tengo libres estaré subiendo más capítulos.
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Gracias por leer esta historia, Anagrey❤.