Parte 7

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Youngjae miró el reloj. La frase "si las miradas pudieran matar" pasó por su mente y él sintió una sonrisa bastante desagradable desplegarse sobre sus labios. Si eso fuera verdad. El reloj no sería más que un montón de vidrios rotos y metáles retorcidos. Faltaban diez minutos para el almuerzo y desde hace poco quería pasar cada segundo de su día con Daehyun. El día siguiente seria dadi de alta y Youngjae lo temía.

"Finalmente" El reloj marcó las 11 y Youngjae estaba fuera de su silla en un flash, abandonando los registros médicos sin un segundo pensamiento. Corrió por el pasillo, desviándose violentamente para evitar a otros médicos y luego irrumpió en el cuarto de Daehyu.

La cama estaba vacía. El doctor se detuvo y se quedó mirando, sorprendido por las sabanas y el colchón vacío. No, no, no podría ser. ¡No podían haberlo dado de alta... todavía no! ¡Era demasiado pronto! Youngjae se quedó allí como un idiota, sintiendo que su cuerpo estaba siendo aplastado lentamente por dentro, cuando de repente dos brazos fuertes lo envolvieron por detrás y un olor familiar llego a sus fosas nasales.

"Sorpresa", Daehyun ronroneó con brusquedad.

"¡Estás aquí!" La cabeza de Youngia se giró tan rápidamente que se estremeció.

"Por supuesto que estoy aquí", Daehyun resopló, dejando caer sus brazos y cojeando hacia la cama, se sentó y suspiró "No puedo estar parado por mucho tiempo, pero es mejor que nada".

"No deberías estar caminando" respondió Youngjae en silencio. Su voz sonó estrangulada y sin emoción para sus propios oídos.

Daehyun levantó una ceja.

"Podrías dañar tus ligamentos" continuó Youngjae, con la visión nublada porque se dirigía a una pantalla blanca. "Podrías caer y desgarrarte los músculos". Parte de él se escuchaba con una expresión de preocupación. Pero la otra parte insistía en que si Daehyun estaba lo suficientemente herido, podría quedarse unos días más, "Podría abrirse una de tus cicatrices, podría...".

Durante el monólogo de Youngjae, Daehyun se había levantado y se había acercado. Se quedó allí un segundo, observando el vago rostro de Youngjae mientras lanzaba tonterías, y luego decidió cerrarla. Cubrió la boca de Youngjae con un beso abrasador, pegando al médico a su cuerpo.

Youngjae sintió fuego extenderse por todo su cuerpo y se aferró a su paciente. Quemaba, pero ahora era placer con dolor. Placer porque tenía emocienes muy fuertes por el hombre ante él y su toque se sentía tan, tan, tan agradable, y dolor porque iba a perderlo. Duele. Youngiae agarró con fuerza la bata de hospital de Daehyun con sus puños y lo besó desesperadamente. Sintió que la boca de Daehyun se abría e inmediatamente aceptó la invitación. Separó los labios y gimió mientras sus lenguas bailaban sacando chispas de pasión por doquier.

Daehyun empujó a Youngjae contra la pared, deslizando su pierna sin cicatrices entre las de Youngjae, frotando su miembro prominente en broma. Sonrio mientras Youngjae se separó, él inmediatamente lo cargo y lo presionó a un más contra la pared, emitiendo un suave jadeo. El hombre de pelo rubio tomó un segundo para admirar el rostro lleno de lujuria antes de lamer el lado del cuello del doctor y mordisquearlo burlonamente.

"D-Daehyun..." murmuró Youngjae, deseando más. Se quitó impacientemente su bata de laboratorio y atrajo a Daheyun para un nuevo beso. Éste era descuidado. Rápido con choque de dientes y mordeduras. Youngjae agarró la parte de atrás de la bata de Daehyun mientras sentía que el paciente movia sus caderas contra él, "uhm m-mierda..."

El hombre de pelo rubio mientras Youngjae estaba ocupado perdiéndose en él placer, se estiro y cerró la puerta. Estaría condenado si tuvieran que detenerse esta vez. Quitó a Youngjae de la pared y lo llevó a la cama, apoyándolo contra las sábanas.

Cuando un médico se deja seducir [DAEJAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora