No fue sólo un presentimiento: hoy se perdió todo lo perdido... (Dorian)

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Entiendo. Estaré esperándote. Te veo en un rato

Sonreí por lo fácil que fue convencer a Dorian de que no pasara por mi, según ésto porque Lance no estará de acuerdo. 

Metí mi celular en la bolsa que no iba acorde con mi vestuario según mi madre, pero que la necesitaba en todo momento. Es una gran acompañante porque  no es pequeña, ni grande. Es perfecta. 

- Te ves muy hermosa, Jordan.

Sinceramente, a pesar de no ser la usual Jordan, creo que me veo bien. 

El vestido es hermoso, lo sé, mas no es algo que me guste en mi y que aunque ella diga que me va bien aún no termino de convencerme. 

El encaje de las mangas largas ayudan a que las cicatrices no se vean tanto, cicatrices o lo que sea que nunca se ha ido de mi piel. Mi madre no lo sabe y no quiero preocuparla, mucho menos darle explicaciones. El cabello lo decidí llevar suelto, sólo que le colocamos un poco de crema para peinar para que éste no se esponjara como siempre.

El vestido no es totalmente largo, llega por debajo de la espinilla. Permite ver mis tenis negros que me dejan ir más cómoda e igual de pequeña, pero es preferible ir en tenis que en tacones. Mi cara sigue igual, sin maquillaje, sólo que en las pestañas con algo de rímel para darle extensión y volumen. Funcionó, la mirada es más llamativa. 

- No me gusto. 

- Entonces no vayas. ¿De qué sirve que te hayas puesto tan hermosa esta noche si no vas a amarte así cómo estás hoy? Porque si hiciste todo ésto no es para nadie más que para ti, ¿me oíste?

Tragué la saliva pesada que llevaba rato molestando. Me giré dándole la espalda a mi reflejo y caminé hacia la puerta, donde mi madre aguardaba.  

Pensando sus palabras, las que son profundas y directas, me deja un amargo sabor de boca. No es que haya decidido vestirme así para impresionar a Dorian, lo hice realmente porque deseaba verme bien en una fiesta donde sería mi primera vez como mujer juvenil que va y se divierte. 

- ¿Tú crees que soy hermosa?

- Para mi no hay mujer más hermosa que tú, cariño. ¿Qué necesitas para creer que eres algo bello?, ¿que necesitas para darte cuenta que por el simple hecho de ser mujer eres ya perfecta? 

- No lo sé.

- Pues me tienes a mi para darte cuenta  de ello. Así que créelo, eres la mujer más bella que pudiera existir. Que para tu madre, Loren Boham, eres la mujer más hermosa que existirá  en el mundo.

- Eso es porque tuve buenos productores de genes.

- Mucho tiene que ver. Andando. 

Abrió la puerta de mi habitación y salimos de ahí con una sonrisa que comenzaba a creer de verdad. Bajamos las escaleras con calma y confiadas porque no llevo tacones y así no me puedo romper otro brazo de nuevo y mi madre no tiene que ir velando por su torpe hija. 

- Tardan mucho

- Porque es una noche importante, Lance. Otorgales su debido tiempo.

- Aún así sigo creyendo que es mucho el tiempo que llevan arriba

- Ya estoy lista. 

Sonreí al bajar con mucho nerviosismo y ese nervio no se fue cuando Lance y Donal voltearon desde el sofá donde cada uno sentado estaba. Al verme y quedarse congelados yo intenté sólo ignorarlos. 

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