-Pero...

-Mi amor – Bill entra al baño en ese momento mirando a su hija con dulzura – Ten paciencia princesa, en unos minutos sacaremos a tu hermano y lo arreglaremos. Además aún tenemos tiempo.

Caroline los mira con el ceño fruncido pero asiente y sale rumbo a la sala a esperar a que sus padres y hermano estén listos.

-Ve con ella – le dice Bill – Yo me encargo de este pequeño diablillo.

Liz lo ve mal, nunca le ha gustado que le llame así a su hijo, aunque no es nada más que la verdad. A su pequeña y tierna edad, Travis había demostrado que tenía una gran capacidad para causar problemas.

Asiente y se levante del suelo del baño para irse a cambiar, su hijo la había mojado de pies a cabeza cuando intento sacarlo.

-Travis – el pequeño se gira para ver a su padre con una sonrisa, toma su juguete de pulpo y se lo enseña.

-¡Mira papi! – Dice entusiasmado – Bob escupe agua – apretó a Bob, como Travis le había puesto al pulpo del que era inseparable, y de su boca en forma de 'o' salió un chorro de agua que fue directo a la cara de Bill – Upss.

Bill se seca con una toalla y mira mal a su hijo pero este está haciendo un hermoso puchero y no se podía resistir cuando hacia esa cara.

-Bien, es hora de salir.

-Pero papi...

-Travis si no sales ahora no llegaremos a la fiesta. ¿Te imaginas la cara de Jeremy si su mejor amigo no va a su fiesta de cumpleaños? Se pondrá muy triste.

Travis lo ve confundido - ¿Emy llora?

-Si – le responde su padre - ¿Y tú no quieres ser el malo que haga llorar al cumpleañero? ¿Verdad? – sabe que está siendo algo cruel pero en verdad tienen que irse.

Travis niega mientras levanta sus bracitos para que su padre lo cargue. Bill lo enrolla en una toalla como si fuera sushi y camina hasta el cuarto de su pequeño.

La habitación está llena de juguetes y peluches que están regados por todo el suelo. Su hijo no era nada organizado y aunque muchas veces él y Liz le dijeron que cuando terminara de jugar con algún juguete lo tenía que guardar, su hijo no les hacía caso.

-¿Qué quieres usar? – le pregunta terminando de secar a su pequeño.

Travis mira su ropa. Bill en serio que no entiende como un niño de 3 años puede ser tan crítico en cuanto se refiere a su manera de vestir.

-Ese – Bill toma la ropa que su hijo le señala. Es un conjunto que consta de un pantaloncito color caqui y una camisa azul cielo.

Después de vestirlo, ponerle unos pequeños zapatitos y peinar su cabello, sale a la sala donde ya están su esposa e hija esperándolos.

-Ya era hora – la pequeña rubia está molesta porque se le hace tarde y ella quiere jugar con sus amigas.

Toda la familia Forbes sube al auto y en menos de 10 minutos están en la residencia Gilbert donde se pueden ver un montón de globos de muchos colores que adornan la casa.

La familia entra y es Miranda quien los recibe con mucha alegría. Salen al patio donde un montón de niños y niñas de entre 3 y 6 años están corriendo de un lado a otro.

Caroline mira a Elena y Bonnie quienes están junto a Matt y Tyler y corre hacia ellos. Los saluda con mucha alegría y los 6 pequeños se ponen a jugar.

Bill carga a Travis hasta donde esta Jeremy, quien quiere alcanzar una galleta de la mesa de comida, y lo baja. El pequeño Forbes tiene en sus manos un regalo envuelto en color verde limón y un gran moño.

El hermano de CarolineTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon