—No te lo diré, tienes que esperar a que lleguemos —Rueda los ojos y se acomoda de nuevo en el asiento.

—¿Falta mucho?

—No, de hecho ... Ya llegamos —Él se sabe perfectamente el camino hacia mi mansión, por lo que estaba conduciendo por otra ruta, por lo que nos tardamos más en llegar, y él no sabía nada —Aquí estamos —Señalo hacia el frente, pero él ya está mirando.

—Wow —Silba impresionado, se baja del auto y se queda mirando hacia la mansión parado al lado de la puerta del auto con cara de sorpresa y hasta parece un poco feliz —¿La reconstruyeron? —Cierra la puerta y se encuentra conmigo frente al auto.

—Sí, está hecha con una madera especial, a prueba de incendios, y reforzada con cemento en cada esquina, así que si alguna vez hay fuego, no se corre el riesgo de que se queme —Eso si parece impresionarlo y le quita la tensión de los hombros, lo cual se me hace raro, pero no evita que me sienta feliz.

—Es demasiado grande, Der. ¿Vivirás tu aquí solo? —Cuándo él me pregunta eso y voltea mirarme, no puedo alejar la mirada de la suya, y creo que se ha dado cuenta de cual es la respuesta. No contesta nada, solo aleja la mirada con las mejillas rojas.

—Vine hace un tiempo, la casa aun no estaba instalada en donde debía, pero por lo que parece ahora sí lo está. Cuando vine, estaba por allí, cubierta por una carpa grande que la cubría de la lluvia y del exceso de sol —Le señalo hacia mi lado izquierdo en donde ahora solo se ven unos cuantos troncos de árboles no tan grande cortados, la tierra ya comienza a tomar un color verde de nuevo —¿Quieres entrar? —Él asiente. Tomo su mano y él gustoso entrelaza nuestros dedos. Me alegra saber que conmigo se sienta tan a gusto.

La puerta de entrada está abierta, alrededor del techo que ya está puesto, hay unas manchas negras que identifico como el sellador de las tejas que están cubriendo el techo de madera y acero.

—Señor Hale —George, el líder de la construcción sale de la casa, y me saluda apretando mi mano.

—George, ¿cómo va todo? Este es mi novio, Stiles —El nombrado me mira con las mejillas hechas un desastre por el sonrojo, pero es amable y saluda a George de un apretón de manos.

—Un gusto, Stiles. Bueno, señor Hale, esto va en acenso. La tierra secó más rápido y mucho más fina de la que creíamos, por lo que a los cinco días de estar seca, no tuvimos problema alguno en instalar las bases y luego la casa. Ya le hicimos la prueba de resistencia con doscientos cincuenta quilos de peso por al menos unas cinco horas, y no hubo problema alguno —Una sonrisa instantánea se me implanta en la cara, y miro a Stiles que parece confundido por todo lo que George ha dicho —Por lo que al día siguiente comenzamos a colocar el piso, y ya está listo, las paredes ya están cubiertas con cemento como nos indicó, y debo decirle que no equivocó, han quedado duras, y resistentes, ahora están siendo pulidas para echarles la cal, y luego comenzar a pintarlas. ¿Quieren entrar? —Él parece demasiado orgulloso por los avances y es una energía que contagia.

—Claro, ¿vamos? —Me dirijo a Stiles, él asiente. George va adelante de nosotros.

Cuando entramos, me quedo algo impactado por el tamaño que tiene. Es grande, muy grande, y creo que he exagerado un poco en el tamaño de esto, aunque no me molesta. Toda mi vida estuve viviendo en una mansión, por lo que esto es como algo normal para mí. Me preocupa es el tamaño tan inmenso para dos personas, o bueno, una por ahora.

El piso de una baldosa con diseños café, que dan la apariencia de madera pintada y hasta gastad naturalmente, por lo que es muy bonito. Del suelo al techo, puedo deducir que hay unos cuatro metros, frente a mí, hay una escalera, que en cierto punto se divide en dos, y ambas dan a la segunda planta.

La cocina que aun no está instalada, pero desde aquí puedo ver que el espacio es demasiado grande. La sala de estar es en donde estoy parado, y también es grande. Vamos andando por la casa, las paredes son grises por el cemento, y algunas aun están rasposas, pero otras lisas y suaves. La segunda planta es donde están las habitaciones, las cuales la entrada aun no tiene puertas, pero los espacios son muy cómodos y grandes. Las habitaciones que no son la principal, tienen el tamaño de la que es la principal en mi actual casa, por lo que el tamaño de la principal es obviamente mucho más grande.

Estoy conforme, feliz de hecho. Todo va como quiero, e incluso mejor de lo que pensaba que iba a estar. 

—¿Qué tal lo ve todo, señor Hale? —Él parece nervioso por mi respuesta, y encuentro agradable su entusiasmo por saber que tal me parece su trabajo, lo cual lo muestras como un verdadero trabajador, que le pone el alma a lo que hace.

—Todo está muy bien, George, de hecho, mucho mejor de lo que yo estaba pensando que iba a estar. Me agrada, sigue así —Una sonrisa grandísima aparece en su cara, y parece tan feliz como un niño al que su padre le ha dicho que puede salir a jugar con sus amigos —La pregunta del millón es, ¿para cuándo está lista?.

—Todo ha ido muy bien, y el clima está ayudando mucho, así que, si todo sigue como va, yo le calculo de cuatro a cinco semanas —Lo mismo que le puse yo a medida que iba viendo todo —¿Qué le parece? —Cuando me pregunta algo y espera mi aprobación hace un extraño bailecito con los pies, lo cual me hace gracia.

—Me parece perfecto, espero que pueda ser así. Ya sabes que puedes llamarme y decir como va todo o si alguna novedad resulta —Estrechamos manos, y luego lo hace con Stiles —Hasta pronto, George. Cuídate —Él me agradece y vuelve adentro de la casa. Yo me retiro con Stiles por donde vinimos para llegar hasta el auto. 

—¿Estás feliz? —Me pregunta él. Volteo a mirarlo, y sonrío.

—Mucho, desde que pasó lo de mi familia, he querido hacer de nuevo la mansión. No solo por recordar a mi familia ahí dentro, sino porque, ahí quiero formar mi propia familia. Mi propia manada —Él parece entender a que me refiero, y aunque aleja la mirada avergonzado y demasiado sorprendido, se abraza a mi brazo y huelo su felicidad y hasta algo parecido a la nostalgia.

Cuando cruzamos hacia la derecha por la carretera, sin verlo venir, algo me golpea la cabeza, causándome un dolor horrible. Algo que nunca he sentido en mi vida, trato de levantarme del suelo, pero el mundo me da vueltas, y escucho los gritos de Stiles llamando mi nombre, y cuando logro ponerme en pie, otro golpe en la cabeza y en el mismo lugar del primero me deja fuera de combate.

With You ©Where stories live. Discover now