Teenage Dream • jb [1]

Treinta y cinco; Coladita

Después de salir de casa de Justin decidí invitar a Cole a comer. Al fin y al cabo, para llegar a casa y encontrármela vacía ya que Liv no volvería hasta más tarde del trabajo al menos así tenía algo de compañía. Sin embargo, tampoco nos entretuvimos demasiado porque ambos debíamos preparar nuestro equipaje, nuestro vuelo salía a primera hora de la mañana y debíamos dejarlo todo listo.

Por eso mismo, nada más llegar a casa me dispuse a hacer mis maletas. Ya había apartado varias cosas, para no tener tanto trabajo, por lo que empecé por meter todo eso en una de las maletas mientras escuchaba algo de música y movía mis caderas al ritmo de las canciones que sonaban.

—Vaya, vaya... —Una voz a mis espaldas me sobresaltó mientras bailaba una canción de Bebe Rexha.

Al darme la vuelta vi a Liv apoyada en el marco de la puerta, mirándome divertida y a Ollie a sus pies.

—Joder, que susto. —Llevé una mano a mi pecho.

—Ya he visto que estabas entretenida. —Rió entrando a mi cuarto.

—Estoy haciendo la maleta y he pensado en animar un poco la cosa. —Me encogí de hombros.

—Ya, porque Justin te animó a ti la noche ayer, ¿no? —Me miró picara y se sentó en la cama, junto a mi maleta abierta.

—Uy... y la mañana —murmuré mientras metía algunas camisetas en la maleta.

—Folláis como conejos, ¿de verdad que tú puedes andar normal? —Me miró ladeando la cabeza y yo solo pude reír.

—No sabemos cuando volveremos a vernos así que hemos aprovechado el tiempo. —Me encogí de hombros.

—Entonces, ¿no ha sido un polvo de despedida? ¿Seguiréis con esto que tenéis? —Me miró alzando una ceja.

Suspiré y coloqué lo que tenía en la mano dentro de la maleta antes de sentarme junto a mi amiga.

—Hemos hablado... sobre nosotros y lo que tenemos. —Coloqué un mechón de pelo tras mi oreja.

—¿Y...? —Me animó a que se lo explicase.

—Supongo que...

—¿Supones? —Alzó una ceja—. Eso ya no suena bien. —Negó con la cabeza.

—No, quiero decir... —Suspiré— He dicho supongo porque no estoy segura de si las palabras que he pensado son las más adecuadas para definirlo.

—Inténtalo. —Hizo un gesto en mi dirección, para que hablase.

—Una relación abierta —dije finalmente.

—Vaya... —Fue lo único que dijo ella tras unos segundos.

—¿Vaya? —La miré extrañada—. ¿Qué pasa?

—No sé —Esbozó una mueca—, nunca te he visto como una persona que llevase ese tipo de relación. Pero si eso es lo que quieres por mí genial —Me dedicó una sonrisa. Sin embargo, no tardó en borrarse, probablemente al ver mi expresión—. Es lo que quieres, ¿no?

Un suspiro se escapó de mis labios y agaché la cabeza.

—Desde luego no es mi opción favorita —admití y volví a mirarla—. Pero prefiero eso a nada. —Me encogí de hombros.

—¿Y por qué no se lo has dicho a Justin?

—Porque no está dispuesto a meterse en una relación seria estando de gira —Me levanté—. Según él esto es una forma de protegernos a ambos.

—¿Protegeros?

—Sí —Asentí—. Dice que estando los dos de gira pueden pasar muchas cosas, pero si planteamos la relación de esta forma es como si ya estuviésemos prevenidos.