Luego sigo bajando, hasta que llego a su entrada, la cual para este punto, está más que húmeda. Él gime y cuando con el dedo corazón doy tiernos golpes sobre su sexo, estira la cabeza hacia arriba y jadea, se muerde el labio, y ésta vez rodeo con toques suaves su entrada, gime y me mira con una expresión de placer, hago el amague de entrar, y él asiente con ganas. Sonrío encantado y meto el dedo de una sola vez.

Se acaricia los pezones, y ahora es la cosa más sexy que he visto en mi vida, gruño, saco el dedo y lo acompaño con un segundo. Él gime más alto y siento que mi propósito en la vida es hacerlo gemir y que tenga orgasmos. Curvo los dedos tal y como aprendí en toda la noche, y él grita mi nombre cuando sin ser suave, impacto contra su punto dulce.

—¿Te gusta eso, eh? —Asiente y en los ojos tiene un brillo de placer, y hambre. Y me pierdo en ellos. Con una de sus manos, toma mi polla que está demasiado dura y grande. La cabeza está perlada por el presemen que he derramado —Hazlo —Le digo señalando hacia mi polla.

Me acuesto en la cama, y él se hace con medio cuerpo encima del mío, el culo queda en pompa, y no puedo resistirme de darle una palmada. Él chilla, y se mete mi polla a la boca. Gruño y cierro los ojos mientras siento su calor y humedad. Es la puta cosa más buena que hay.

Pongo las manos detrás de mi cabeza y dejo que él se divierta. Me mira a los ojos mientras se la traga, y las ganas de cambiar su boca por su culo son muchas, pero al ver y sentir su lengua serpentear en la cabeza de mi polla se me pasa. Lo tomo del cuello, y hago que trague, él aúpa la boca y traga lo que más pueda, cuando se despega, toma bocanadas de aire y sus ojos se llenan de lágrimas, y estoy a punto de quitarlo para que no siga, pero es él quien se vuelve a meter mi falo en la boca.

Me sonríe encantado cuando vuelve arriba, y lo le palmeo la polla en la lengua. Vuelve a tragársela y gruño cuando siento que la tiene casi toda dentro. Mierda, joder, que bien lo hace. Decido no pensar si ya lo ha hecho con alguien, lo importante ahora es demostrarle que no hay ni habrá polla más buena que la mía.

No sé cuanto pasa, pero solo sé que estoy a punto de correrme y que quiero que se lo trague todo. Agita su mano de arriba a abajo, me besa las bolas, me las exprime con la boca y luego pasa la lengua plana por la punta. Jadeo, y me agarro de las sábanas, pego un gruñido cuando siento que exploto en su boca, él se acerca y me envuelve con sus labios. Cuando termina de tragar, se la mete en la boca casi hasta el final y la deja totalmente limpia.

Lo acuesto de nuevo en la cama, y abro sus piernas, su culo está demasiado mojado, y tiene un bonito colo rosa que quiero intensificar. Paso la lengua por todo su sexo, y él gime, repito la acción y veo maravillado como se contrae.

—Para, voy a correrme —Me dice respirando agitado. Yo solo me esmero en ver que su polla suelte semen.

—¿Y eso qué? Quiero ver cuando lo hagas —Meto el dedo corazón otra vez, y él extasiado, se agarra el cabello y se deja hacer.

—No, me gusta más correrme cuando te tengo adentro —Jadeo al escuchar sus palabras. Y sigo follándolo con el dedo —D-Derek, por favor —Amo cuando suplica.

—¿Por qué eres tan sensible aquí? —Para fastidiarlo más, hundo el dedo de nuevo y paso la lengua por su abertura, gime demasiado agudo y jadea cuando recupera el aire —¿Porqué lubricas aquí? —Vuelvo a repetir la acción del dedo y la lengua, y él resopla exasperado y demasiado excitado —Es como un coñito, ¿verdad? —Meto dos dedos ésta vez, y él vuelve a gemir, y su cuerpo responde abriendo más las piernas —Dilo, di que tienes un coño y que es mío —No sé que mierda estoy haciendo, pero estoy fascinado viendo como su cuerpo tiembla y como me mira con desesperación mientras se muerde el labio —Dilo —Le incito cuando curvo los dedos, doy contra su próstata y paso la lengua haciendo movimientos de pequeñas lambidas.

—¡Tengo un coño y es tuyo, joder! —Dice con una clase de enojo y excitación. Sonrío victorioso, y no evito darle otra palmada. Saco los dedos, y utilizando el pre-semen que se ha vuelto a acumular sobre la cabeza de mi ya, de nuevo erecta polla, me inserto en él —Ah, sí, Derk —Susurra y su expresión de cejas juntas y cara contraída ahora cambia a una de placer extasiado. Salgo y vuelvo a entrar despacio, y estoy seguro de que estar dentro de él, es el mismo paraíso. 

—Ya no podré estar lejos de ti, cariño. No después de esto —Él se queda mirándome, y unos segundos después asiente con la cabeza.

—Yo tampoco —Y comienzo a ir más rápido. Esto es por lo que he esperado tantos años. Él es por quien he estado esperando toda mi vida.

Voy más rápido, y él gime ascendiendo también conmigo. Se aferra a mis brazos, y se entrega de nuevo completamente a mí. Lo adoro, le hago saber con mi cuerpo lo que significa para mí, y él solo se dejar hacer.

Cambio nuestras posiciones, y ahora es él quien está encima. Se sostiene de mi pecho, y sube apenas un poco, y se deja caer, cierra los ojos y disfruta de la sensación. Yo dejo las manos a los lados y dejo que sea él quien tome el control, muele las caderas en círculos y yo me muerdo el labio inferior disfrutando de la maravillosa e inexplicable sensación.

Se impulsa hacia arriba y se deja caer, lo hace cada vez más rápido, y se vuelve igual que la nche anterior, una melodía de chillidos. Me encuentro con él en cada bajada, y los dos jadeamos al unísono. Él se presiona hacia abajo, y yo lo hago hacia arriba, y es perfecto. Es perfecto sentir su culo alrededor de mi polla, y aunque en el pasado tuve amantes, nunca nadie se ha sentido como él, nunca nadie ha hecho que quiera hacerle el amor, y nunca nadie ha hecho que mi corazón se desborde de amor y demostrarlo con el cuerpo. Y ya no puedo callarlo, no más.

—Te amo, Stiles —Le susurro en el oído mientras hago que ruede las caderas. Un sollozo se escapa de sus labios, y se aferra a mis hombros, mientras deja que sea yo quien lo tome. No me responde, pero me besa y deja que todos los sentimientos se transmitan a través del beso. 

—No sé que siento, pero desde que comencé a conocerte y a saber que no eras lo que yo pensaba, sé que ya no puedo vivir sin ti —Y cuando termina, sus ojo se llenan de lágrimas.

Yo me muerdo el labio, y lo miro a los ojos, me aferro a sus caderas y lo penetro, hasta que ambos nos corremos a la misma vez sobre mi pecho.

With You ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora