Capitulo 14

110 18 7
                                    

            Estaba rota esa había sido la noticia más dolorosa que me habían dado en mi vida, en ese momento entendía el porqué de su abandono. Él nunca me había amado, porque uno no le hace daño a la persona que ama, lloraba por todas esas veces que él me decía que me amaba. Cuando en realidad era una vil mentira barata. Lloraba por todas las veces que me deje humillar y que por estúpida no me defendí, lloraba por todos los insultos que no pude gritarle por una compasión de amor. Pero él nunca tuvo remordimiento por lo que me estaba haciendo, golpeaba las paredes, me jalaba el pelo con impotencia por no poder hacer nada contra esa noticia tan dolorosa.

Me dolía hasta el alma que alguien más estaba con el dándole amor, él se había encargado de hacerme trisas mi corazón. Pero no lo iba a llamar no iba seguir revisando su ultima vez de conexión, no le iba a permitir que me viera derrotada. Tome el corazón que me había dado unos días antes de venirme, estaba intacto, de la cólera tome una tijera y lo partí en dos. Porque esa era la descripción gráfica de ese momento, sabía que la única culpable de lo que estaba pasando era yo. Mi problema era que no me gustaba darme por vencida, siempre luchaba por lo que quería, pero ese pensar jugo en mi contra. Ese pensar me dio varios dolores en mi corazón, le permití muchas cosas por amor con esperanzas que el volviera y me eligiera. Tan poca cosa me sentía para andar mendigando amor, tan poco amor propio me tenía para soportar tantas humillaciones, gritos. Pero me estaba yendo lento para darle tiempo para que me eligiera, me iba despacio para darle la oportunidad de arrepentirse de lo que me estaba haciendo. Pero el no quiso tomar esa oportunidad, y decidió de qué lado estar, que definitivamente no era el mío. Estaba tratando de no llorar, tratando de valorarme un poco y dejar de llorar por un hombre que no valía mis lágrimas, pero era imposible aguantar tanto dolor. Pensaba que él no extrañaba ninguna de nuestras pláticas y si lo hacía no lo demostraba, en ese momento caí a la realidad. No podía seguir sufriendo por algo que solo estaba en mi cabeza, no podía seguir sufriendo por algo producto de mi imaginación.

Pensaba que no era justo seguir llorando por un androide sin corazón, no sabía cómo me sentía si era enojo, decepción, tristeza pero lo que si sabía era que estaba mal. En ese momento me pare enfrente del espejo, secándome las lágrimas dije ¡Hasta aquí! hasta aquí llego la niña ingenua que creía en todas las palabras que le decía. ¡Hasta aquí! dejare todos los mensajes de "Amor". ¡Hasta aquí! voy a dejar todas mis ilusiones. Hasta aquí voy a dejar todas mis lágrimas. ¡Hasta aquí! voy a dejar de pedir disculpas por algo que no hice. ¡Hasta aquí! ¡Hasta aquí!

En ese momento había decidido cambiar, en ese momento decidí empezar a valorarme. En ese momento decidí amarme a mí misma sobre todas las cosas, en ese momento después de todo lo que había ocurrido ya no estaba dispuesta a ser la misma. Desde ese momento estaba dispuesta a dejarlo ir, en ese momento lo deje libre. Él era una persona mal tratadora no física, pero si psicológica. Él era una persona abusiva, prepotente, manipuladora, yo no podía seguir con una persona tan negativa en mi vida, en una persona tan mediocre. En ese momento había decidido dejarlo libre, no lo hacía por él, lo hacía por mí, para poder disfrutar la vida sin que una persona me esté diciendo que no puedo. Para disfrutar sin que una persona me haga sentir mal por mi apariencia física. Estaba cansada de la manera en que el me trataba, estaba cansada de sus celos enfermizos. Aunque me dolía en el alma dejarlo ir, pero era la única manera de poder estar feliz siempre no solo por momentos. Tenía que comenzar a ser egoísta, a pensar en mi misma antes que en los demás para poder empezar de nuevo, para empezar a olvidar tantas cosas que me había hecho daño. Esta vez lo dejaba libre y era definitivo, siempre he sido muy firme en mis decisiones y esta vez no sería la excepción. Pero también estaba segura que un día se daría cuenta que yo lo di todo por él, y en ese momento me extrañara y quera volver. Pero allí estaré yo firme en mi decisión para decirle "Lo siento, tu tiempo ya paso y no pude seguir esperando más" Me sentía devastada, pero nada me haría cambiar de opinión. En ese momento sentía que la presión se me bajaba, tenía ganas de vomitar, mi corazón iba a mil por horas. Decidí ir a la cocina por algo dulce mientras caminaba, miraba todo negro con luces de colores, en ese momento llego mi mama le dije que se me estaba bajando la presión. Ella sin mucha importancia me dijo que la refrigeradora había un poco de Coca-Cola que tomara un poco, que ella iba de salida. Eso mismo hice, al ingerir un poco de ese maravilloso liquido me sentí mucho mejor.

ELIGEMEWhere stories live. Discover now