Te llevo en mis letras. [PAUSADA]

"Un mal día para todos"

Había tenido días terribles en los que estaba por querer morirme, en los que soltaba largos alaridos y golpeaba las paredes, pero sin duda este ha sido uno de los peores, el peor hasta ahora, mejor dicho, aquí no puedo llorar, no puedo soltar alaridos o golpear algo, y sin duda esa es una sensación horrible, el no poder desahogarte, sacar ese dolor y amargura que llevas dentro.

"-Si Jennifer, si quiero casarme contigo."

Aquella frase retumbaba una y otra vez en mi cabeza, y los aplausos de la gente iban a hacer que mi cabeza estalle, a lo lejos escuchaba a Nicky llamándome, pero yo no podía ponerle atención, no estaba en mis cinco sentidos, no del todo, aquello sigue sonando una y otra vez en mi cabeza como si fuese una maldición y para cerrar con broche de oro esta horrible pesadilla miro como Jennifer le implanta un beso a Piper, en aquellos labios que me habían jurado amor una noche antes.

Me levanté de mi silla y comencé a correr, a lo lejos escuchaba a Lorna, a Red y a Nicky llamarme y a pesar de que llevaba tacones yo corría lo más rápido que podía, llegué a la entrada del teatro, el aire frio golpeo mi rostro y escuchaba pasos acercándose rápidamente detrás mío, no voltee, no quiero saber quién es, salgo a la calle, está lloviendo y las gotas caen rápidamente en mi cabello, mi cara y el resto de mi cuerpo, frente al teatro miro un parque y cruzo la calle corriendo, me siento en uno de los juegos que están solos y mojados y es aquí donde me permito llorar a mas no poder para que mis lágrimas se perdieran con las gotas de la lluvia, grite y golpee lo que sea que tuviera frente a mí.

Me encontraba sentada ahora en el pasto, completamente mojada, continuaba llorando, pero ya no tan fuerte como minutos antes y vuelvo a escuchar unos tacones acercándose a mí.

-Aléjate Nicky, necesito estar sola. –

- Amm ¿Quién es Nicky? – Dijo una dulce y tímida voz, no es una voz que yo reconociese, jamás la había escuchado, volteo hacia arriba sacando mi cabeza de entre mis rodillas y por la oscuridad no logro ver más allá de unos cabellos rubios, es una chica con un vestido, un saco y unos tacones considerablemente altos.

Aquella chica, sin conocerla y sin importarle lo que le pasara a sus piernas o su vestido se arrodilló al lado mío y puso su mano en mi espalda, acariciándola lentamente.

- ¿Quién eres? – Le dije con mis labios temblando por el frio que la lluvia causaba.

- ¡Cielos! Esta helada – Dijo quitándose rápidamente el saco y colocándolo sobre mí, y hasta ese momento me di cuenta de que era cierto estaba helada. – Soy Valery McAdams, trabajo para Zeta Books. - Dijo con su dulce voz.

-Soy, Alex Vause, trabajo para un bar de un hombre mórbidamente gordo. – Ella soltó una tímida risa.

-Ven. – Dijo poniéndose de pie y estirando su delgada mano hacia mí. - Aquí afuera hace frio, está lloviendo y podrías resfriarte.

-No me importa resfriarme. -

- Ella no vale que te resfríes. – Dijo seria y yo voltee a mirarla confundida, en realidad miraba hacia un hueco oscuro ya que por el reflejo de la luz yo no podía ver su rostro, pero ella si podía per el mío, el cual emanaba sorpresa. – Si ojos de gatito, mire el momento en el que saliste corriendo del teatro y por eso te seguí, nunca pasa nada bueno si una persona sale corriendo de tal manera y en esta situación en la que te encuentras –

-No tienes que estar aquí. – Dije seria aun mirando a ese hueco negro.

-Bueno no, pero ignorando el hecho de que traes puesto mi abrigo, quiero estar aquí porque no es bueno que estés en esta situación tu sola, ven acompáñame a un lugar seco. – Dijo aun con la mano extendida.