Eres Tú Lo Único Que Veo

Cambio de planes

Naruto despertó feliz y más temprano de lo usual, al fin era lunes, el tan esperado y ansiado día que compartiría con Hinata. Por supuesto que el día anterior no dejo de mensajear con la ojiperla, pero eso no bastaba, él quería verla, hacerla reír, escuchar su hermosa voz, pero sobre todo, quería hablar con ella de aquel sentimiento que tenia resguardando desde hace tiempo y que ya no podía ocultar más, deseaba ser correspondido, que Hinata aceptará ser su novia.

El rubio era un manojo de nervios y ansiedad, sentía una extraña sensación en su estómago, pero no de una forma que lo hiciera sentir enfermo, sin embargo, era inexplicable. Se dirigió a su baño para tomar una ducha rápida y relajar su cuerpo, sabia que era temprano, pero no debía demorarse demasiado, tenia que pasar por Hinata y ella siempre salía temprano para llegar mucho antes que él a la escuela. Busco su uniforme escolar y se vistió con velocidad, arreglo su cabello y tomó su mochila, para después dirigirse a tomar alguna fruta de la cocina y salir corriendo, ni siquiera vio a sus padres, algo inusual, pero ahora todo lo que importaba era llegar con Hinata.

*****

El rubio se encontraba afuera de la residencia Hyuga, Hinata le había dicho por mensaje que ella lo esperaría afuera, por ese motivo, al llegar al lugar, Naruto se sorprendió de no verla. Saco su celular y vio la hora, era muy temprano, de la emoción había salido más temprano de lo usual, así que ahora más tranquilo, decidió esperar a que la ojiperla saliera.

Pasaron minutos y el rubio comenzó a sentirse ansioso, incluso Shino y Kiba ya habían pasado, e incluso el chico castaño se había burlado de él diciéndole que tal vez Hinata ya se había ido, pero eso era imposible llevaba bastante tiempo pero ella no salía, eso comenzaba a preocuparle. Decidido a no esperar y saber que la ojiperla estaba bien, se acercó a la puerta con intensiones de tocar, sin embargo no pudo ni llegar a la puerta, pues la ojiperla había salido. Una sonrisa se dibujo en el rostro del rubio al verla, sin embargo, no duro demasiado, al acercarse más a ella, la noto diferente, pues ella ni siquiera se había percatado de su presencia, pero eso no fue lo alarmante, Hinata se veía terriblemente mal, enferma, sus mejillas estaban completamente rojas y en su frente pudo observar pequeñas gotas de sudor, mientras su labios temblaban constantemente, la chica no pudo evitar estornudar, ocasionando que soltará sus cosas, realmente estaba muy mal, Naruto se acercó a ella para ayudarla.

-Hey, Hinata...- El rubio consiguió que la mirada ojiperla se posara en él.

-Naruto, disculpa, creo que se esta haciendo tarde, pero es mejor que nos apresuremos, aun podemos llegar.

Naruto se acercó a la chica y la tomó de los hombros para frenar su caminata, jamás la había visto así.

-Hinata, estas enferma, tú no puedes ir a ningún lugar en ese estado.

-No, de verdad me siento bien, solo tengo un poco de resfriado, no es nada grave, hoy no puedo faltar, es un día especial.

-Hinata,- el rubio suspiro y se sintió mal por la ojiperla, aun con aquel resfriado la chica se negaba a quedarse en cama, ¿Qué era tan importante para ella como para no descansar estando en aquel estado? Simplemente no lo entendía- te aseguro que ese resfriado no es cualquier cosa.- Acercó ambas manos al rostro de la Hyuga, posando una mano en su frente y otra en su mejilla.- Tienes fiebre,- el rubio frunció su ceño al sentir, literalmente, que la cara de Hinata ardía. - ni pienses que vas a ir a algún lado así.

Hinata no sabía si su cara ardía debido a la fiebre o a la cercanía y preocupación del rubio hacia ella, en ese momento se sintió muy infantil por comportarse de aquella manera, pero realmente quería ir a la escuela, Sakura e Ino le ayudarían con la sorpresa que tanto había estado preparando para el rubio, era su cumpleaños quería estar con él y tampoco quería quedarse sola en casa.