Eres Tú Lo Único Que Veo

Sincero

El día de clases pasaba más lento de lo que Naruto esperaba, era como si el reloj se rehusase en avanzar, pero otra parte de él se alegraba de que fuese así, no sabía que decir y un remolino de sensaciones se acumulaban dentro de él, sabia que no era bueno cuando se trataba de hablar de sus sentimientos, era demasiado torpe y no quería arruinar las cosas con Hinata.

El rubio aprovecho su tiempo libre para caminar y poder relajarse un poco, necesitaba pensar, acomodar sus ideas, pero por sobre todo, sus sentimientos. Era la primera vez que se sentía de aquella forma, todas sus emociones eran algo nuevo para él, no recordaba haber sentido algo igual por alguna chica y es que Hinata no era cualquier chica, eso lo tenia muy claro y por eso mismo no quería estropear las cosas con ella. Dejaría que las cosas tomarán su propio curso, hablaría con ella cuando se diera el momento, y en cuanto a que iba a decirle, seria algo espontáneo, una vez teniéndola de frente, la inspiración llegaría a él, de eso estaba seguro.

*~*~*~*~*

Naruto esperaba paciente a que aquella melena azulada saliera de aquel salón, buscaba desesperado a la chica de orbes que le recordaban a la luna, la observó a través de la ventana, mientras ella guardaba con parsimonia sus cosas, el rubio no soportaba más, quería entrar por ella y largarse de ese lugar tan escandaloso, ¿quien lo diría? El chico más escandaloso y con hiperactividad buscaba tranquilidad, pero esa tranquilidad tenía nombre.

-Hey, Hinata!- el rubio levantó su diestra para llamar la atención de la Hyuga.

La chica sólo levantó la vista y al ver al rubio una linda sonrisa apareció en su rostro, apresurando su paso para llegar a él.

-Perdón por haber tardado tanto, espero no haberte hecho esperar demasiado.

-No, para nada, tú siempre te disculpas por todo.

Hinata sólo pudo sentir su cara arder, Naruto la observaba divertido, aquellas reacciones que la ojiperla tenía a consecuencia de él, provocaban que su pecho se llenará de orgullo, sabia que sólo él tenía ese poder y vaya que era un idiota por no notarlo antes, ahora no podía permitir que nadie le quitará ese lugar, tenia que actuar rápido.

-Po-Por cierto, no sé cómo decirte esto Naruto, pe-pero...-Naruto observó a la ojiperla, se notaba muy nerviosa, empezó a jugar con sus dedos en señal de su nerviosismo, su cara cada vez se tornaba más roja. El rubio trago fuerte, ¿a caso Hinata planea confesarme sus sentimientos? Sin poder evitarlo, ahora el que estaba sonrojado era él.- ¿No te molesta?

El rubio parpadeo varias veces, estaba tan sumergido en sus pensamientos que no escuchó lo que la ojiperla le había dicho.

-No, para nada.-Sacudió ambas manos en señal de negativa, no sabía que era lo que podía molestarle, siendo Hinata, no debía ser nada malo.

No quería verse como un idiota preguntado una vez más lo que la temerosa Hinata se esforzó en decirle.

-Bien, entonces no creo que ellas tarden en llegar.

¿Ellas? ¿De qué estaba hablando? Naruto miró confundido a la ojiperla, pero antes de poder pedir una explicación, recibió un par de palmadas en su hombro, que lo sacaron de su ensoñación.

-Así que, ¿una cita triple?

Sasuke le regalaba una sonrisa ladina a su amigo rubio, el azabache no tardó en darse cuenta de que su atolondrado amigo no sabía de que hablaba. El amor lo vuelve más idiota, pensó para sus adentros el Uchiha y sonrió divertido, su amigo no tenia salvación alguna.