Baño de prefectos - Drarry.

Capítulo 2 (parte 1)

Los días siguientes, Harry se fue escondiendo toda la mañana del rubio y de cualquiera de sus compañeros de Slytherin por si a Malfoy se le había ocurrido contar su encuentro en el baño, llamándolo pervertido o tergiversando la historia de cómo sucedió.
Cuando finalmente se dio cuenta de que nadie lo miraba más de lo común, decidió dejar de huir del rubio. Aunque en realidad era más por el hecho de que le tocaba pociones en aquel momento, más que el hecho de que ya no quisiese seguir escapando.
Decidió que sólo había sido un encuentro "casual" que se había presentado sin querer.

Entró a la clase de pociones con sus dos mejores amigos y se sentaron en los típicos asientos, hasta que empezó la clase.
Fue una clase teórica, lo cual la hizo más aburrida de lo común.
Mientras la clase avanzaba, se fijaba en como Hermione se veía muy animada escribiendo todo lo que el profesor decía en su pergamino, subrayando lo más importante, impecablemente. Eso era algo que sólo su mejor amiga podía hacer.
Por otro lado, Ron, quien se encontraba al lado contrario, intentaba desesperadamente mantenerse con los ojos abiertos el resto de la clase.

De repente su vista se desvió hasta unos puestos más adelante, notando sobre él la mirada de cierto rubio platinado, quien tenía medio volteada la cabeza y le sonreía con sorna.
Harry le miró frunciendo el ceño.
De repente le guiñó el ojo y sus ojos se abrieron como platos.

Harry movió sus labios formando la frase "¿Qué crees qué haces?" en completo silencio.
Lo único que recibió en respuesta fue un, "a las nueve", y luego los ojos grises se volvieron hacia en frente, dejándolo con las palabras en la boca.

Supo que con eso, se refería nuevamente al baño de prefectos.
Luchó el resto del día en su mente pensando sobre lo que debía hacer.

Cuando se hicieron las 9pm, se encontraba fuera del baño de los prefectos, paseando de un lado al otro, pensando en si debía entrar o no.
Obviamente como siempre llevaba la capa, no quería arriesgarse a que alguien lo viera allí.

No sabía cuánto tiempo había pasado cuando se decidió a abrir la puerta del baño justo después de haber pronunciado la contraseña.
Ahí estaba, mirando directamente a la puerta.

—Quítate la capa, Potter.
—Malfoy. — Dijo en tono de saludo, luego de quitarse la capa de encima. — ¿Y bien?
—¿No vas a entrar?

Se dio cuenta de que el rubio se refería a la gigante bañera en la que se encontraba, mientras rodaba la cabeza intentando relajarse.

—¿Qué? — Potter cuestionó perplejo.
—¿Estás sordo? Te pregunté si vas a entrar.
—¿Te estás burlando de mí?
—Potter, sólo entra antes de que me arrepienta de esto.
—¿Seguro que no tienes fiebre?
—¡Mierda, Potter! ¡No seas cobarde!
—¡Vale, vale! Pero, creo que te estás volviendo loco.

Harry comenzó a quitarse la ropa, de una forma muy nerviosa. Le costó bastante terminar de desabotonarse la camisa debido al temblor de sus manos.
Cuando quedó sólo en calzoncillos, se acercó a la bañera y comenzó a meterse en la misma, mientras hablaba.
—Entraré, pero no desnudo.
Draco rodó los ojos, mientras se acomodaba en su extremo de la bañera.
—No es lo que tú crees, no lo hago porque me gustes o algo así... Eso sería horrible. Sólo... Hay algo que debo intentar.

* continuará.