CAPITULO 15

984 97 39
                                    

A la mañana siguiente, Tzuyu salió desde temprano a correr y no regresó, nadie dijo nada al respecto, pues la menor se mensajeaba constantemente con Jihyo. Por esa misma razón Sana no pudo hablar con la menor, quería disculparse personalmente y no vía mensaje.

La casa estuvo en silencio, cada quien hacia sus cosas. En el tercer piso de la casa, Nayeon y Jeongyeon continuaban con esa misma tarea, pues había cierta parte que la tomboy confiaba Momo había hecho del principio, pero resultó que no.

-¿Y simplemente harás todo por ella?

-Básicamente, si. Eso acordamos al apostar y no perderé mi honor.

-Eres increíble, Yoo Jeongyeon.

-Lo sé.

-No lo digo en ese sentido, idiota.

Aun así, continúo sonriendo, ella lo tomaría como un cumplido dijera lo que dijera la mayor.

-Sabes, no es necesario que me sigas ayudando, yo puedo terminar esto sola.

-Jeong, has dicho eso desde hace dos horas y no has avanzado nada.

-Es porque... ¡Me distraes! Ya, vete de aquí.

-¿Segura que no quieres mi ayuda?

-Segura...

La mayor la miró sería, levantando una ceja, era obvia la duda en su voz.

-Ya, hazme lugar, te ayudare.

Jeongyeon se movió en la cama para darle espacio, quedando ambas acostadas boca abajo frente a la laptop y con los libros por todos lados donde cupieran.

Nayeon y Jeongyeon, una pareja bastante dispareja, una era blanco y la otra era negro, pocas veces ambas coincidían en gris, pero esas pocas veces era cuando lograban avanzar. Por esto mismo, fue que pasaron las horas para que lograran terminar algo que normalmente se haría en un par de horas.

-Ya era hora.

-No sé, aun no convence lo último.

-Jeongyeon, has lo que quieras, es tu tarea.

-No lo dije de esa manera, pero si tú piensas que tu manera es correcta, pues así lo dejare.

-Como quieras.

Rodó los ojos al tiempo que rodaba para quedar boca arriba.

La más alta se levantó a recoger y acomodar los libros en su escritorio junto con la laptop, Jeongyeon podía ser una idiota, pero era una muy ordenada.

La coneja no paraba de mirarla, pero eso ya era costumbre; si Jeong preguntaba "¿Qué miras?", Nayeon respondería "¿Qué? Ya no puedo mirar o que." Y comenzarían a discutir, así que a veces simplemente pasaban de largo eso.

Tras terminar de acomodar todo, se aventó a la cama, no dijo nada, simplemente se acomodó recostando la cabeza en el pecho de la mayor.

-¿Qué haces?

-Tengo sueño, guarda silencio y tomemos una siesta.

-Mi habitación está al otro lado del pasillo, si quisiera una siesta me iría...

-Calla, quiero dormir a tu lado, como cuando éramos niñas.

Jeongyeon se abrazó al cuerpo de la chica de manera suave y cerró los ojos, a Nayeon no le quedo de más y titubeante la abrazó de la misma manera, cerrando los ojos después de un rato.

Unas cuantas horas pasaron, la coneja despertó al sentirse observada y al abrir los ojos ahí se encontraba, Jeongyeon viéndola. En algún momento cambiaron de posición y ahora era la mayor quien descansaba en el pecho de la más alta.

Like A FoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora