CAPITULO 6

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Desde el punto de vista de Tzuyu, la comida de su bienvenida fue del todo amena. Pues escuchaba historia tras historia por parte de sus nuevas compañeras, las cuales parecían ser bastante confiables y sin tanto interés por esa diferencia entre sus edades.

Pero, desde el punto de vista del resto, fue algo incómodo. ¿En qué sentido? La menor del grupo no dijo más de dos silabas, cuando mucho, por cada vez que hablaba y cuando no, solo se limitaba a asentir o hacer ciertas expresiones pequeñas.

En la escuela, durante el tiempo de tutorías, Jihyo veía eso normal al conocerla un poco más, pero en ese momento sintió esa incomodidad por parte del resto.

-Creo que ya es hora de que me lleve a Tzuyu.

Habló poniéndose de pie, indicando a la menor que la siguiera. Entre las dos se llevaron las pertenencias de la taiwanesa y subieron hacia la habitación que compartirían desde ahora.

-¿Qué te parecieron las chicas? La primera impresión siempre es algo grande.

-Creo que son de fiar como tú.

-Me alegra escuchar eso... Por cierto, ¿conocías ya a Sana?

Jihyo sabía, lo había escuchado de las burlas de Momo hacia su compatriota.

-La conocía poco antes de llegar a la casa, en la tienda.

La mayor lo notó, y quien no lo haría, Tzuyu había sonreído desde el momento de la mención de la otra chica.

-Es linda, ¿no?

La menor asintió volviendo a su rostro neutro, aunque sus ojos continuaban con ese brillo especial.

En la cocina, Nayeon, Sana y Mina se encargaban de acomodar las cosas que ya Jeongyeon y Momo habían lavado, ese fue el acuerdo antes de una ronda de piedra, papel o tijera; al primer turno el dúo JeongMo utilizó piedra, perdiendo ante el papel del trio.

-Creo que es bastante hermosa. ¿No lo crees, Sana?

La mayor de toda la casa comenzaba a molestar a la japonesa, que solo la miró haciendo un pequeño puchero con los labios.

-Un ángel.

Repitió Mina en japonés para después reír junto a Nayeon, la cual conocía el significado de esa palabra gracias a algunos doramas de aquella nación que vio.

-¡Yah!

Les pegó a ambas con una de las telas que usaban para limpiar en la cocina.

-Tranquila, si la chica te ve así de agresiva la espantaras.

La burla continuaba y dio inicio a una pelea, donde las armas eran esas telas que usaban para pegarse.

Por su lado, Mina solo las observaba en lo que terminaba de acomodar todo.

-Tiempo.

Indicó Nayeon al escuchar el timbre de la casa. Al parecer JeongMo estaban tan ocupadas viendo la televisión y aplastadas en la sala como para moverse.

Tomó la responsabilidad de ir a abrir la puerta y entonces hubo unos de gritos de felicidad.

-¡Nayeon!

-¡Jisoo! ¡Jennie!

Las chicas se abrazaron al tiempo que caminaban al interior de la casa.

-Creo que mejor si me hubiese levantado a abrir la puerta.

Comentó Momo estirándose en su lugar para ver al par de recién llegadas, viendo de arriba abajo hasta que un almohadazo la trajo de vuelta.

-Jisoo y Jennie son territorio prohibido.

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