>Capítulo 1

5.8K 251 32
                                    

Pasé los dedos por las plumas de la flecha, sintiendo cosquilleos en cada pequeño corte que quedaba expuesto. Expuesto al frío de un otoño que sabía a invierno.

Tendría que salir a cazar. Volví a la realidad con esa idea en mente y guardé la flecha mientras cogía el arco. Joel me daba la espalda, frente a la fogata que había preparado y mantenía viva.

—Voy a buscar comida, Joel— le anuncié sin molestarme a esperar una respuesta. Sabía que no se negaría a que saliera sola, pero no estaba segura y quería probar la nueva flecha.

Corrí procurando no resbalar con la nieve y no tardé en adentrarme en el bosque, adoptando mi sigilo característico. Ahora eso se ponía serio.

Cogí el arco y preparé la flecha; debía estar alerta, nunca se sabía qué podía ocurrir. Las cosas podían pasar de estar muy bien a todo lo contrario. No me iba a arriesgar.

Frené en seco al escuchar un ruido de procedencia dudosa... ¿sería un infectado? El ruido se repitió, falsa alarma: era el siseo que producía el aire al topar con las hojas de los árboles.

Agudicé mis pasos silenciosos y cogí mejor el arco. Tal vez tendría suerte y encontraría algún venado, ¿no? No sería complicado acertar el tiro... O eso esperaba.

Escuché un ruido amortiguado, paré en seco e intenté escuchar algo más. De golpe sonaron unos gritos por el silencioso bosque nevado. Corrí sin importar nada, escondiéndome tras una enorme roca. Ojalá no mirasen ahí...

Intenté espiar sin delatarme; un hombre se encontraba en el suelo, chillando. El otro se situaba frente él, y si no hubiera sido por mis rápidos reflejos, me habría visto. No volví a asomarme, los ojos de aquel hombre me habían aterrado.

Siguieron los gritos de súplica hasta que cesaron tras un tiro. Seco, cortante.

Salí de mi escondrijo pasado un rato, revisé el cadáver a pesar del mal rollo que daba aquello. Podía tener algo interesante, me daba igual parecer un ser carroñero.

Suerte: una barrita de chocolate. No sabía que seguían existiendo estas cosas.

Salí corriendo de regreso a la cabaña en la que me esperaba Joel. Debía contarle lo ocurrido, en especial porque estábamos en peligro. Si había escogido aquel hombre ese sitio, era porque podía llegar a pie y regresar sin mucho esfuerzo, ¿no?

No quería parecer paranoica pero podría llegar a encontrar la cabaña, y no me apetecía lidiar con aquel hombre.

Corrí por el estudiado bosque, deseando llegar junto a Joel.

The Last of Us   {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora