Una Familia Inesperada ©

3. Calder

Respiro. Golpe. Suspiro. Golpe. Repito los mismos pasos hasta que Tony me grita que pare.

-Excelente-dice el sin ninguna expresión en su rostro y asiento alejándome del saco de boxeo-¿Desde hace cuanto estás practicando?-pregunta el mientras me quito los guantes y limpio el sudor de  mi cara con mi hombro. Cuando no le respondo el se aclara la garganta-Calder. Descansa un poco, has estado practicando todos los días durante más de tres horas. Cálmate -niego con la cabeza alejándome-Calder...-comienza a llamarme Tony con voz irritada cuando ve que me estoy alejando-Calder lo estás haciendo bien-me toma del hombro y me detengo.

-Bien no es suficiente, Tony. Si quiero ganar esta pelea y conseguir el premio, debo hacerlo mejor que bien-le digo serio.

-Calder, ganaras está pelea. Pero, deberías preocuparte por el torneo...-comienza a decir y suelto un suspiro cansado.

-¿Cuantas veces tengo que decirte que no participaré en ese puto torneo?-le espeto-Te lo dije hace un mes, ayer y te lo estoy diciendo ahora, Tony. No voy a participar en ese concurso. No me importa cuánto dinero ofrezcan esos amigos tuyos, no lo haré.

-Primero, no son amigos míos. Son socios. Segundo, no es peligroso si solo te comunicas con ellos a través de mi. Tercero, Calder...esto podría ser una muy buena oportunidad para Jan. Con el dinero que ofrecen en esa pelea...-me doy la vuelta ignorándolo-¡No me des la puta espalda cuando te hablo!-grita el y me detengo al escuchar lo furioso que está-Sabes que odio que me ignoren y me falten el respeto. Fue la primera regla que te dije al conocerte-aprieto mi mandíbula y asiento mirándolo a los ojos-Bien, como decía, podrías darle todos los lujos a Jan si ganas ese torneo, y más si te haces socio de ellos.

-Te dije que no me voy a meter en esas mierdas tío Tony-le digo entre dientes y el entrecierra los ojos viéndome. Odia que le diga tío Tony-Tuve suficiente de eso con mama, y tengo suficiente contigo. No necesito más problemas en mi vida-el trata de hablar de nuevo pero niego con la cabeza-Ahora no, por favor. Estoy cansado y quiero ver a Jan-el me mira y puedo notar nerviosísimos en sus ojos.

-Solo...hay algo que quiero decirte Calder...-comienza el.

-¿Es muy importante o puede esperar hasta mañana?-alzó una ceja.

-Bueno...-dice el no muy seguro y luego suspira como si no encontrara las palabras correctas-Vete, te diré mañana, no es importante-asiento de nuevo y corro escaleras abajo para llegar al segundo piso.

Al llegar al segundo piso abro la puerta y camino a mi habitación. Sonrío al ver a Jan durmiendo en mi cama y me acerco a colocarle una cobija. Entro al baño y luego de tomarme una ducha, me arreglo para salir de la casa.

-¿A donde vas?-me pregunta Tony al verme salir y alzó una ceja.

-¿Desde cuando te importa?-le pregunto y el rueda los ojos.

-Bueno, ten cuidado-me dice el serio y asiento. Bajo al garaje y tomo las llaves del auto de Tony entrando al auto. Suspiro y dejo caer mi cara en el timón.

Tal vez debería actuar más agradecido con Tony. Después de todo, el se encargó de mi y de Jan cuando más necesitábamos a alguien. Paso mi mano por mi cara cansado y veo mis nudillos rojos. He estado entrenando mucho tiempo. Pero eso fue lo que acorde con Tony. Cierro mis puños alrededor del timón y salgo de casa dirigiéndome al centro comercial. Al llegar bajo del auto y me dirijo al puesto de café donde me encontraré con Dex.

-¡Imbécil! ¡Por aquí!-escucho como grita mi mejor amigo y ruedo los ojos divertido. Me dirijo a donde está sentado y golpeó su hombro.

-Hola-saludo sentándome en frente de el. Me sonrío y me regresa el golpe.