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Holaaaa...!!!

Si ya sé, demasiado tiempo, pero debo decir que tengo una excusa... pues se ha muerto mi tarro (notebook u,u) y ahora mismo estoy sin nada... más que la ayuda de Lilium y su propio pc. Espero para esta paga comprarme uno (barato que sino, no alcanza XP)

Bueno sin darle largas, gracias por los rw n.n

Espero les guste estecapítulo.

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Inu Yasha había llegado al departamento de Kouga, la imagen de aquel hombre besando a aquel de traje lo había decepcionado, tenía pareja. Era normal siendo tan atractivo era evidente que debía tener a alguien. Le había sorprendido que fuese a un hombre... lo creyó hetero. Pensando en el momento que cruzaron miradas una pregunta se formuló en su mente. "Esa sonrisa... ¿estuvo coqueteando conmigo?" la idea le saco una sonrisa, pero la imagen se volvió a reflejar en su mente. ¿Acaso era infiel?

–¿Y a mí qué me importa? –dijo fuerte reclamándole a su cabeza por siquiera pensar en él –yo ni lo conozco y yo quiero a Naraku... –acaricio su abdomen cabizbajo y camino al balcón.

El balcón de aquella residencial era pequeño, tres personas de pie era su límite, dos pequeñas plantas que ya mostraban sus frutos le recordaron las noches de juerga en aquel departamento, las que antes de ser legales su amigo las escondía aun cuando estaba en el quinto piso. Miro hacia adentro, el living comedor, justo al lado derecho de la entrada estaba la cocina y a su lado el baño... cruzando el pequeño living comedor se hallaban los dos dormitorios; uno matrimonial y el otro uno simple donde había una cama de plaza y media y una cómoda.

Entro, revisando la nevera; carne, carne y más carne. Era lo primero en verse; estaba seguro que Kouga en su anterior vida fue un animal carnívoro, encontró con la vista unas frutas y yogurt, apeteciéndosele una ensalada de fruta. Luego le pagaría a Kouga.

La noche comenzó a caer y Naraku se fue directamente a su casa.

Entro tras estacionar el auto. Sentía la casa diferente, sin embargo el aroma a comida lo tranquilizo, el murmullo de los niños lo guío a la cocina de punta en blanco y viendo a un Inu Yasha que con un ademán con la cabeza le indicaba que se acercara a saludarlo mientras sonreía, pero...

–Naraku –la voz de Byakuya lo saco de la ilusión. El adolescente sonreía como de costumbre.

–¿Dónde está Inu Yasha?

–salió... –dijo un poco desanimado el joven –dijo que no sabía cuánto se demoraría... que no lo esperaras y fueras a dormir.

Todo el piso de Naraku se remeció, volvió sus pasos al living y comedor, ignorando las preguntas de Byakuya, subiendo las escaleras y yendo a su habitación. Todo parecía en su lugar, aunque su sudadera, la cual había ocupado Inu Yasha estaba en la cama, miro el closet y parecía solo faltaba una sudadera de Inu Yasha, fue a la cómoda y sus manos temblaron antes de abrir un cajón; su vista se detuvo en el cuadro sin foto encima de esta...

"Cuánto has crecido... por esta vez dejare que bebas hasta que te desmayes"

"tomaremos juntos ¿verdad?"

"eso es obvio, pequeño Inu Yasha" recordaba tan bien ese día donde Inu Yasha con 17 años se graduó de media, cuando por beber de más ese día transformaron su relación de hermanos a la que tienen ahora. Sus dedos tocaron el cuadro vacío para luego volverlo en un puño.

Magnolia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora