Carta no.4

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16 de Enero del 2015

Para:
Mis queridos "mejores amigos" Gemma y Evan

He llegado a un punto en el que no sé el significado de mejor amigo, se preguntaran el por que y es muy sencillo de explicar. Entre amigos es muy normal que se hagan bromas y en algunas ocasiones unas muy pesadas, pero ustedes ya cruzaron el límite.

Ustedes creen que es un simple y estúpido apodo. Que al igual que ustedes yo no le tomaba importancia al principio, pero cuando toda la clase comenzó a llamarme así -excepto ellas, las chicas a las que llaman barbies, zorras, huecas-, decidí tomar medidas.

Deje de comer, sólo tomaba agua cerca de tres litros por día, hacia muchísimo ejercicio, incluso cuando mi cuerpo no podía más y recurrí a comprar fajas para sentirme más delgada. Llegue a un punto en el que ya no me gustaba lo que veía en el espejo, lloraba porque no había algún cambio significativo incluso llegue a creer que ustedes tenían razón, me sentía mal ya no sabia que más hacer, ustedes seguían diciendo lo mismo, me seguían llamando por ese apodo y odiaba admitir que mis esfuerzos eran en vano...

Y sé que pensaron que yo era una histérica, dramática, llorona, bebé de mami por ir con el prefecto y contarle lo que estaba pasando, por que él mando traerlos, intento que vieran su error, me pidieran una disculpa y les dijo que no volvieran a usar esa palabra para hablarme, ya que por algo tenía un nombre.

Sí aceptaron, pero de tan mala gana que cuando se marcharon y me quedé sola con el prefecto creí que yo estaba equivocada y que no debí decir nada, pero como dijo el prefecto:  "Cuando tus palabras comienzan a dañar a la otra persona el juego se acabo".

Tuve una plática muy larga con el prefecto y él me hizo entender muchas cosas, me dijo que por mucho que tuviéramos una amistad yo debía poner límites y no dejarlos que ustedes los sobrepasaran. También me dijo que cuando de verdad quieres a alguien, serías incapaz de hacer algo para dañarlo, que hablara con ustedes si yo quería que nuestra amistad perdurara.

Le conté de mis cambios alimenticios y me llevó a la enfermería donde descubrí que mis esfuerzos no fueron tan en vano baje cerca de ocho kilos en muy poco tiempo, pero la enfermera y prefecto dijeron que estaba mal y que debía alimentarme  bien si no quería terminar en un hospital a causa de una anemia que yo misma provocaría sólo por hacerles caso a ustedes; pero estoy segura que en eso ustedes no pensaron, ¿cierto?

Y ahí fue cuando decidí quedarme con ellas, las más locas, huecas y zorras de todo el instituto y alejarme de ustedes, ¿saben porqué? Es muy sencillo, porque ellas también me hablaron de amor propio y me contaron que ellas no le toman importancia a todos los comentarios y etiquetas hirientes que todos lanzan en su contra.

Ustedes saben que los quiero muchísimo y nunca dejaré de quererlos pero ya nada será igual.

Por favor entiendan que algo tan inofensivo como un sobre nombre puede dañar de una forma tan terrible a las personas.

Aunque ya no hablemos como antes siempre los voy a querer, a pesar de todo el daño que me hicieron.

Hasta pronto.
Danna

¿Para quién las escribí?Where stories live. Discover now