Capítulo 37 - Adiós, John.

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-¿John?- le pregunté casi gritando, el sonido de la lluvia se hizo mas fuerte.

-El mismo-

Ahora lo podía ver más claro. Lo abracé sin dudarlo y una bonita sensación me recorrió cuando me devolvió el abrazo de una manera que los chicos malos no suelen hacer.

-Pensé que estabas en Londres-

-Debemos buscar un lugar para refugiarnos- sonrió.

Me tomó de la mano para guiarme, comenzó a trotar y yo le seguí el paso.

Llegamos a un quiosco o templete de una plaza y logramos escapar del agua.

-Bien- le dije cansada -¿Qué ha pasado aquí?-

-No podía irme sin despedirme de ti...tardé porque quería aclarar unas cosas y le dije a los chicos que los alcanzaría en unos días-

-Por un momento pensé que te habías olvidado de mí-

-¡Por Dios Ally! ¿Cómo podría olvidarme de ti?... Aunque quisiera no podría- Le sonreí.

-Creo que... te extrañaré- John se quedó callado por unos momentos... si no me respondía de la misma manera no sería raro para mí, el no es mucho de decir lo que siente.

-Será bueno ir a Londres... es una gran oportunidad para volvernos ricos-

-No tan rápido John... tienes que esforzarte mucho-

-Oh lo sé- se quejó mientras se recargaba en la pared -Quisiera que todo fuera más fácil... ¡Todo!-

-Las cosas difíciles son las que más valen la pena- toqué su hombro. Él sólo soltó una pequeña risa.

-Puede ser cierto...- Lo abracé.

-Cuídate mucho John... por favor, no pelees tanto con los chicos-

-Si no quieren obedecer tendré que pelear- se apartó un poco y me miró.

-Estás loco-

-No es algo nuevo- se volvió a recargar en la pared. -Pero ¿sabes que si es nuevo?-

-¿Qué?-

-Que mi locura me lleve a los límites de despedirme de una chica-

-¿Acaso despedirte de una chica es algo loco?-

-Si eres como yo sí...- Nos miramos callados, después despegó su espalda de la pared y me hizo una seña para que me acercara. -Ven aquí- me abrazó. -También te extrañaré Ally- No pude evitar llorar... que llorona soy.

De alguna forma esperaba que alguno de los chicos me hiciera la invitación a que los acompañara a Londres, aunque no tendría el permiso. Antes solían invitarme a todos lados, ahora sentía que lo que querían era alejarse de mí.

-Éxito John- me aparté de él. -Por cierto... ¿supiste lo de Paul?-

-¿Qué está saliendo con Mary?... Si, lo sabía- su tono de voz cambió.

-Que bien por él- sonreí.

-¿Enserio?- me miró extrañado. -¿No estás celosa o algo así?-

-No- bufé -¿Por qué habría de estarlo?-

-Pensé que se gustaban- exprimió una parte de su suéter.

-No- agaché la mirada -Ni siquiera sé que es lo que siento-

-Ni yo-

-Pero, supongo que en todo este tiempo has conocido a alguien-
Me miró serio pensando en lo que diría.

-Si- hizo una sonrisa muy apretada. -Si he conocido a alguien-

-Que... bien- la verdad no quería que su respuesta fuera afirmativa. -¿Y quién es?-

-No es importante...-

La lluvia cesó. Miré el camino y me di cuenta que ya era hora de volver a casa.

-Me tengo que ir John... mi madre debe estar buscándome-

-Esta bien Ally, sólo una última cosa-

-Dime-

-Acuérdate de mí siete días a la semana-

Me reí levemente y me acerqué para darle un beso en la mejilla.

-Tu acuérdate de mí ocho días a la semana-

Agachó su cabeza mientras reía. Jamás olvidaría como el sol que apenas había salido se reflejaba en el cabello castaño de John.
Sería la última vez que lo vería, así que le di otro abrazo. Esta vez el me lo devolvió de una manera mas fuerte que la primera. Pude sentir que él también me extrañaría sinceramente y que no me olvidaría... O tal vez era yo misma la que sentía esas sensaciones tan fuertes.

-Cuídate Alanna-

-Adiós, John-

Me fui con mis ojos llenos de lágrimas. A mitad de camino corrí, no quería que las personas mañaneras me vieran llorar.

Cuando entré, James estaba al teléfono aún en pijama.

-¡Oh Alanna! Estábamos preocupados- me observó detenidamente mientras colgaba el teléfono. -¿Qué ocurrió?- se acercó.

-¡Alanna!- mi mamá salió de un cuarto. -Estábamos tratando de comunicarnos con Cynthia... ¿Estabas con ella?-

-No, no estaba con ella- James tomó una toalla del sillón y me cubrió.

-¿Dónde estabas?-

-Estaba caminando... Quería distraerme un poco-

Mi madre me abrazó.

-Creo que... - James se alejó un poco. -Que yo soy el culpable-

-¿Tu?- pregunté sollozando.

-Sí, yo debí de enamorar a Cynthia... No sólo dejarme enamorar y así no se hubiera ido-

-No tienes la culpa de nada- mi madre le dijo.

-No estoy así por Cynthia... -

-Oh- James comprendió. -¿Los chicos?-

-¿Qué pasa con los chicos?- preguntó mi madre.

Le expliqué todo lo que había ocurrido. Se sintió feliz por los chicos, pero al mismo tiempo comprendió mi tristeza.

-Yo acabo de descubrir algo- James habló después de que terminamos de platicar de los vagos.

-¿Sobre qué?-

-Sobre otra razón por la cual Cynthia se fue- sacó un papel de una bolsa de su pantalonera y nos lo entregó.

-¿Qué es esto?- pregunté y comencé a leer. Después no pude evitar abrir mis ojos y sorprenderme. -¿¡Había otro!?-

Piénsalo, dos veces. (John Lennon & Paul McCartney)Where stories live. Discover now