Piénsalo, dos veces. (John Lennon & Paul McCartney)

Capítulo 31 - La boda (parte 1)

-¿Y eso?- Cynthia salió de uno de los cuartos. Yo casi tiro la nota del susto.

-¿Qué?-

-Eso-

-¿Qué?-

-¡Eso! Lo que traes en la mano-

-Es…un...papel-

-Se que es un papel- Cynthia se acercó tratando de quitarme la hoja. -Pero ¿Qué dice?-

-¿Tiene que decir algo?-

-No pudiste haber sonreído de la nada-

-No es nada Cynthia- Sonreí nerviosa y la esquivé.

-Entonces ¿por qué evitas que la vea?-

-¿Yo?-

-¡Alanna! … yo también vi la sombra de alguien afuera… esa es una nota-

-¿Entonces por qué me lo preguntas?-

-¿Qué tiene de malo que vea que dice? ¡Me importa saber qué es lo que te hace sonreír!-

-Es…sólo…una nota-

-¿Es de alguno de los chicos?-

-¿Y tú por qué insistes tanto en saberlo?-

-Estoy nerviosa…James no ha llamado…¿es de James?-

-¡No!-

-¿John?-

-Tampoco-

-¿Paul?-

-No lo sé…es anónima- Por fin decidí mostrársela .. No veía por qué era tan importante. Cynthia también sonrió al leerla.

-Estoy segura que debe ser alguno de los chicos…creo que es de John..el tiene siempre lindas palabras que decir-

La miré aguantando una mini carcajada.

-Lo creo más de Paul- En ese instante Cynthia se apresuró a contestar el teléfono que sonaba.

-¿Sí?- la voz le cambiaba cuando hablaba por teléfono. -¡James!- la verdad no sé cómo explicar su expresión.

Dejé a Cynthia en la sala y me fui a mi cuarto. No sin antes tomar la nota de la mesa.

No estaba segura de quien había dejado ahí la nota, de hecho, ni si quiera decía que era para mí, pero mi consciencia me lo decía.
Pasaron dos horas después de que almorzamos, cuando alguien tocó la puerta y Cynthia salió disparada a abrirla.

-¡James!- Cynthia abrazó a un hombre alto que dejaba una maleta en la entrada.

-Hola mi vida…perdón por los inconvenientes, pero aquí estoy-

-Pasa…mira…ella es mi tía- Me puse de pie antes de que me presentaran. Si que intimidaba pero también era muy guapo y sus facciones hacían ver que era muy amable. -Y ella es mi prima querida Alanna-

-Hola- nos dijimos mientras yo pensaba dónde había visto esos ojos.

Lo invitamos a tomar algo y durante la mañana platicábamos de su relación y los planes que tenían.

A las dos de la tarde James salió de casa para alistarse y llegar primero al salón, mi madre ya empezaba a arreglar a Cynthia, la cual estaba a punto de arrepentirse, no entendía por qué.

Después de tomar una ducha estaba en un dilema… no sabía qué vestido usar para la boda, si el rojo que me había regalado Paul o el negro de John, pero Mary llegó a salvarme.