Capítulo 36 - Adiós, Cyn.

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-¿Y bien?- James me habló cuando apenas entraba a la casa. Él estaba limpiando la mesa. Suspiré.

-Quiero ir a Londres-

-¿Por qué?-

-Los chicos se van mañana…- me senté en el sillón. -Creo que una disquera les habló y los quieren en Londres-

-¡Eso es genial!- James dejó lo que estaba haciendo y se sentó enfrente de mí.

-Supongo que sí-

-Hey…sonríe…ellos no se olvidaran de ti-

-Tal vez Paul no se olvide de mí…pero John hasta ahora lo ha hecho-

-¿Lo extrañas?-

-Un poco…tengo la esperanza de que al menos se despida por teléfono- bajé la mirada y vi que la muñeca de James sangraba levemente. -¿Qué es eso? ¿Con qué te cortaste?-

-Oh- se cubrió -No es nada-

-Traeré alcohol y algo para curarte- fui al cuarto donde se quedaba Cynthia y noté que la cama estaba totalmente sin cobijas y había cosas tiradas por doquier. James ya venía atrás de mí.

-Alanna…-

-¿Qué pasó James?- lo miré. -¿Dónde está Cynthia?-

-Ella…-

-¿Qué ocurrió aquí? … ¡Mamá!-

-Tu madre no está…Cynthia salió de casa-

-¿Le hiciste algo James?-

-Nada… sólo entré a su cuarto para ver qué le pasaba y comenzó a alterarse…empezó a lanzarme cosas diciéndome que la dejara sola- su rostro cambió…se puso triste y sus ojos se pusieron llorosos.

-¿A dónde se fue?-

-No me lo dijo… recuerda que siempre sale alrededor de ésta hora y nunca dice a dónde va-

Tomé el alcohol y traté de remediar la herida de James.

-Creo que ya está-

-Ya no me ama- me miró con sus ojos apunto de estallar en llanto.

-No digas eso…-

Dejé cuidadosamente su brazo y me fui a recoger el cuarto de Cynthia.

Mi prima llegó a casa muy noche y yo aún seguía esperando una noticia de John que por cierto no había asistido a la escuela. Las cosas estaban muy tensas en casa. Necesitaba a los vagos.

[DÍAS DESPUÉS]

-¿Sigues pegada a esa radio?- mi mamá pasaba cargando un montón de ropa.

-Tengo la esperanza de escucharlos-

-Ni siquiera ha habido noticias de ellos- James arreglaba una silla, pero estaba al pendiente de lo que hacía cualquier persona en la casa.

-¿Ni una carta Paul?- hablé en voz alta -¿Ni una postal John?- de pronto mi prima salió de su cuarto con unas maletas y se puso en medio de la sala.

-¿A dónde vas?- su esposo dejó lo que hacía.

-Me voy a Londres-

-¿A Londres? ¿A qué vas a Londres?-

-T-tengo que visitar a un familiar-

-¿Y cuándo pensabas decírmelo?-

Cynthia calló por un momento.

-De hecho… quería decirte algo importante-

-Dime-

Respiró hondo. -Cometí un error al casarme contigo- me puse de pié y mi madre no lo podía creer.

-¿Qué?-

-Creo que soy muy joven y no estaba lista-

-¿Quieres……divorciarte?-

-Cynthia…no estás en tus cinco sentidos- le dije.

-Lo estoy Alanna… cuando llegue de Londres firmaré todos los papeles… hasta pronto- James no la detuvo. Estaba en shock.

-James…tal vez no esté hablando en serio- me acerqué a él.

-Aún así…no vale la pena- James se fue a su cuarto y mi mamá rompió en llanto… antes no eran así las cosas. Todo había cambiado pero no entendía por qué.

Tomé el teléfono y le marqué a Mary. Le dije que tenía que verla urgentemente y ella no dudó en venir a mi casa lo más rápido que pudo.

-Hola Alanna ¿Qué pasó?- la abracé y comencé a llorar.

-No entiendo qué pasa Mary…Cynthia se fue de la casa, no se que va a pasar con James, mi madre está llorando, los chicos se fueron y dejaré de estudiar-

-¿Dejarás de estudiar?-

-No hay dinero en casa-

Mary me acompañó por un largo tiempo… estaba tan afligida que en ese momento no capté la noticia de que ella y Paul ya eran más que amigos… a pesar de la distancia. Pero ella estaba feliz, es lo más importante ¿no?.

Esa noche sentí que el recuerdo de mi padre era lo único que me mantenía firme. No sabía ni qué sentir… me acostumbré tanto a vivir bien que cuando el ambiente cambió sentí que lo único que hacía era llorar por nadie… y por todo a la vez.

[AL DÍA SIGUIENTE]

Un día nublado me recibía. Por alguna razón ese clima me transmitía tranquilidad… la lluvia me recordó buenos momentos.
Salí muy temprano sin que James ni mi madre estuvieran despiertos todavía, quería mojarme aunque no fuera mucho de mi agrado.
Me senté en una banca de una plaza a pensar por unos minutos... Después, cuando caminaba por un tramo sentí que alguien me seguía...  voltee para observar y efectivamente, alguien me seguía, sólo que no se podía distinguir quién era.

Aceleré mi paso y por instinto sujeté mi cabello… los pasos de esa persona también se aceleraron hasta tal punto que me hizo correr… al menos mi mente se estaba despejando. De repente me alcanzó y se puso en frente de mí… estaba a punto de golpearlo cuando me detuvo el brazo.

-No quieres golpearme Ally-

Piénsalo, dos veces. (John Lennon & Paul McCartney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora