El día permanece frío, el viento golpea los árboles y Niall titiritera del frío.
Espera a su amado, asomándose discretamente por la ventana para verificar si él está cerca.
Porque hoy es uno de esos días en los cuales no tiene razones para ser feliz, y se siente solo, por eso desea que ese hermoso chico de orbes verdes llegue a por él y lo haga sentir la persona más hermosa del mundo.
Niall suspira y juega con sus manos, dándose por vencido y sentándose al fin en el sofá, el no vendrá, piensa.
Sus ojos se cristalizan y se pregunta en qué momento se convirtió en un saco de lágrimas, pero todo se detiene cuando el timbre suena.
Niall se levanta y corre a abrir, lanzándose inmediatamente a los brazos de ese chico tan alto.
Harry sonríe instantáneamente y sostiene a su mundo entre sus brazos, presionándolo cerca de su corazón, solo porque ese le pertenece a Niall.
Entrar a la casa, Niall guiándolo con sus manos entrelazadas, se sientan en el sofá y el rubio de pronto se mueve hacia el regazo de Harry, todo en silencio.
Harry lo mira con gracia en su rostro, observando lo necesitado que está hoy por mimos su pequeño novio, así que pregunta, "¿todo bien?" En el tono más cursi posible.
Y Niall, con voz ronca pero suave, dice "si, ya estás aquí" y se recuesta en el pecho del castaño, cerrando los ojos y sintiendo paz por fin.
Harry lo acaricia completo, tocando todo lo que puede, porque el también es un necesitado de Niall, así que con sumo cuidado, despega el rostro del menor de su pecho y lo besa, sin ataduras.
Niall se deja hacer y el mundo de ambos se detiene por unos instantes, imaginando que solo ellos dos existen en este mundo.
Y es que el pequeño cuando se pone de tal modo, simplemente es irresistible para Harry, bueno de hecho es irresistible para el mayor se cualquier manera.
Se besan un poco más para después dar paso a más abrazos y caricias, en silencio, no hace falta hablar.
Oh bueno, eso, hasta que el pequeño dice, "¿ya no triste por mi culpa?" Con voz amortiguada.
Harry niega y apretuja un poco más a Niall de ser posible mientras dice "tú me causas muchas cosas, pero te juro que tristeza no".
Niall suspira y se pone nervioso de repente, no sabe qué decir o que hacer así que solo toma la mano de Harry entre las suyas y la coloca en su pecho, ahí donde su corazón palpita con fuerza, "tu igual causas muchas cosas" y baja su mirada porque no quiere mirar a su novio por un momento.
Cree que a eso se le llama vergüenza.
Harry sonríe y lo abraza, no resistiendo más, "eso es lo más bonito que me han dicho" menciona.
Y Niall ladea la cabeza, "¿eso es bueno? ¿Te hice feliz?" Pregunta.
Y Harry cierra los ojos, pegándolo más a él, "tú eres bueno, muy bueno para mi" susurra.
