Ángel - (Tercera parte de Bestia)

Capítulo 18

Perdón por desaparecer (? había escrito varias cosas que aún no puedo compartirles </3 porque sería spoiler (?) Así que mejor me puse a escribir todo en orden y como todo debería de ir. No me odien, sí.

Estoy segura que les va a gustar este capítulo, porque yo amé escribirlo... Era algo que venía planeando desde que empecé la primera novela, je.

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Entro al pequeño estudio de tatuajes y enseguida se me acerca el chico que sostenía una escoba hace unos segundos. Tiene una pinta de típico hípster, con sus lentes de armazón oscuro y el cabello atado hacia atrás, con una barba que comenzaba a crecer en desorden por su barbilla y parte de su cuello. Lleva una camiseta de cuadros remangada hasta los codos, dejando ver sus brazos llenos de tatuajes y me saluda con una enorme sonrisa en su rostro.

- Buenos días, ¿puedo ayudarte? — Dice enérgicamente.

- Ahm... — Miro detrás de él, había una entrada que estaba parcialmente cubierta con una cortina de terciopelo rojo.

- ¿Buscabas algo? — Su voz está llena de amabilidad y vuelvo a mirarlo. — ¿Alguna pieza? ¿Un piercing? ¿Tatuaje?

- Algo así. — Balbuceo. Me rasco la nuca y miro hacia la pared a mi derecha, donde había un letrero de neón con el nombre del estudio y varios diseños pegados alrededor.

- ¿Qué necesitas? Tal vez pueda darte espacio para una cita en un par de horas.

- No. — Sacudo la cabeza. — No tengo mucho tiempo...

- Bueno, aún no empieza el horario de citas... Pero si es algo rápido yo puedo ayudarte si eso quieres.

- Ahm... — Vuelvo a tartamudear. — ¿Qué tanto duele un tatuaje? — Mi pregunta le hace gracia y me sonríe con inocencia.

- Depende de donde lo quieras. Supongo que sería tu primero, ¿no?

- Sí... — Me rasco la barbilla y me muerdo el labio. — ¿Aquí? — Llevo mis dedos al centro de mi pecho.

- Ah... Esa zona suele ser bastante sensible.

- Oh. — Suelto aire y me doy media vuelta, dispuesta a irme, pero antes de llegar a la puerta me detengo un momento y vuelvo a ver al muchacho. — ¿Cuánto tardarías?

- Depende del tatuaje.

- Sería una línea.

- ¿Línea?

- Sí... Un par de garabatos.

- Mmm... No creo que mucho. ¿Tienes el diseño?

- No. — El chico ladeo la cabeza y me mira como si quisiera decirme que estaba haciéndole perder su tiempo. — Es decir sí. Sé que es, pero no lo tengo conmigo... Ahora. — Alza una ceja y recarga su mano en el mostrador. — Lo tengo en una imagen en mi teléfono. — Saco mi teléfono de mi bolsillo y entro a la galería. Me toma un par de segundos encontrar la imagen que quería y se la muestro.

- Bueno... — La mira con detenimiento y después de poco, asiente. — Son seis... ¿Qué son? ¿Letras?

- Algo así.

- La mayoría son solo líneas rectas, no creo tardar mucho. ¿Puedo quedarme un momento con tu teléfono para trazarlas y me dices si te gusta?

- Claro.

- Ahora vuelvo, toma asiento si quieres. Y hay refrescos en el mini bar, si quieres. — El chico toma mi teléfono y desaparece detrás de la cortina de terciopelo. — Por cierto, mi nombre es Jason. ­— Grita desde el otro lado.