8° la realidad mas fuerte

116 5 1
                                    

-No quiero que te vayas… no puedo dejarte ir –lo dijo realmente temeroso, a estas alturas realmente no me importa nada, no sé ni quien rayos soy realmente, solo sé que soy un monstruo.

-No quiero estar cerca de ti, no ahora.

-Al menos déjame llevarte a casa…

-NO QUIERO ESTAR CERCA DE TI. –intente calmarme y me levante caminando rápidamente a la salida.

El ya no dijo nada, se quedo ahí parado, sin ninguna reacción y emoción. Cerré la puerta escandalosamente y me di cuenta que estaba realmente lejos de mi casa, y no quería pasar en la casa de Emily, no tenía ganas de ver a alguien solo quería llegar a mi casa y meditar de todo lo que haría de a partir de ahora.

Me pare en la esquina de la calle y saque mi móvil para llamar un taxi que me llevara a casa, pero mi teléfono no tenía ninguna señal. Menudo problema. Me quede ahí sí de casualidad pasa algún taxi y me lleve, pero ya era algo tarde y la posibilidad de que pase un taxi en ese momento es… casi imposible.

Unos diez minutos tenia ahí parada y decidí mejor caminar un poco para ver si encontraba un taxi en el camino. Iba oculta por la sombras y había poca luz, pero aun así había coches estacionados en algunas casas, escuche un sonido realmente escandaloso. Me gire lentamente para poder observar bien y vi que era la alarma de un coche, y encima del coche había un chico… solo vi que era joven, en tan solo en un parpadeo vi que salió de ahí disparado como un rayo, no sé porque pero supuse que esto tenía que ver conmigo y con… Dave.

No puedo dejar que me llames así en voz alta.

Podría matarme.

Ese chico que vi hace unos instantes… podría estar atrás de Dave, iba por él, el lo mataría… si lo mata eso significa que puede que vayan por mi después de él, no dejare que me maten, no por ahora.

Intente concentrarme y corrí lo más rápido que podía a la casa de Dave, solo quería asegurarme de que él estuviera bien.

Cuando llegue me oculte, había un par de tipos en la entrada de su casa, y tocaban sin parar el timbre, luego uno de ellos pateo la puerta y esta salió disparada.

Sentí que alguien me tapaba la boca.

-Veo que regresaste por mí a tiempo –era Dave –no grites… pueden escucharnos… debemos irnos ahora.

Me tomo de la mano y rápidamente me hizo correr de nuevo. Como a unos minutos el se detuvo y paro en una casa, entro al garaje y salió con una moto.

-¿Estas robando?

-Es un préstamo de vida o muerte –me dijo sin culpabilidad. –rápido sube, ya debieron darse cuenta que no estoy ahí.

Subí cuidadosamente a la moto y el arranco en cuanto me acomode bien, parecía que iba sin ninguna dirección, no tenía ni la menor idea de dónde íbamos.

-¿A dónde me llevas? –pregunte algo con pánico.

-Dormirás en un hotel hoy…

-Necesito entonces algo de ropa –dije mirando mi ropa que estaba sucia y sudada.

-No te preocupes… traigo algo de ropa para ti.

No dije algo más. El parecía estar seguro de lo que hacía, y eso me daba algo de seguridad y tranquilidad. Cuando llegamos no era un hotel… era solo un pequeño y asqueroso motel que estaba algo alejado de la ciudad.

Dave hablo con la mujer mayor a cargo de aquel lugar, el le dio algo de efectivo y ella un par de llaves, caminamos hasta nuestra habitación, al menos la habitación parecía algo… más habitable.

Poder de sangreWhere stories live. Discover now