Poder de sangre

Prologo Irlanda, Bushmills hace dos años.

Volví a levantarme y lo primero que veo es una pared blanca, alce mi mirada y mis manos estaban encadenadas, no recuerdo cuando fue la última vez que me bañe o que probé comida humana, la habitación estaba vacía, no había una mesa, una silla o algo por lo estilo, solo me encontraba yo en esa enorme habitación que sus paredes y piso estaban del color blanco.

Escuche que alguien se acercaba a la puerta y me hice la dormida, entro un tipo que tenía un traje que se usa en los laboratorios de alto nivel de bioseguridad, con el traía una gran charola que la puso inmediatamente en el suelo, se quedo unos momentos enfrente de mi observándome o eso era lo que creía que hacía, una enorme sonrisa trazo en su rostro y con la misma saco de unos de sus bolsillos un par de llaves, sentí que rosaba mis muñecas y me quito las cadenas de ambas manos, yo claramente las deje caer y sin darme cuenta había abierto los ojos, la enorme sonrisa de esa persona había desaparecido, ya no estaba, ya no existía, sus cejas se arquearon, mi corazón latía demasiado rápido que no podía dejar de ver su rostro, lentamente su expresión en su cara cambio, de nuevo había puesto aquella sonrisa que tenía anteriormente, mire al piso donde había puesto la charola y pude notar que era agua y pan, se había molestado en traer algo de alimento para mi, estire mi mano para que pudiera agarrar un pedazo de pan, pero lo primero que vi era que mis manos estaban llenas de sangre «¿Qué es lo que ocurre?¿porque mis manos están llenas de sangre? ¿Cómo he llegado aquí? ¿Quién es ese tipo? ¿Qué desean de mi?-pensé» una fuerte sensación de mareo y escalofríos recorría por todo mi cuerpo, intente pararme pero no sentía mis piernas en ese momento, abrí mi boca y trate de hablar pero tampoco las palabras podían salir, el tipo dio un par de pasos enfrente de mí y con mucha dulzura froto mi cabeza, me miro con ese par de ojos enormes y verdes que tenia, la línea de su boca demostró una pequeña sonrisa, se arrodillo enfrente de mí y me miro fijamente.

-recuérdame, como el chico sonrisas, el que te trajo la comida o simplemente como Dave –su voz sonaba demasiado dulce, y con cada palabra que decía me llenaba de tranquilidad, lo mire fijamente y le sonreí.

Saco un pañuelo de la bolsa donde anteriormente había sacado las llaves, estiro su brazo hacia mi rostro y limpio toda mi cara con el pañuelo, ya terminado esto, se levanto, me miro y salió por la puerta que había entrado anteriormente, esperaba verlo otro día.

Agarre un pedazo de pan y lo metí a mi boca mientras pensaba en el no sabía que era exactamente lo que estaba pasando, ni siquiera recuerdo como era que había llegado aquí.

Jamás volví saber algo de él.

Mi esperanza estaba rota, poco a poco empecé a dejar de comer los alimentos que me traían, ya no tenía motivos por los cual seguir viva.

Un día mientras hacían las rutinas de siempre pude escuchar una conversación al otro lado de la puerta de la habitación de donde estaba yo encerrada.

-¿Qué piensas de Dave? –la voz era demasiado grave.

-vaya que rompió algunas reglas… -la voz sonaba algo familiar pero no sabía de donde la había escuchado antes.

-Sabes deberíamos ya de trabajar con esa cosa

-¿Una pequeña venganza por lo de Dave?

-Claro porque no…

-Mañana a primera hora.

Uno de los dos entro a la habitación con una bandeja llena de comida, creen que yo voy a comer eso, pero mi duda era ¿de dónde conocen a Dave? ¿Qué le paso a Dave?, abrí mi boca y con el poco aliento susurre «Dave» el tipo con ojos pequeños me miro con odio, al aparecer la cosaera yo, por mi culpa Dave ya no estaba aquí, sabía que con él podía confiar solamente, aunque no supiera lo que esté pasando. Dio unos pasos hacia mí, me examino con su vista y lentamente una sonrisa apareció en su rostro, no era una sonrisa amable y dulce, era una sonrisa llena de ira y locura, no me di cuenta pero varias lágrimas recorrieron por mi rostro, alce mis brazos y limpie las lágrimas.