El Grupo De Jane

Capítulo 16.

Grupo "El grupo de Jane"

Jane: ¿Recuerdan la cabeza de Rosa?

Pablo: Si, sólo recuerdo que no estaba por ningún lado.

Milena: ¿Qué pasó con su cabeza?

David: ¿Qué pasó con eso?

Cat: Una pregunta, ¿Por qué estamos aquí? Nosotros no te hicimos nada, no sé si David, Pablo, Carlos o los otros sí, pero nosotros los nuevos no merecemos estar aquí.

Milena: Ella tiene razón Jane, nosotros no hicimos nada contra ti, por lo tanto, tu no deberías lastimarnos.

Cat: Lo que ya hizo con Rosa.

Jane: No me importa, ustedes son conocidos de ellos yo no los agregue, ¿O sí?

Liley: No conozco a nadie de aquí, por favor no me hagas lo mismo que a copito.

Ariana: Jane, yo no te conocía, no sé si quiera como eres, pero por favor, me voy a salir de grupo y no quiero que me vayas a hacer algo, ¿Entendido?

Jane: Haz lo que quieras, pero no prometo nada, no me hago responsable de mis actos.

Liley: Ariana no te vayas.

Ariana: Pues lo voy a hacer, me voy a ir, ni siquiera te conozco loca.

Ariana salió

Fuera del grupo.

—¿Están seguros de que esto va a funcionar? —preguntó Carlos asustado, mientras sostenía una botella.

—Si, lo juro, bueno al menos eso es lo que he visto en las películas —le contestó Ariana pensativa.

—¿Están listos? —preguntó Pablo angustiado.

—Si.

Alison sonrió y tomó una de las tantas botellas que se encontraban en la cama, para luego alejarse un poco de todos.

Los chicos se encontraban en casa de Ariana, quien había salido del grupo, pues habían tenido una idea que podría funcionar en Jane, rociar agua bendita en ella e intentar destruirla.

—Todo esto no termina de convencerme amor —mencionó David, abrazando a Alison.

—A mi esto me da buena espina, al menos estamos intentando algo, no quiero morir sabiendo que no hice nada para detener a Jane —Pablo se acercó a la cama y tomo una botella de agua bendita.

—En eso tienes razón, al menos intentaremos algo —añadió David tomando una botella.

Los chicos que aún no habían tomado una botella se dispusieron a hacerlo, pensado en si estaban haciendo lo correcto.

—Sólo tenemos que esperar a Jane, ya salí del grupo desde hace rato, ya no tarda en llegar —dijo Ariana preocupada.

Todos comenzaron a prepararse, Pablo y Carlos se escondieron dentro de un armario, David en el baño y Alison debajo de la cama, cada uno tenía una botella de agua bendita esperando el momento justo para usarla.

Ariana caminaba de un lado a otro en su habitación, la espera de Jane ya la tenía muy preocupada, incluso comenzaba a sentir que algo estaba mal y que ella no debería ser el señuelo.

—Todo saldrá bien —se dijo a sí misma y tomó asiento en su cama.

Un profundo silencio inundo la habitación, el cual se cortó cuando la puerta se abrió de golpe, dejando ver a Jane de pie junto a ella.

—Hola Ariana, te dije que no me hacía responsable de mis actos, ahora he venido a matarte —sonrió Jane, entrando a la habitación.

Ariana se puso de pie y asustada tan sólo miró a Jane sorprendida, pues todo lo que habían dicho en el grupo era verdad.

—Veo que tienes modales —mencionó Ariana retrocediendo poco a poco—. Igual, no te tengo miedo.

—Pues deberías cariño —dijo Jane, mostrando un gran cuchillo.

Ariana retrocedió un poco más, hasta que llego a su ventana, dándose cuenta de que ya no había escapatoria.

—Lo repito, ¡No te tengo miedo maldita muerta! —gritó Ariana manteniendo su rostro alegre.

—Lo repito, ¡Pues deberías! —gritó Jane enojada, comenzando a caminar hacia Ariana.

Ariana asustada intentó esquivarla, pero fue inútil, Jane la tomo del brazo y la lanzó contra la pared, ella se levanto adolorida y se dispuso a dar la señal.

—¡Chicos ahora! —gritó Ariana asustada.

Jane lanzó el cuchillo, el cual rápido se incrusto en el ojo de Ariana, la cual cayó al suelo sangrando.

Alison, David, Pablo y Carlos empezaron a rociar el agua en Jane, la cual comenzó a gritar y segundos tan sólo después desapareció.

—¡Dios mío Ariana!, ¿Estás bien? —gritó Alison y corrió hasta ella.

—Oh Dios, hay un cuchillo en mi ojo, ayuda, no quiero morir —dijo Ariana con dificultad.

David se acercó a ella y junto a Alison intentaban tranquilizarla, Pablo corrió hasta el baño, el iría por el botiquín para intentar hacer algo.

—Estarás bien Ariana —añadió David, tomándola de la mano.

—¡Oh Dios Ariana!, ¡Aguanta estoy llamando a la ambulancia! —gritaba Carlos, mientras tecleaba en su celular.

A pesar de todo lo sucedido, Alison y David se miraban felices, mientras apoyaban a Ariana.

—Lo bueno de esto es que funciono, ahora estamos libres de Jane —mencionó David abrazando a Alison.

—¡Eso es lo que creen, pero no es tan fácil deshacerse de mí! —gritó Jane enojada, detrás de Pablo, quien salía del baño con el botiquín.

Pablo comenzó a flotar por la habitación, el botiquín salió disparado por la ventana, dejando a Ariana sin ayuda.

—¡Déjalo maldita asesina! —gritó Ariana intentando ponerse de pie.

—Ariana tú ya deberías morir, no puedo creer lo mucho que luchas por mantenerte con vida, incluso me das gracia —dijo Jane, para luego comenzar a reír.

Alison y David rápido se pusieron de pie y prepararon sus botellas de agua bendita contra Jane.

—Aguanta Ariana, la ambulancia viene en camino —le dijo Carlos a Ariana.

—¡Oh no, entonces será mejor que me dé prisa! —gritó Jane fingiendo preocupación, para luego mover su mano y elevar por la habitación a Carlos, David y Alison al igual que Pablo.

Ellos intentaban inútilmente bajar al suelo, mientras Jane caminaba hacia Ariana.

—¡Bájanos Jane! —gritó Pablo asustado.

Jane movió una vez más su mano y todos los chicos fueron lanzados al baño, del cual la puerta se cerró fuertemente, impidiéndoles salir.

—Ahora si estamos solas Ariana, creíste que podrías engañarme y quedar con vida, pues te equivocaste —añadió Jane enojada.

—Sigo sin tenerte miedo Jane, nunca te temeré ni a ti, ni a nadie —dijo Ariana con dificultad.

Jane miró por algunos segundos a Ariana sobre el suelo, con sólo mover su mano, el cuello de Ariana dio una vuelta brusca matándola inmediatamente, quedando en medio de un gran charco de sangre.

—¡Jane no la dañes, por favor, todo es mi culpa, esto fue mi idea, no la dañes por favor! —gritó Pablo desde el baño.

Jane fijó su mirada en el baño, del cual la puerta se abrió lentamente, dejando ver a los chicos, que miraban lo sucedido.

—¡Eres el siguiente! —gritó Jane molesta.