Capítulo # 16

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Narra Flash.

Un día más de ausencia en la universidad, después del concurso no había asistido a clases. Hoy es el tercer día y ya me estaba preocupando. La he llamado varias veces y varios mensajes le he enviado, pero hasta ahora ninguna respuesta he recibido.

En el receso me encontré con Rainbow y Rarity, sus dos únicas amigas. Tomé aquella oportunidad para preguntarles acerca de Twilight.

-¿Saben algo de Twilight?

Las dos chicas intercambiaron miradas, parecían preocupadas.

-Ayer la fuimos a visitar. -Respondió Rainbow. -Nos contó sobre el concurso.

-La pobre está muy decepcionada y dolida por el resultado. -Siguió Rarity. -Por más que intentamos subirle el ánimo, no tuvimos suerte.

-¿Saben cuándo volverá a asistir?
-Ni idea, pero no creo que sea pronto. La conocemos, algo como lo que le pasó no pasará pronto.

Suspiré apenado.

En aquel momento decidí ir a su casa, es muy probable que no me reciba o tal vez ni me hablé. Pero no me importaba, quería verla y al menos hacer el intento.

[...]

Estaba a pocos pies de la puerta de su casa, muy decidido llegué hasta ella para empezar a tocarla. Ninguna respuesta recibí, lo volví a intentar pero nada.

-¿Qué haces aquí? -Su voz viniendo de atrás me hizo saltar del susto.

Se había acabado de bajar de su motocicleta y el casco aún lo tenía puesto.

-Vine a visitarte, quería saber cómo estás.

-Ah.

Su casco se lo había quitado a medida que ella caminaba, se acercó hasta mí sin darme la mirada

-¿La acabaste de recoger? -Le pregunté refiriéndome a la motocicleta.

-Sí, estaba ahí mismo donde la  dejé. 

-Wow. -Reaccioné sorprendido. -Creí que ya no la volvería a ver.

-Bueno. Ya estás aquí, ya me viste, te puedes ir tranquilo. -Me dijo indiferente.

-Aún no me puedo ir sin saber si estás bien o no. -Repliqué preocupado.

-Estoy bien, listo, adiós. -Abrió la puerta, para luego cruzar el umbral.

-También vine para ponerte al día con las clases y tareas de estos días. -Dije de inmediato, ella se detuvo. Me pareció que sí le importó aquello. Me miró algo dudosa.

-Entra. -Dijo entre un suspiro.

Sonreí de lado. Al final fui recibido por ella, de mala gana, pero lo hizo.

-¿Vienes de la Universidad?

-Sí.

-Quiere decir que no almorzaste. -Se cruzó de brazos mientras una de sus cejas estaba alzada.

-Pues... no. -Me rasqué mi nuca algo avergonzado. 

Ella suspiró para luego negar con su cabeza con desaprobación.

-No debiste, ni siquiera sé por qué estás aquí.

-Creí habértelo dicho, estaba preocupado. -Repuse.

-Eso no es excusa. No hay razón para que estés preocupado por mí, no era necesario que vengas. Por si no recuerdas, te había dicho que ya no había razón para ni siquiera darnos la cara.

Agaché mi mirada, exhalé con fuerza tratando de no perder el control. Hice lo posible para no convertir nuestra conversación tan seca e incómoda, pero era imposible con la actitud de Twilight. Cada cosa que decía, lo tomaba a mal. Palabras más suaves ya no se me ocurrían decir.

-Mira, me es difícil no  preocuparme por ti después del concurso.

Se quejó con fuerza, sus manos las pasó por su rostro con frustración para luego llevarlas a su cabello y empezar a  despeinarlo con desesperación.

-¡¿Para eso viniste?! -Exclamó enojada. -Para recordarme lo basura que fui en aquel maldito concurso.

-¿Qué? ¡No! Claro que no... ¡Estaba desesperado por saber cómo estabas! Llevas tres días que no vas a la Universidad.

-¡¿Y eso a quién le importa?!

-A mí... Quiero hacer algo para que ya no te sientas mal. Puede que sigas con la mirada de siempre, pero las semanas de ensayo me ayudaron a ver más allá de tu semblante serio. Sé que estás mal, aturdida, decepcionada y de muy pocos ánimos. Si tan sólo me dejaras o al menos, sólo por un corto tiempo, olvides los conflictos que tuvimos antes; podría ayudarte a superar este mal momento. Lo único que te pido es que ya no te compartes así conmigo.

Desvió su mirada mientras se abrazaba a ella misma. Apretó sus labios tratando de no llorar. Exhaló entrecortadamente. No tenía la intención de intercambiar una palabra más conmigo.

En aquel momento su enorme y voluptuosa gata, Flaca, aparece. Se acerca a las piernas de Twilight para empezar a  frotarsele constantemente mientras lanzaba suaves maullidos, su fuerte ronroneo era lo único que se escuchaba en la enorme sala. Al final la terminó cargando mientras le daba pequeñas caricias en la pequeña cabeza del animal.

-Te puedes ir. -Me dijo sin dejar de acicalar a su gata.

-Pero...

-Ya estoy bien, gracias por la preocupación... Mañana iré a la Universidad, ya no es necesario que me ayudes con las clases y deberes, todo eso lo haré el día de mañana.

Dicho eso, dio vuelta para dirigirse a la escalera sin dejar de darle cariños a su enorme gata, hasta que finalmente desapareció.

Mi Amargada Rockera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora