Capítulo # 10

981 120 26
                                    

Narra Flash.

-¡Sentry!

-Dime. -Me acerqué a aquella chica ojivioleta.

-Mañana es sábado. Te quiero en mi casa a las 8:00 am. -Me dio un pequeño papel. -Ahí está mi dirección. Espero que no te pierdas o se te haga difícil encontrar mi casa.

-No, sé más o menos donde queda esto. -Dije mientras apreciaba su hermosa letra escrita en aquella hoja. -Estaré ahí.

-Bien, no aceptaré que te retrases ni un minuto. -Me advirtió. -Odio esperar a la gente.

-No te preocupes. Estaré puntual en tu casa.

-Eso espero.

Dicho eso, dio vuelta y se terminó yendo.

-¡Hasta mañana! -Grite para que al menos ella también lo haga, pero ni siquiera se dispuso a voltear. -Tan linda. -Suspire embobado.

Volví mi vista hacia la hoja y admiré cada detalle de aquella letra legible. Admiraba cada cosa de Twilight; pues para mí, ella es simplemente perfecta, a pesar de su no tan agradable personalidad.

-¿Qué tanto observas? -Mi amigo Soarin me arrebató el papel. -¿Qué es eso? ¿Acaso es una dirección?

-Sí, es la dirección de la casa de Twilight. -Rodeé mis ojos al ver lo anonadado que estaba Soarin después de haberle dicho eso. -¿Por qué me miras así?

-¡Iras a la casa de la amargada! -Exclamó exaltado.

-¿Qué hay con eso? -Me encogí de hombros. -Y no me gusta que te expreses así con Twilight.

-Ok, ok, lo siento. -Se disculpó. -Sólo qué estoy seguro que ir a su casa es una mala idea.

-¿Por qué lo dices?

-¿Acaso no entiendes? Si en la universidad te trata mal, no me quiero imaginar como te tratará
en su casa. Te bajará el autoestima diciéndote lo maldito que fuiste con ella, o tal vez te haga algo peor.

-No seas exagerado. Ella no es tan mala. -Dije entre dientes. -Además, ¿Qué me va a hacer? Solo iré a su casa para ensayar para el concurso. Sólo estaremos tocando la guitarra y repasando algunos acordes.

-No sé, yo no confío en esa mujer. -Movía su cabeza de un lado a otro.

-Lo dices porque eres una persona muy cobarde.

-¡Oye! Yo no soy cobarde. -Me dio un pequeño golpe en mi brazo.

-Lo que tu digas. -Sonreí de lado. -Bien, me voy a mi casa. Adiós Soarin.

-Adiós Flash. Cuidate de la amargada. -Dijo en tono burlón.

-¡No hables así de ella! -Apreté mis puños. Soarin reía como loco disfrutando mi cólera.

Suspire para relajarme; acto seguido, tomamos distintos caminos dirigiéndonos a nuestras respectivas casas. 

[...]

Terminé mis deberes, me di mi ducha, merendeé, entre otras cosas... Por lo tanto ya me iba a acostar a mi cama para dormir.

De pronto escucho el típico sonidito de Whatsapp. Supuse que era Soarin, así que agarré mi celular y abrí el mensaje recién llegado.

Número desconocido: Sentry, no te olvides del ensayo para el día de mañana... 8:00 a.m, puntual.

Mi Amargada Rockera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora