Capítulo 16: "En medio del corazón y una apuesta"

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Capítulo 16

"En medio del corazón y una apuesta"

Harold:

     Una vez escuché, en una canción, que la vida debería ser cómo un juego de cartas que cuando se comete un error, se puede al menos comenzar de nuevo. Y nada realmente ha pasado. O cómo conducir un automóvil, si uno se pierde hay mapas o un sistema de navegación que puede ayudarnos a recuperar nuestro camino y así llegar a nuestro destino. Pero irónicamente en la vida no hay ningún manual que nos instruya en cuanto se trata de tomar decisiones y más si son del corazón. Tristemente si se hace algo malo, eso no lo podemos deshacer y nos seguirá por siempre, formando parte de nuestro pasado-presente-futuro.


   Desearía poder cambiar lo que una vez hice, pero lo hecho, hecho está. Y por más que me arrepiente de haberla dejado ir, de haberla perdido, de haberla herido... Me merezco todo aquello que encontré aquel día en que la hice llorar.


—¿Me vas a decir lo que pasa, Harold? —me preguntó al salir de álgebra, después de aquel fastidioso examen que habíamos tenido.

—Ariana...

—Estoy preocupada por ti... ¿Algo que te preocupa? ¿Puedo ayudarte?

—No es nada...No es nada...—tomé su mano derecha y empecé a caminar con ella. Mi apuesta debía llegar a su final ese día, pero necesitaba de ella. Necesitaba algo que recordar, a pesar del adiós que se avecinaba y nos separaba, al mismo tiempo.

—¿Seguro?

—Más que seguro...—le sonreí y me odie a mí mismo por lo que estaba por hacer.


    Ella sonrió siendo inocente de todo aquello. Y me dolía lo que iba a hacer, pero mi orgullo y mi ego eran más fuertes que todo eso.


    Nos sentamos en el cafetín un momento, mientras ella me hablaba de aquella inscripción que tenía en sus manos. Después de graduarnos sería el concurso de baile y ella se había inscripto. Se veía tan ilusionada por ello.


—¿Estarás allí, verdad?

—Te lo prometí, ¿no? —mentí, sin hacérselo saber. Para entonces, me veía caminando un camino opuesto al de ella.

—Allie y Jennifer también irán... Gracias por convencerme. Este año había estado tan indecisa que había dejado en otro plano mi deseo de competir. —me miró sintiendo curiosidad por mi actitud—. ¿Y tus planes de irte a estudiar en USC (Universidad del sur de California) cómo van? ¿Entraras a formar parte de su equipo de fútbol americano?

—Probablemente...

—Tendré que irte a visitar cuando jueguen, aunque seas parte del equipo rival de mi universidad.


   Sus ojos azules me miraban con ilusión, haciéndome sentir tan canalla. Me acerqué a ella y rocé sus labios con aquel último beso. Pero había tomado una decisión y no había vuelta atrás. No pensaba echarme para atrás.


—En verdad me tienes preocupada...—dijo al rozar mi mejilla derecha, con ternura—. Pero ya que no me quieres decir nada, espero que lo que sea, puedas resolverlo pronto...


   << Harold, es ahora o nunca>> << Termina con esta idiotez de una vez por toda y pon punto de por medio...>> me decía aquella voz interna.


—Tenemos que regresar...—me dijo cuando la campana nos recordó que debíamos ir a nuestra siguiente clase.


   Esperé un momento hasta el instante en que vi a Mark entre los presentes. Él pensaba que daría mi brazo a torcer y se equivocaba, aunque Simon había esperado que considerara mi decisión final. Él, por su parte, había decidido salirse de aquella absurda apuesta. Conocer a Ariana y a sus amigas le había cambiado un poco, aún más cuando en ese mes se había convertido en el compañero de laboratorio de Biología de Jennifer.


—Espera...—dije al retenerla un momento más.

—Se nos hará tarde, Harold... Tenemos que entrar a la siguiente clase. Nunca he sido de las que llega tarde.

—Espera... Tengo que decirte algo importante...—respiré hondo—. Ariana...Dije que te amaba...Pero mentí. Has sido una apuesta en mi vida... Eso es lo que me pasa y tengo que decírtelo.


    La mirada de Ariana me hizo ver aquella sorpresa y aquel dolor que se albergaba en su ser, mientras sus ojos se aguaban y ella contenía aquellas lágrimas que yo podía ver, aun sin haber aparecido realmente.


Ariana:

    El mundo se me vino a los pies a escucharle aquella confesión que marcaba a mi corazón. Sentí consternación, enojo, ira y dolor. ¿Por qué no quise ver la verdad cuando todo apuntaba que él me había buscado por algo más? ¡Él era la peor mentira habida en el planeta tierra!


—¡¿Qué?! —expresé en shock, sintiendo como mi corazón se rompía por dentro—¿Qué me estás diciendo?

—Lo que has escuchado...—dijo fríamente, para que yo le odiara. Sabía que era lo mejor para ambos.

—¡Eres una basura Harold Spencer! —dije al abofetearlo, aguantado aquel deseo de ponerme a llorar— ¡Púdrete! ¡No vales ni siquiera una lágrima!


Harold:

      Me fulminó con la mirada y salió de allí. Lo había hecho. Había conseguido finalizar aquella apuesta, rompiendo su corazón y labrándome un futuro que siempre me recordaría como había perdido a la única persona que me había conocido realmente.


—Ariana, ¿qué te pasa? —le preguntó Jennifer, quien en ese instante se había cruzado en la salida con Simon.

—Nada... Solo quiero estar sola...


   Jennifer miró a Simon sin entender.


—Ve con ella... Te necesita ahora más que nunca.

—¿Tú sabes qué ha pasado?

—Simplemente que Harold ha cometido el peor error de su vida... Sólo eso.

—No te entiendo...

—Ve con Ariana...

—Dime lo que sabes...—exigió molesta.

—Harold decidió volverla una apuesta, si permitirse ver la verdad... Ella le importa. Nunca ha sido él mismo con nadie más...

—¿Una apuesta?¿Tú lo sabías?

—Yo...—expresó sintiéndose culpable y sin saber que más decir.

—¡Eres igual que él!... ¡Púdrete tú también Simon por no decir nada y ser cómplice de él!


     El perder y ganar se había convertido lo mismo en ese instante. Había ganado una apuesta y había perdido a Ariana en mi vida.


     Había puesto en una balanza al corazón y a la apuesta. Y el orgullo me había hecho que en medio de los dos, eligiera el erróneo.

Dije que te amaba... Pero mentíМесто, где живут истории. Откройте их для себя