Capítulo 21: "Una verdad que duele"

4.8K 304 15
                                    


Capítulo 21

"Una verdad que duele"

Harold:

    Despertar aquella mañana en que íbamos a jugar de nuevo con aquel equipo de la universidad UCLA, me hizo sentirme terrible. Ante mí se me venía encima de nuevo todo aquel mundo que me había labrado en el pasado, cuando actué como un tonto. Ahora era como si frente de mí estuviese un inmenso abismo y yo me encontrase en la punta de aquel precipicio que esperaba verme saltar al vacío.


    Aún al cerrar los ojos podía verla de nuevo, en aquel local en donde nos habíamos visto otra vez, siendo abrazada y besada por su novio. Viendo ahora como decisiones del pasado, ahora me afectaban a mí. A mi presente... Y posiblemente a mi futuro.


    Yo ya no tenía nada.


    La había perdido hacía tiempo.


   No había podido amar realmente a nadie como la había amado a ella. Y había tenido que verlo con mis propios ojos cuando ya era demasiado tarde. No había podido encontrar a alguien tan real como ella. Alguien con quien abrirme y mostrarme. Me había envuelto en un mundo de mentiras y tan superficial.


    "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde". ¿Cuántas veces había escuchado aquellas palabras? Demasiadas... Pero ya tarde me percaté lo ciertas que eran.


Ariana:

Me coloqué mi uniforme y esperé a que Robert pasara por mí. Sonreí con un poco de ironía al verme en espejo. Esa era yo... La nueva Ariana Becker. La chica porrista de UCLA Bruins. La novia del receptor Robert Brenner.


   Había pasado de ser la desapercibida y tímida Ariana, a esa chica que aunque seguía siendo ella misma, ahora no era tan invisible.


—Siempre he querido ser yo... Y es lo que soy...—susurré, mientras me recogía el cabello en una cola de cabello, sin dejar de verme al espejo.


   El timbre de mensaje de texto de mi móvil me regresó a la realidad. Me acerqué a la cama, donde lo había dejado, lo tomé y leí el mensaje.


<< Hola princesa...Ya llegué. Te espero abajo... No tardes...>>


Sonreí y recordé aquel día en que nos habíamos conocido.


—¿Puedo ayudarte?


   Me giré a escuchar su voz. Cuando lo vi me moleste por lo injusto que era la vida ¿Me ofrecía ayuda un jugador de fútbol americano?


—No... No necesito ayuda.

—¿Segura?­—me sonrió con picardía al ver mi capo.

—Pues sí...

—Pues no lo parece...—se acercó un poco más, sin esperar que yo cambiara de decisión—. Déjame ver... No como gente. Estudio Ingeniería automotriz.

Dije que te amaba... Pero mentíOnde as histórias ganham vida. Descobre agora